Análisis
Análisis del volante Racer Wireless Wheel de Turtle Beach, un periférico de entrada muy competente
Turtle Beach lanza su nuevo periférico dedicado a los videojuegos de conducción, el volante Racer Wireless Wheel. Lo vemos al detalle.
Los videojuegos se crearon por diversión pero también por simulación. Todos conocemos uno de los primeros juegos que se crearon, Tennis for Two, que era básicamente una simulación de un partido de tenis a través de osciloscopios y tecnología de la época. Entretenía, sí, pero también simulaba un deporte, el tenis concretamente.
Por eso no es raro que gracias a los avances tecnológicos las empresas de periféricos quieran potenciar esa simulación realista a través de gadgets que se conectan a ordenadores o consolas. Uno de estos casos es el nuevo periférico de Turtle Beach del que hoy os hablamos, Racer Wireless Wheel.
Sin cables y cómodo
Antes de entrar en materia hay que mencionar que este nuevo volante de la marca de la palmera es un periférico de entrada. En él no vas a encontrar un sistema de pedales, una palanca de cambios ni tan siquiera la función de Force Feedback. Eso sí, se conecta de manera inalámbrica y apenas tiene input lag reseñable lo que de por sí lo convierte en una opción que valorar si no nos gusta pelearnos con los cables.
Dicho esto puede que de a equivocación que estemos hablando de un accesorio de bajo coste y, por ello, de mala calidad, pero nada que ver. Su caja de considerado tamaño ya deja entrever que, como Turtle Beach nos tiene acostumbrados, dentro se incluye un producto de calidad. Nada más abrir el empaquetado y palpar el volante con nuestras manos se nota que su construcción es fiable, resistente y que tras sus paredes de plástico y gomas hay una buena tecnología escondida.
La empuñadura esférica, es decir el aro, está hecha de plástico de gran calidad y rematado con gomas en los puntos claves de agarre. Tomando como referencia un reloj de agujas, las gomas están donde el reloj marcaría las 9:15 de la mañana —o noche—, dejando libre el resto para marcar el centro del volante en la parte superior y el logo del producto en la parte inferior.
Por la parte detrás del mismo contamos con dos levas que tienen una función muy diferente a la que estamos acostumbrados ya que no sirven para subir y bajar las marchas del vehículo, si no para acelerar y frenar utilizando la leva derecha e izquierda respectivamente. Recordemos que no tiene accesorio para los pedales de freno y aceleración, tampoco opción para añadirlo a posteriori por lo que es una manera muy inteligente y cómoda de poner en marcha nuestro coche gracias a las levas.
Eso sí, si bien es cómodo acelerar en la mayoría de ocasiones habrá otras en las que, por ejemplo al girar el volante bruscamente, resulte bastante incómodo. Por suerte el volante Racer Wireless Wheel de Turtle Beach viene con un programa para configurarlo en el ordenador que permite ajustar el giro del volante entre 360º y 180º para que esta incomodez lo sea menos. También para ajustar la sensibilidad o añadirle o restarle zonas muertas tanto al giro como a la aceleración y frenada.
En la parte central encontramos una botonera realmente completa que añade las funciones propias de los pulsadores de cualquier mando común así como dos botones configurables a cualquier acción que deseemos. En el centro del volante se ha implementado además el botón Xbox para sincronizar el periférico al ordenador así como a una consola Xbox o abrir el menú de dicha plataforma. Debajo del mismo tenemos los botones Vista, Compartir —capturar fotos— y el botón Menú como si de un controlador de Xbox Series X|S se tratara.
Esto quiere decir varias cosas. Lo primero es que el volante es totalmente compatible con ordenadores Windows pero también con las consolas de la gama Xbox, tanto One como Series X|S. Pero además también es compatible gracias a su conexión bluetooth con dispositivos móviles Android.
La conexión en PC puede realizarse a través del USB receptor que trae la caja o mediante Bluetooth, y en consolas Xbox a través del dongle. Una cosa que hemos de decir y que hemos visto que ha ocasionado problemas con algunos usuarios y analistas es que dicho receptor está sito en la parte baja del volante en una ubicación bastante escondida. Simplemente damos la vuelta al periférico y lo veremos insertado en sus entrañas, estirando de él se saca fácilmente.
La conexión es realmente rápida ya que tanto el volante como el receptor vienen de fábrica configurados. En el caso de que utilicemos bluetooth simplemente tenemos que emparejarlo y, del mismo modo, se conectará rápidamente. Cuenta además con un selector en su parte lateral para decirle dónde vamos a conectarlo; PC, Xbox o móviles.
Cabe mencionar que al ser inalámbrico quiere decir que en su interior lleva una batería recargable que según Turtle Beach garantiza unas 30 horas de juego ininterrumpidas. Cuenta con función adicional de Play&Charge, o lo que es lo mismo, que podemos cargarlo mientras jugamos y, de este modo, jugar a través de cable también sin utilizar el dongle. Nosotros para las pruebas no hemos tenido que cargarlo en ningún momento y lo hemos utilizado en varios dispositivos y de momento ha aguantado carros y carretas sin despeinarse. Con una buena carga es posible llevártelo a casa de unos amigos tranquilamente y no preocuparte por su batería.
Por último queda otra parte importante de este tipo de periféricos; la sujeción. De todos es sabido que la mayoría de volantes, por más que los apretemos a la mesa, terminan moviéndose de un lado para otro. En este Racer Wireless Wheel no ocurre. Tiene un potente sistema de sujeción que se adapta a la perfección a diferentes grosores de mesa. Esto se debe a que sus abrazaderas de tipo rosca forman una U que encaja perfectamente tanto en el borde de la mesa como en su parte superior, lo que provoca que haya cero movimientos del periférico.
Y otra de las cosas que nos ha encantado —aunque su ejecución no sea perfecta— es que dentro de la caja encontramos dos accesorios que se pueden añadir a las abrazaderas para utilizar el volante entre nuestras piernas. Son dos extensiones metálicas ligeramente curvas para adaptarse al contorno de nuestros muslos y reposar en ellos el volante. Sin embargo al ser un periférico que aunque no tenga ForceFeedback sí cuenta con una dirección algo dura, es bastante fácil que se mueva del sitio.
Compatible con múltiples juegos
Ahora que ya conocemos cómo es el nuevo producto de Turtle Beach es hora de hablar de sus prestaciones dentro de los juegos. Volvemos a recalcar que es un periférico de entrada, óptimo para aquellos que quieren dar el salto a la simulación algo más realista y que no quieran desembolsar los precios que actualmente tienen algunos de los mejores volantes del mercado. Estamos hablando de que este Turtle Beach Racer Wireless Wheel cuesta tan solo 150 euros para las prestaciones que tiene, un precio recomendado.
Recalcar de nuevo su condición se debe a que no esperemos un comportamiento como otros de gama alta sino más bien un mando de Xbox camuflado como un volante de conducción. La marca asegura que su gadget es compatible incluso con juegos que no aceptan dicho periférico, como Rocket Racing, y esto se debe a que las tripas de este Racer Wireless Wheel incluyen un mando de Xbox Series X|S.
Cuando iniciamos un juego compatible como Forza Horizon 5 el título no reconoce el volante como tal, sino como un mando de Xbox. Sin embargo tanto el juego como el volante se compenetran para que este último se comporte como debería, es decir, los coches giran analógicamente moviendo el aro y acelera o frena pulsando las levas. También podemos cambiar de marchas con los botones, claro, así como utilizar la cruceta para movernos entre los menús o utilizar la botonera Xbox. Resumiendo; básicamente el aro se comporta como el stick analógico izquierdo y las levas como los botones LT y RT —L2 y R2—.
Por esta razón el periférico es compatible con casi todos los juegos que permitan cambiar la configuración de los controles, porque no es un volante como tal, si no un mando, de ahí que Rocket Racing sea compatible con este gadget.
En realidad a menos que seamos profesionales del mundo iRacing o similar, esto debería importar poco al consumidor medio ya que las funciones las hace correctamente como si de uno específico se tratara. Simplemente existe la posibilidad de que el juego no sea compatible de primeras y haya que configurar los botones, pero nada más.
Lo que sí puede ser un problema para muchos usuarios es la configuración de las zonas muertas del volante. Para entendernos, las zonas muertas son aquellas que te permiten iniciar un giro de volante instantáneo o con retardo. Por ejemplo, podemos configurar que el coche gire las ruedas en el mismo momento en el que giramos el aro levemente o que lo haga a ciertos grados del giro. El periférico viene con una aplicación que permite modificar esto y su manera de comportamiento como ya hemos comentado, pero puede no ser suficiente para algunos juegos como por ejemplo Forza Horizon 5.
En nuestras pruebas hemos intentado reducir al mínimo la zona muerta y nos ha sido imposible, siempre había un retraso de 5 a 10 grados en el giro lo que provocaba que la sensación fuera —a nuestro gusto— algo incómoda, aunque para otros usuarios puede ser perfecta. Por ejemplo en otros juegos como The Crew 2 o Euro Truck Simulator 2 este factor no se daba incluso sin entrar en las opciones del juego. Es decir, este problema en comillas no se da en todos los títulos ni tampoco puede o no afectar a las exigencias de los consumidores.
Sobre la aplicación de control del Racer Wireless Wheel lo más reseñable es la opción de comportamiento del volante. Tenemos tres niveles; Estándar, Rápida y Precisión. La primera es como viene de serie el periférico, con una velocidad de giro ni demasiado rápida ni demasiado lenta, perfecta para cualquier juego. Rápida ofrece unos giros rápidos que quizás lo sean demasiado en algunos juegos, mientras que en el modo Precisión el giro está extremadamente ligado a los grados de giro del volante, lo que como su nombre indica ofrece una mayor precisión al conducir.
Lo cierto es que las opciones disponibles en la APP Turtle Beach Control Center 2 son escasas más allá de configurar la sensibilidad del volante y personalización de botonera pero son suficientes para dejar el volante a nuestro gusto. Aún así una configuración puede no ser útil para todos los juegos por lo que tendremos que ir probando cada título y configurándolo en su aplicación nativa así como en el juego.
El volante no tiene el sistema Force Feedback que simula la tracción cotidiana de un volante real y ello quiere decir que tampoco tiene sistema de vibración. Si bien tanto este punto como el hecho de no tener una pedalera han sido opciones que hemos echado de menos al principio —sobre todo un mínimo de vibración—, la realidad es que el volante cumple con creces su cometido. Gracias a su construcción, su dureza del volante, tacto y prestaciones nos ha encantado en términos generales. Nada que ver con los volantes baratos de antaño donde la calidad brillaba por su ausencia.
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