TESO: Scribes of Fate, impresiones de su nuevo contenido descargable

The Elder Scrolls Online recibe hoy mismo en ordenadores PC y MAC —el 28 para PlayStation y Xbox— un nuevo contenido descargable bautizado como Scribes of Fate que se presenta emocionante de cara a la nueva expansión ya anunciada; Necrom. Primero porque en este DLC los jugadores recorrerán dos nuevas mazmorras llenas de secretos, conjuntos y logros, segundo porque Scribes of Fate da paso a una nueva aventura que conecta con la próxima expansión.

Aquí en MeriStation hemos podido probar Bal Sunnar, una de las dos mazmorras de este nuevo contenido bajo la tutela de uno de sus creadores, el diseñador principal de encuentros Mike Finnigan. Además de dar cera a los Maestros Telvanni que por allí pululan, hemos podido conocer mecánicas, secretos y otras curiosidades acerca de este contenido para grupo que está disponible para todos los jugadores por 12,99 euros, 1500 coronas o de forma gratuita para los suscriptores de ESO Plus.

Presente

Bal Sunnar es una ciudad dominada por los Maestros Telvanni de Morrowind, concretamente situada en Páramo de Piedra. Por algún extraño motivo se ha detectado que la ciudad supura de magia temporal, unos acontecimientos peculiares que la Orden Psijic nos insta a investigar. Si bien tanto la entrada como en el resto del escenario no se observa rastro alguno de dicha magia —salvo una horda de maestros que intentan detenernos—, todo cambia cuando entramos en la Torre de la Bendición de la Sombra.

Nada más entrar a esta localización nuestra acompañante no jugadora Saresea detecta que hay un núcleo de distorsión temporal protegido por Kovan Giryion, el primer jefe de Bal Sunnar que defiende con uñas y dientes dicha anomalía. Mike nos avisa de que en esta mazmorra hay un montón de mecánicas nunca antes vistas en The Elder Scrolls Online y no tuvo que avanzar demasiado el encuentro para comprobarlo.

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Kovan es capaz de alterar el tiempo, moverse a la velocidad de la luz dañando a su paso a los jugadores, crear copias de sí mismo e invocar diferentes tipos de criaturas malévolas. Pero lo que más sorprende de esta batalla no son las mecánicas en sí sino la capacidad que tiene para transformar toda la sala en un abrir y cerrar de ojos con unos más que sorprendentes efectos gráficos. Pero todavía nos aguardaban un par de sorpresas…

Pasado

Con Giryion mordiendo suelo, Saresea puede por fin tratar de contener el núcleo de distorsión temporal sin distracciones pero es una magia mucho más potente que la suya. Sin pantalla de carga por medio aparecemos en otra sala, similar pero diferente. Al salir del edificio nos damos cuenta, risita de Mike mediante, que parte de la ciudad de Bal Sunnar todavía está por construir. El núcleo nos ha llevado al pasado. Así pues nuestras sospechas se hacen realidad; una de las dos nuevas mazmorras de TESO nos hace viajar al pasado pero también al futuro.

Y es que al viajar al pasado, el río de lava que rodea a la ciudad todavía no existe lo que nos permite seguir explorando rincones que antes no podíamos divisar por Bal Sunnar. Y dicha exploración nos lleva a otro guardián de otra distorsión temporal; Roksa el Deformado. Roksa no es otra entidad humana como Kovan sino una suerte de Buey Nix dinamaxizado con muy malas pulgas que además es bastante ágil y capaz de enviar un rayo de energía muy potente al jugador que esté enfrente suya. Spoiler: dicha mecánica requiere un tanque haciendo frente al rayo.

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El enfrentamiento es bastante movidito y obliga al grupo de jugadores a estar en constante movimiento. Hay enemigos que apoyan a Roksa que debemos eliminar cuanto antes, multitud de áreas de daño, orbes que potencian al enemigo que también debemos destruir a la mayor celeridad y un aura de protección a la que todo el grupo debe de acceder en ciertos momentos. Y todo esto sin olvidarnos del esfuerzo extra que el sanador debe realizar con el tanque y el susodicho rayo que debe “atrapar”.

Futuro

Después de derrotar a Roksa Saresea intenta de nuevo controlar el núcleo temporal sin éxito y éste nos transporta al futuro. Bal Sunnar es muy diferente a lo visto en las dos ocasiones anteriores y ahora está sumida en el caos con lluvia de fuego cayendo sobre ella. Justo al lado de la Torre de la Bendición de la Sombra hay ahora un templo dedicado al Príncipe Daédrico Peryite, el Señor de la Pestilencia, y dicha denominación le viene al pelo para lo que encontraremos dentro del templo.

Un ejército de mocos de Peryite —aunque tiene más aspecto de babas que otra cosa— nos da la bienvenida en cada pasillo del templo y son criaturas más que capaces de hacerte besar el suelo. Cada combate contra ellas es un baile de movimientos que puede no tener un final feliz y, para postre, nos espera la Matriarca Lladi Telvanni, líder de los Telvanni corrompida por la magia temporal. La sala del combate, espaciosa y tematizada al más puro estilo Morrowind, como casi toda la mazmorra.

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Esta última batalla es quizás la que menos impresiona de todo el conjunto pues de mecánicas va más justa que el resto pero tal y como nos contaba Mike Finnigan, aquí los sanadores tienen que ser muy eficaces en su trabajo. La razón es una potente área que Lladi Telvanni esparce por todo el escenario y que hace mermar nuestra vida escandalosamente rápido. Áreas de daño, más mocos y teletransportaciones de la matriarca completan esta última contienda.

Aún así, Bal Sunnar tiene algún que otro secreto escondido que los jugadores deben encontrar, un set de equipamiento que coleccionar y logros que conseguir. La mazmorra tiene diferentes dificultades y modos extra, como es habitual en este mmorpg, por lo que podéis esperar grandes retos al jugarla. Pero quizás, lo más importante, es que lo que allí sucede y se narra, tiene conexión directa con Necrom, por lo que sirve de antesala a lo que está por llegar en este nuevo capítulo con fecha de lanzamiento fijada para el 5 de junio para PC y MAC y el 20 de junio para consolas Xbox y PlayStation.