Baldur’s Gate 3, lo jugamos en PC y PS5. Un RPG inmenso con tirada de dados de GOTY

Baldur’s Gate 3 es como una especie de cebolla: está compuesto de capas que se sobreponen unas a otras. La complejidad es de tal calibre que las variables se antojan inabarcables, pues trazan senderos que se bifurcan en distintas direcciones y que moldean el mundo y los acontecimientos que se suceden en la Costa de la Espada.

Nos decía Swen Vincke, su director, que el juego está lleno de secretos por todas partes, en cada resquicio del escenario, hasta el punto de que él mismo se sorprende al verlos. Los desarrolladores introducen contenidos que otros miembros del equipo descubren cuando juegan, sin saber siquiera que existían. Le preguntamos cómo garantizan que todas esas misiones y secretos encajan en el inmenso rompecabezas que conforma el videojuego. Según cuenta, cada uno de los elementos pasa por el pertinente proceso de revisión antes de llegar al título.

Tras disfrutar del acceso anticipado, en MeriStation hemos tenido la oportunidad de probar una versión cercana a la del lanzamiento, tanto en PC como en PS5. El propósito de este texto no es enumerar las características una a una, sino acercar a los lectores unas sensaciones generales, quizá de trazo grueso, puesto que estas pocas horas no proporcionan una visión de conjunto que le haga justicia a Baldur’s Gate 3. Lo que nos ha quedado claro es que estamos ante uno de los claros candidatos a GOTY. ¡Ha llegado la hora de iniciar la aventura!

El devorador de mentes ha inoculado su parásito en el interior del protagonista. Poco a poco, se va adueñando del cuerpo y de su propia conciencia. Así arranca la historia de Baldur’s Gate 3, que llevará al jugador a vivir una épica epopeya en busca de una cura para esta maldición en apariencia irreversible. Durante el periplo, el personaje decidirá si abraza las habilidades especiales de su condición o si rechaza el poder que subyace en sus entrañas.

La premisa no tarda en abrirse y construye un argumento rico y profundo, que se apoya en personajes escritos con el máximo esmero. Ninguna mision descuidada, cada detalle medido al dedillo. Seis años de largo de desarrollo y de trabajo artesanal han dado como resultado una obra magistral y apabullante, que hay que degustar poco a poco, con tiempo y tranquilidad.

La inmensidad de Baldur’s Gate 3

La obra de Larian abruma, los números hablan por sí solos: 7 personajes jugables, 11 razas, 31 subrazas, 12 clases, 46 subclases y más de 600 hechizos. Puedes crear un protagonista desde cero o seleccionar uno de los principales, con su propia historia de origen. En caso de elegir uno propio y de crearlo (mediante un editor completo y lleno de opciones), tienes la opción de reclutar y de tener romances con los principales. Como opción rápida, se añade la posibilidad de general a un personaje aleatorio.

El editor ha sido rehecho con respecto a la versión en acceso anticipado, por lo que se incluyen nuevas opciones para deleite del jugador.

Una de las novedades de la versión de lanzamiento es un personaje de origen, El Ansia Oscura, un dracónido totalmente personalizable en clase, apariencia, raza, género, etc. Ha perdido la memoria y olvidado su pasado como asesino en serie, una naturaleza que mora en su subconsciente y que se plasma en las opciones de diálogo.

El que elija encarnar al Ansia Oscura habrá de saber que se trata de un personaje brutal y sanguinario, capaz de matar en un abrir y cerrar de ojos, a veces de forma más o menos inconsciente.

Se trata de un título inmenso, no por la naturaleza de su mundo, que no es abierto aunque sí extensísimo, sino porque la aventura cambia constantemente, se adapta a la decisiones y a los actos del protagonista, de manera que un mismo hecho puede ramificarse en distintas direcciones. Por eso, cada partida es diferente, ya que es posible que una cadena de acontecimientos se active en función de si cierto NPC ha sobrevivido o de si ha interactuado de una determinada manera con el grupo. Si rescatas a alguien, quizá te lo encuentres más adelante. Si lo dejas abandonado a su suerte, tal vez sea ajusticiado a continuación.

La solución para alcanzar un mismo objetivo tampoco es única. Por ejemplo, durante la presentación, Vincke muestra el atraco a un banco, que el grupo protagonista perpetra para hacerse con el contenido de la cámara acorazada. El abanico de posibilidades se abre ante el jugador, que ha de pensar en una estrategia viable. Entrar por la puerta principal y hacer estallar todo alrededor no parece la mejor de las ideas, máxime cuando el banco se encuentra custodiado por guardias armados hasta los dientes.

Un juego sistémico que se mueve en los ejes de la verticalidad y la horizontalidad

El plan que dibuja ilustra a la perfección la complejidad de Baldur’s Gate 3. Convergen varios sistemas al mismo tiempo, que al chocar provocan reacciones inesperadas. No es solo que sea un juego sistémico como pocos, sino que se vale de la horizontalidad y de la verticalidad de los escenarios para desarrollar su jugabilidad. El desarrollador opta por separar al grupo y selecciona al hechicero, que gracias a un hechizo vuela hasta la azotea del banco.

Podría convertirse en rata e introducirse por el agujero de la pared, pero en lugar de eso se transforma en gas y se cuela en el interior del edificio. Como la puerta está cerrada a cal y canto, no le queda otra que abrirla con magia, pero el problema es que esa opción hace algo de ruido, de forma que es posible que los enemigos se den cuenta de su presencia. Por si acaso, realiza un encantamiento y crea varias imágenes ilusorias del personaje, a fin de evitar que los guardias acierten en sus primeros ataques si lo descubren.

Lo primero es conseguir el código de la cámara acorazada, que se encuentra en un libro de una habitación cercana. Vincke ha pensado en atraer a los soldados en un mismo punto, pero cuando suena la alarma, varios sistemas entran en contacto y se arma una buena. En otras palabras, el plan se va al garete y es momento de pensar en otras opciones. En un intento desesperado por salvar los muebles, ordena a otros miembros del grupo que se dirijan a la puerta principal para entretener a los guardias. La sorpresa es que en ese estado de alarma, las puertas se han abierto, así que el mago logra entrar en la cámara acorazada tras pisar las baldosas de acuerdo con el código obtenido. Así escrito parece que la tarea ha sido más o menos sencilla, pero el director ha sufrido lo suyo... una vez más, porque ya es meme que las cosas no le salgan según lo previsto y ensayado.

En otra de las misiones del segundo acto, que tampoco está disponible en el acceso anticipado, los compañeros tienen que idear un método que les permita llegar al interior de la ciudad de Baldur’s Gate. Combatir es un suicidio, por lo que se decantan por la opción de la detención. Ya en la prisión de la ciudad, escapan y voilá, victoria, objetivo cumplido. En otro momento, el personaje desenmascara a un genio de feria robándole el anillo con el que trampeaba la ruleta de la fortuna. Como respuesta, el taimado personaje nos convierte en queso, que rueda por el camino y desprende su fuerte aroma como habilidad. Estos son solo algunos ejemplos de lo que uno puede encontrar en esta tercera entrega, un sinfín de posibilidades y de situaciones.

Diálogos profundos, modos de dificultad y combate

Si bien las batallas son uno de los ejes principales del videojuego, las conversaciones esbozan uno de los ejes cruciales. Las opciones que se despliegan ante el jugador proporcionan respuestas preñadas de matices, algunas solo accesibles en función de la clase o de atributos específicos del personaje. Por ejemplo, si usamos persuasión, tendremos que lanzar los dados y obtener un número igual o superior al que figure en pantalla. Se pueden añadir ciertos bonus para incrementar las posibilidades de éxito. De acuerdo con el estudio, es posible evadir la mayoría de combates contra jefes si se juegan bien las cartas. Vincke añade asimismo que una de las secuencias tiene hasta 20 versiones diferentes, lo que da una idea bastante aproximada de la labor colosal que se ha llevado a cabo a nivel narrativo (y en el resto de apartados).

Larian Studios, fiel a su filosofía, no toma por tonto al jugador. En lugar de simplificar la jugabilidad y la historia prefiere ofrecer las herramientas necesarias para que cada uno disfrute de su propia experiencia a su manera. El título implementa tres modos de dificultad (explorador, equilibrado y táctico), que equivalen a los clásicos fácil, normal y difícil. La diferencia radica en aspectos como el poder de los enemigos y la vitalidad del grupo, pero también implementan cambios en la IA, tal y como nos ha confirmado un desarrollador del estudio. Según ha explicado, en el futuro plantean un modo de dificultad personalizable, aunque no estará listo para el lanzamiento. Sea como fuere, es posible cambiar entre los modos de dificultad en cualquier momento de la partida. Cabe destacar que el título implementa asimismo muchas opciones de accesibilidad.

Los que hayan jugado al acceso anticipado de Baldur’s Gate 3 sabrán que el sistema de combate se sustenta sobre las reglas de D&D 5e. Estamos ante un juego por turnos, que limita el movimiento de los personajes y el número de habilidades que puede realizar en un mismo turno: acciones como saltar o desplazarse más rápido, lanzar hechizos, golpes físicos y un largo etcétera se superponen en el campo de batalla. Además, el diseño de la zona resulta determinante, por lo que hay que tenerlo en cuenta para la estrategia. Si detectamos aceite inflamable en el suelo, tal vez lo podamos usarlo como ventaja, pero cuidado, porque el enemigo también estará al tanto y no dudará en prendernos fuego en un abrir y cerrar de ojos. Deberemos buscar cobijo antes arqueros, movernos sigilosamente contra enemigos a sus espaldas y buscar sus puntos débiles. A veces, al recibir un ataque, podremos reaccionar y contraatacar.

Preguntamos a los desarrolladores si habrá un sistema de subida de nivel automático destino a jugadores que no quieran romperse tanto la cabeza, pero aunque el equipo ha reflexionado sobre ello, de momento prefieren que cada uno elija los atributos, hechizos y acciones de forma manual. La cantidad de encantamientos es desbordante, pero Larian ha implementado una herramienta de búsqueda rápida.

Así es la versión de PS5

La adaptación a PlayStation 5 tardará unas semanas más de lo previsto, ya que el estudio se encuentra optimizando el videojuego. Aun así, los desarrolladores nos han permitido coger el mando y echar un vistazo a Baldur’s Gate 3 en la máquina de Sony. Llama la atención que la interfaz sea mucho más limpia, pero lo que de verdad sorprende (en realidad no tanto, Divinity Original Sin 2 ya era fantástico en ese sentido) es que el control se adapta como un guante.

El movimiento de cámara y del personaje se resuelve con los sticks, mientras que los menús de hechizos y habilidades se abren cómodamente utilizando los gatillos, a través de menús radiales muy claros y fáciles de utilizar. Eso sí, la build actual no aprovecha las capacidades del DualSense y Vincke tampoco ha querido adelantar nada sobre ello. Por otro lado, el mando se puede conectar a la versión PC y jugar de la misma forma que en consola.

Nos ha dado la impresión de que el juego luce algo peor en PS5 con respecto a PC, si bien es una build que todavía no es final.

Baldur’s Gate 3 captura la esencia de Dragones y Mazmorras con maestría. Es visceral, sangriento y combina tramas serias con hilos argumentales humorísticos, irónicos, a ratos oscuros, a ratos más livianos, que en conjunto bosqueja una historia de fantasía épica maravillosa. El regreso de personajes clásicos como Jaheira o Minsc, los guiños a las primeras entregas y los secretos te esperan, jugador.

Saldrá a la venta el 3 de agosto en PC; la versión de PS5 no estará lista hasta el próximo 6 de septiembre. ¿Y qué ocurre con la de Xbox Series X/S? No está descartada, pese a que se hayan topado con problemas.