Octopath Traveler 2, una secuela que sabe lo que quiere

No se puede negar que Octopath Traveler fue un éxito y una de las grandes victorias a la hora de conseguir ese espíritu de “vieja escuela” que Square Enix lleva intentando capturar desde hace años. Parte de ese atractivo es indudablemente superficial, ya que Acquire encontró un auténtico filón a la hora de dar forma a lo que se ha venido a llamar “HD 2D”, una combinación de gráficos pixelados con efectos modernos y profundidad tridimensional que proporciona cierta sensación de “lo mejor de los dos mundos” y cuya estética se está llevando a otros clásicos de la compañía. Aunque, por supuesto, había más que eso.

Recogiendo el testigo de de Live a Live de contar varias historias con personajes diversos para terminar con una conexión final, Octopath hizo muchas cosas realmente bien a la hora de devolvernos a la edad dorada del JRPG: un combate táctico con muchas posibilidades y variaciones, historias efectivas dotadas de un cierto candor, una banda sonora a la altura de los mejores del género y el ya mencionado éxito estético, que lo hacían un conjunto deslumbrante, tan deslumbrante que incluso conseguía borrar algunos de sus defectos más evidentes: un fracaso completo a la hora de interconectar las historias de los personajes, un final que parecía el resultado de unos deberes entregados a ultimísima hora y algunos detalles como un trabajo de doblaje al inglés por muy debajo de lo que se espera de la compañía japonesa.

Más y mejor

Llevamos bastante horas con esta segunda parte, pero no las suficientes para dar ahora mismo un veredicto firme. Pero sí podemos adelantar que la segunda entrega es consciente de esas debilidades mencionadas, realizando lo que se espera de una secuela: mejorar lo que es bueno y arreglar lo que no termina de serlo. En lo que concierne a la parte de lo bueno, si disfrutaste de la estética del primero, lo harás todavía más del segundo. Se ha aprovechado la oportunidad de una continuación para crear un título que mantiene sus señas de identidad pero que además ha incorporado un mayor abanico de detalles y efectos con el fin de darle todavía más encanto y vida a los diferentes escenarios por el que discurrirán nuestras aventuras, convirtiéndolo en un título en el que sólo mirar la pantalla es un auténtico placer.

El combate mantiene sus señas de identidad junto con algunas adiciones. Vuelven a ser plenamente aleatorios y usan del sistema de debilidades como elemento esencial para conseguir la victoria por la vía rápida. Cada enemigo es débil a algún tipo de arma o a ciertos ataques elementales y al explotar ese punto débil debilitamos un sistema de defensa que puede ponerlos K.O durante un turno, recibiendo más daño todavía. Si contamos con ataques de amplio espectro como conjuros y otras habilidades que afectan a todos los enemigos, y acertamos a la hora de usarlos, los combates pueden terminar en un suspiro. Un sistema de velocidad x2 y el sistema de Impulso, que nos permite acumular “cargas” de ataque para realizar combinaciones demoledoras, terminan de configurar un entramado que resulta interesante, presentando dificultad y reto cuando toca, pero convirtiéndose en trivial también cuando el enemigo no está a la altura o sabemos bien qué hacer para despacharlo rápido.

Las historias de los personajes también nos resultan interesantes, en lo que parece un salto de calidad frente al primero, con arquetipos más originales y un guión más afilado. Sigue conservando ese candor que mencionábamos, ese espíritu inocente de la gran aventura, aunque se ha salpimentado con personajes con historias más complejas o más misteriosas, dándonos la sensación de que se ha superado el molde más tradicional del primero. Y, en el camino, se ha aprovechado para hacer frente a una de las claras debilidades de Octopath Traveler: la desconexión entre unos personajes que nunca hicieron ademán de ser un grupo. Para la segunda parte se han implementado historias convergentes, en donde los intereses y objetivos de dos personajes coinciden, lo cual nos permite verlos interactuando de manera más significativa entre ellos.

También el doblaje al inglés ha subido muchos enteros, dándole mejor tono a los personajes si lo quieres escuchar en ese idioma (también está la posibilidad de disfrutar de las voces originales japonesas, con un elenco repleto de nombres propios como la de Kazuya Nakai, que nos ofrece aquí un registro distinto pero reconocible de su papel como Zoro en One Piece). El texto por su parte puede leerse en diferentes idiomas, incluyendo el español, de modo que cualquiera puede seguir los acontecimientos sin problema. Más allá de las voces, podemos afirmar que estamos ante otro trabajo colosal de Yasunori Nishiki en la composición musical, que a todas luces estará entre las mejores BSO de este 2023 como ya lo hiciera en el anterior título.

Un mundo repleto de detalles que descubrir

Un detalle específico que nos ha gustado bastante de esta segunda parte son el de las habilidades fuera de combate de los personajes, que en esta ocasión se dividen en dos dependiendo del momento del día que nos encontremos. La incorporación de un modo día/noche (que podemos cambiar con un botón) no sólo nos permite disfrutar de los escenarios en distintos tonos ambientales, sino que tiene efectos palpables sobre diversos aspectos del juego. Cada personaje tiene habilidades que puede usar en un gran abanico de NPCs, haciendo que nuestra interacción con ellos vaya más allá que la de la típica frase perenne propia del género. Por ejemplo, la ladrona y asesina Throne, durante el día puede robar a los NPCs, mientras que por la noche puede dejarlos K.O, lo que nos permite pasar a sitios en donde antes se nos cortaba el paso. Algunas de estas habilidades no nos aportan ninguna recompensa, pero nos permiten averiguar pequeñas historias personales que ayudan en nuestra inmersión en el mundo.

A falta de saber si no se ha patinado en la parte final, como ya pasara con el juego original, todo lo que hemos jugado de Octopath Traveler 2 nos indica que estamos ante un título mejor en prácticamente todos sus apartados, manteniendo sus señas de identidad y rasgos de característicos. Así que si disfrutaste del anterior trabajo de Square Enix y Acquire, tenemos pocas dudas de que también lo harás con su secuela, mientras que si no soportas alguno de sus rasgos como los combates sorpresa por turnos o los jefes que se alargan en el tiempo, seguramente no tengas motivos de volver a adentrarte en esta propuesta. Por nuestra parte, estamos encantados de seguir explorando este mundo y sus gentes, dejando un análisis más definitivo para los próximos días.