¿Cuándo se calcula que habrá más personas muertas que vivas en Facebook?

No cabe duda de que Facebook ha sido una de las grandes revoluciones tecnológicas y sociales de este siglo. No obstante, por mera ley de vida, llegará un punto en el que en la red social de Mark Zuckerberg habrá más usuarios muertos que usuarios vivos. Detallamos los cálculos realizados para averiguar cuándo habrá más personas muertas que vivas en Facebook, y las cuestiones éticas y morales que esto plantea.

¿Cuándo habrá más usuarios muertos que vivos en Facebook?

Una sección de la popular web de tiras cómicas xkcd ha respondido a esta peculiar pregunta, que tiene dos respuestas posibles: será en el año 2060 o en el año 2130. El razonamiento a seguir es el siguiente:

Se estima que en 2022 la plataforma de Marc Zuckerberg tenía 2.940.000.000 usuarios activos mensuales. Esta cifra podría ir disminuyendo con el paso del tiempo, y muchos de estos usuarios que habría que restar de este cómputo sería por fallecimientos. Parece inevitable que en un futuro llegue a haber más usuarios que han fallecido que usuarios vivos en Facebook.

¿Qué hacer con la cuenta de Facebook de un amigo o un familiar que ha fallecido?

Cuando un allegado fallece, tenemos varias opciones a la hora de afrontar su legado digital. Por defecto, tanto Facebook como otras redes sociales almacenan los datos de sus usuarios de manera indefinida, independientemente de que sigan con vida o hayan fallecido.

Actualmente, Facebook da la opción a amigos y familiares de un usuario que ha fallecido de convertir su cuenta en una cuenta conmemorativa. Se trata de una especie de mausoleo virtual donde todo aquel que pueda acceder a su perfil puede dar sus condolencias a los familiares cercanos. Otra opción disponible es, por supuesto, la eliminación de la cuenta en sí, ya que no todos somos iguales y hay quien no se toma bien que una cuenta de una persona fallecida cercana siga abierta. Eso sí, para este último paso Facebook requiere que les enviemos documentos legales que acrediten que podemos representar al propietario original de la cuenta, como un poder notarial o una última voluntad o testamento.

Por otro lado está la cuestión ética y moral sobre qué hacer con las posesiones digitales de los difuntos, incluyendo sus cuentas en redes sociales como Facebook. En este aspecto hay diversidad de opiniones; hay quien corta por lo sano y opta por solicitar el cierre de todas las cuentas de redes sociales de la persona que ha muerto para preservar su intimidad. En la postura opuesta hay quien considera oportuno dejar el perfil en cuestión abierto para que sus amigos y familiares puedan dar un último adiós a través de internet.