Así era el parque de atracciones más peligroso del mundo

El riesgo, la adrenalina y el subidón de enfrentarse al peligro puede ser una buena motivación para practicar deportes de riesgo. También hay algo de esto en los parques de atracciones, claro que se trata de una ilusión, porque esta clase de lugares recreativos se diseña con las medidas de seguridad necesarias para que el visitante no salga despedido al vacío o muera durante su estancia. Luego estaba Action Park, que era todo lo contrario.

Según History, este peculiar parque de atracciones abrió sus puertas en Vernon (Nueva Jersey) allá por 1978. La filosofía era la misma que la de su impulsor y fundador, el CEO Gene Mulvihill. Defendía que los visitantes tenían que ser dueños de su propia experiencia, por lo que dependía de cada uno determinar la velocidad y la altura que querían alcanzar. Action Park fue uno de los primeros parques de Estados Unidos en introducir atracciones acuáticas, pero ¡qué atracciones!

Unas atracciones nada seguras

Tidal Wave Pool no era la piscina de olas que todos tienen en mente al pensar en un Aquapark. Prueba de ello es que se la conocía como la ‘La piscina de la tumba’. Las fuertes olas de un metro causaban estragos, hasta el punto de que los 12 socorristas de la atracción rescataban a una media de 30 personas en los fines de semana de mayor trasiego.

Puede que la Cuesta Alpina pareciera un tobogán normal y corriente. De hecho, era descrito como “una cuesta gigante para despellejar la piel de la gente, que estaba maquillada para parecer una atracción de críos”. Larga, robusta y de cemento duro. Cuando los visitantes llegaban a la cima, les proporcionaban un deslizador, con el que supuestamente podían controlar la velocidad. Supuestamente, claro. Además de las advertencias de no sacar los brazos fuera del dispositivo, muchos de estos deslizadores estaban rotos, por lo que en algunos casos los frenos no funcionaban. Ni que decir tiene que hubo heridos: el tobogán de marras se cobró al menos 27 heridos y 14 fracturas óseas.

Nada más peligroso que Cannoball Loop, un tobogán acuático con un giro de 360 grados de infarto. Mulvihill por si acaso no se subió, pero ofreció 100 dólares a los empleados para que la probaran. Como no podía ser de otro modo, muchos terminaron contusionados o con los morros partidos. Solo un mes después de su apertura tuvo que cerrar porque el organismo que velaba por la seguridad de los parques de atracciones recibió informes de que mucha gente había resultado herida.

Seis muertos en total

No solo hubo heridos, también unas 6 víctimas mortales. En el año 82, un adolescente de 15 se ahogó en la piscina de olas. Ese mismo año, poco después, un hombre de 27 años falleció electrocutado al caerse del bote en Kayak Experience. Al parecer, tocó un cable que conectaba con los ventiladores submarinos.

Action Park cerró sus puertas definitivamente en 1996, pero no a causa de la inseguridad de sus atracciones, sino de los problemas financieros de sus propietarios. El parque reabrió en 2014, cuando la familia Mulvihill adquirió de nuevo el terreno, aunque hoy en día sigue las medidas de seguridad bajo un nuevo nombre, Mountain Creek Waterpark.