WWE 2K23, análisis. Visual Concepts sigue progresando entre las cuerdas

Después del sabor agrio –sin pizca de dulce- que dejó WWE 2K18, por fin en 2K Games han conseguido coger el pulso a la franquicia de lucha, dejándola en manos de su estudio fetiche, Visual Concepts. Los creadores también de NBA 2K han conseguido pulir la propuesta jugable con cada entrega, e incorporar gran parte del contenido heredado de la saga baloncestística –como Mi Facción o Mi GM-, hasta lograr un producto capaz de satisfacer a aquellos que disfrutaran con los fantásticos WWE Smackdown vs RAW de la generación de los 128 bits. ¿Es WWE 2K23 la entrega definitiva? Descubrámoslo…

Infinidad de posibilidades en el ring

WWE 2K23 es un juego que premia sobre todo la imaginación, y que cuanta más gala hagamos de ella, mejor lo vamos a pasar. Esto se traslada primeramente a lo que ocurre en el cuadrilátero y en cada tipo diferente de combate, independientemente de si se trata de uno normal, por parejas, Fatal 4 Way, Hell in a Cell… A lo largo de la historia de la marca hemos disfrutado de todo tipo de diabluras entre las cuerdas, y aunque de momento no podamos recrear el mítico súplex desde las cuerdas de Brock Lesnar a Big Show que derrumbó el ring, pocas son las acciones que podamos decir que son imposibles.

Llaves, irish whip, uso de objetos… Son incontables la cantidad de movimientos que podemos realizar, lo que conlleva una gran complejidad a la hora de trasladar eso al mando, algo que en Visual Concepts han sabido llevar a cabo con total acierto. Con un sistema de control no muy diferente del que ya usaban en Yuke’s –anteriores desarrolladores de la saga-, tenemos todos los botones a nuestra disposición para realizar prácticamente cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, y aunque dicho así pueda parecer complejo, y lo es, con el paso de unas pocas horas veremos que es algo totalmente intuitivo.

Esta complejidad se multiplica exponencialmente a la hora de disputar un combate War Games, una modalidad creada por D-Generation X –a saber: Triple H y Shawn Michaels- y que sitúa dos rings contiguos rodeados por una jaula de acero. Como es de esperar, la cantidad de posiblidades en este tipo de pelea son enormes, y aunque se ha resuelto de una manera convincente, los combates entre una gran cantidad de luchadores siguen siendo un poco engorrosos debido al sistema de fijado de oponente, con el que a pesar de todo, se sigue sin dar con la tecla perfecta, y es que hay que reconocer que no es algo en absoluto sencillo.

Mi GM vuelve por todo lo alto

Creemos que, de entre todos los modos de juego con los que cuenta WWE 2K23, Mi GM es el que más horas de juego va a consumir entre los fans, y es que es un verdadero pozo de horas. Esta modalidad regresó el año pasado tras ser santo y seña de los mencionados Smackdown VS RAW, pero a pesar de la alegría inicial, sus carencias impidieron considerarlo una vuelta en toda regla. Principalmente, hablamos de que tan solo podía disputarse una temporada, algo incomprensible cuando seguramente la gracia de estos modos es ver cómo evoluciona nuestra marca a lo largo de los años, consiguiendo mejores luchadores, más fans, etc…

Como sabemos, en Mi GM tomamos el papel de uno de los mánager de la WWE, tales como Kurt Angle, Mick Foley o Sonya Deville, nos ponemos al mando de una división a elegir –entre RAW, Smackdown, Next…- y a partir de ahí, nuestra imaginación hace el resto. Partimos de un draft en el que elegir a las estrellas que conformarán nuestro plantel, teniendo que formar uno equilibrado entre luchadores heel y face, hombres y mujeres, etc… Tras esta elección, entramos en el meollo, organizando cada evento semanal en el que tener varios factores en cuenta: enfrentar a “buenos” contra “malos”, la popularidad de cada luchador –no conviene montar un combate entre un mindundi y Roman Reigns, por ejemplo-, las promos que repercuten en la visión que los fans tienen de cada estrella… Podemos simular cada combate, pero gran parte de la gracia está en tomar el mando del que deseamos que gane y hacer un gran espectáculo, ya que cada combate obtendrá un índice de satisfacción de los fans que hará que nuestra marca suba o baje en audiencia.

Como decíamos antes, ha sido un gran acierto –de hecho, era imprescindible- incorporar la posibilidad de disputar varias temporadas, porque nuestra plantilla no tiene por qué ser siempre la misma. Con un presupuesto limitado para montar eventos y pagar a los componentes de nuestro roster, y con los beneficios suficientes, contratar agentes lbres, y lo que es mejor, hacer una WWE de fantasía y fichar a leyendas del calibre de The Rock, Steve Austin o Goldberg.

Never give up

En WWE 2K22 pudimos disfrutar de un Showcase protagonizado por Rey Mysterio, que recientemente le ha dado lo suyo a su hijo Dominik en la última edición de Wrestlemania. Era un modo divertido para descubrir la carrera del pequeño gran mexicano, pero controlar constantemente a Rey podía llegar a hacerse pesado. En WWE 2K23 toca rememorar los mejores combates de The Doctor of Thuganomics, John Cena. Con un gimmick de rapero –no casual, ya que tiene un disco de rap muy digno, de nombre… You Can’t See Me-, el de Massachusetts se ha labrado un nombre durante dos décadas en las que no ha estado exento de críticas debido a su supuesta falta de repertorio de movimientos. Sin embargo, si algo no se le puede reprochar a Cena es no darlo todo sobre el ring, como atestigua su tremenda rivalidad con Edge a comienzos de la década que arrancó en 2010 y que resultó en combates absolutamente tremendos en los que se llegó a derramar no poca sangre.

En este Showcase celebramos un cambio importante, y es que al contrario que en el caso de WWE 2K22, no solo controlaremos a nuestro protagonista, sino también a todos aquellos rivales que han conseguido derrotarlo. Sin ir más lejos, el primero de ellos es aquel ya legendario enfrentamiento con Rob Van Dam en One Night Stand 2006, con un auditorio completamente en contra que incluso rechazó su camiseta en reiteradas ocasiones. El propio Van Dam, Edge, Batista… También nos pondremos en la piel de sus enemigos más feroces, pero hay algo que no nos ha terminado de convencer, y son unos combates excesivamente guiados y en los que constantemente se nos obliga a realizar un movimiento determinado.

La idea del Showcase es buena, y es algo prácticamente imprescindible en cualquier juego deportivo (“deportivo”) que se precie hoy en día, para descubrir muchas historias de los protagonistas que han hecho grande, en este caso, a la WWE. Sin embargo, evidentemente echamos en falta más libertad a la hora de plantear los combates, siendo algo completamente guionizado y que entronca directamente con el espíritu que creemos que encarna la franquicia, y es la libertad para hacer lo que nos venga en gana sobre el ring.

Una WWE para todos

Cualquier jugador encontrará su espacio en WWE 2K23. Aunque no termine de encajar con la disciplina, Mi Facción representa el equivalente a Ultimate Team de FIFA o Mi Equipo de NBA 2K, es decir, el coleccionismo de cartas. Es este un modo que también ha experimentado diversas mejoras y añadidos en forma de desafíos para un jugador, como las torres en las que enfrentarnos a combates cada vez más difíciles y con mejores recompensas a medida que avanzamos. La gran novedad es que por primera vez podremos batirnos el cobre online con otros usuarios, aunque solo en Partida Rápida. Está repleto de contenido, pero como no podía ser de otra manera, nos encontramos con los temidos VC –o Virtual Currency-, que vienen a ser la moneda virtual con la que comprar sobres, es decir, cajas de botín. No sabemos hasta cuándo estará presente esta “mecánica” de apuestas que en numerosos géneros como el shooter se ha mostrado ya obsoleta, pero por lo pronto, parece que el deportivo tendremos que sufrirla aún un tiempecito.

Por otro lado, Mi Leyenda también nos ha dejado un poco fríos. Es cierto que en WWE 2K23 va mucho más al grano, con una historia que nos da más libertad para tomar decisiones y menos escenas cinemáticas –en las que nuestro personaje creado luce por encima de lo normal en estos casos-, pero se sigue presentando de manera un tanto somera. Mientras, las misiones secundarias carecen de enjundia, limitándonos a combates con poca expectación al comienzo en entornos no demasiado atractivos, como el Performance Center.

En definitiva, WWE 2K23 cuenta con una ingente cantidad de contenido sea cual sea la vertiente que elijamos para disfrutar, aunque por el momento presenta bastante margen de mejora en prácticamente todos los terrenos.