Star Wars Jedi: Survivor
- PlataformaPCPS59XBSPS4XBO
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorRespawn Entertainment
- Lanzamiento28/04/2023 (PC, PS5, XBS)17/09/2024 (PS4, XBO)
- VocesEspañol
- EditorElectronic Arts
Análisis
Star Wars Jedi: Survivor, análisis. Cal Kestis domina la Fuerza en una secuela galáctica
El título desarrollado por Respawn Entertainment para PS5, Xbox Series X/S y PC evoluciona y mejora la fórmula del juego original.
De la misma forma que la Fuerza une a toda la galaxia, los protagonistas de Star Wars Jedi: Survivor mantienen un vínculo emocional inquebrantable. El grupo comparte un pasado trágico de pérdida y de dolor; todos ellos son supervivientes de una tiranía cruel y déspota; todos ellos han sido víctimas de Palpatine y de todo lo que representa. Es imposible recuperar lo que el Imperio Galáctico les arrebató, pero incluso en la oscuridad más insondable se divisa la luz de la esperanza.
La esperanza es un concepto intrínseco a Star Wars desde la película de 1977. Un grupo reducido de Rebeldes se enfrenta al todopoderoso Imperio, aun cuando las posibilidades de triunfar se antojan escasas, casi nulas. Como dice C-3PO, “las probabilidades son de 1 entre 3.720″, a lo que Han Solo responde, entre enfadado y asqueado, que nunca le diga nada sobre probabilidades. Ante la adversidad, la fuerza —y la Fuerza— de un equipo unido por una misma causa: la pérdida y el pasado.
Una familia de supervivientes
En Star Wars Jedi: Fallen Order, Cal Kestis salió de las sombras. El antiguo Padawan Jedi, que logró escapar in extremis de la Orden 66, se mantuvo oculto durante años, cerrado a la Fuerza y trabajando como chatarrero. Cuando fue descubierto por la Inquisición Imperial, conoció a su nueva familia, la que le rescató y le hizo sentirse en casa una vez más. Ninguno de sus miembros comparte sangre, pero sí un fuerte vínculo emocional.
La tripulación de la Mantis la formaron inicialmente el piloto Greez Dritus y la Maestra Jedi Cere Junda. Después se unió Cal Kestis y más adelante reclutaron a una Hermana de la Noche, a la poderosa y enigmática Merrin. Juntos desafiaron al Imperio durante años, aunque ese objetivo común empezó a resquebrajarse poco a poco. La novela Star Wars Jedi: Battle Scars sirve de puente entre los dos videojuegos, y aunque no es imprescindible para comprender la historia, sí deja entrever que la separación de la familia era inevitable.
Varios años después de los acontecimientos acaecidos en la primera entrega, Cal Kestis viaja solo a bordo de la Mantis. Todos ellos han emprendido caminos diferentes por distintos motivos, ya sea para procesar lo que les ha ocurrido o para encarar otros objetivos. En el fondo, se trata de un mecanismo natural para curar las heridas emocionales no cicatrizadas.
La obsesión de Cal, considerado un terrorista, es dañar al Imperio sea como sea. En ese afán por luchar y seguir luchando conoce a Bode, un cazarrecompensas deslenguado que lo acompaña en algunas misiones. Este personaje comparte algunos rasgos con Han Solo, y aun así, su situación y contexto difieren, su personalidad adquiere tonalidades únicas.
El guion de Star Wars Jedi: Survivor explora con éxito la psicología de unos personajes perseguidos por su traumático pasado, que se preguntan por su destino y que buscan el modo de encajar en una galaxia dispersa. Cansados de escapar una y otra vez, sueñan con un hogar seguro, pero son conscientes de que seguirán en peligro mientras el régimen siga en pie. ¿Vale la pena seguir luchando? Explorar el interior de una mismo, la luz y la oscuridad, la decisión que todo Jedi lleve tomar llegado el momento... ¿sucumbirán al lado tenebroso o elegirán el sendero luminoso?
Los ecos de la Alta República
Respawn Entertainment canaliza estas cuestiones a través del personaje de Cal Kestis y de sus interacciones con los viejos tripulantes de la Mantis, mientras a su alrededor se desarrolla una trama argumental que entreteje sucesos de un pasado más remoto. La Alta República, una época dorada que se sitúa cronológicamente siglos antes de La Amenaza Fantasma, resuena en el argumento de Jedi: Survivor, aunque no adelantaremos detalle alguno para no arruinar sorpresas.
El maestro Yoda vivió en tiempos de la Alta República, pues pertenece a una especie cuya esperanza de vida se prolonga hasta el milenio de existencia, pero hay otras razas que también perduran durante cientos de años, como los Gen’Dai. Rayvis, uno de los villanos del videojuego, es uno de ellos. Sus motivaciones son desconocidas, pese a que a medida que avanza la historia, el personaje va mostrando las razones que le llevan a actuar como actúa. En cierto modo, comparte algo con Cal Kestis y el resto de tripulantes de la Mantis: su hogar, el planeta natal de los Gen’Dai, fue destruido. Los supervivientes se convirtieron en nómadas y muchos pusieron sus armas al servicio de contratistas.
La senda del Jedi, una lucha constante: así mejora el sistema de combate
El sistema de combate de Star Wars Jedi: Survivor se construye sobre las bases del original. Las mecánicas básicas siguen siendo las mismas, pero Respawn Entertainment ha ampliado las opciones y mejorado el conjunto. La diégesis narrativa se respeta, Cal Kestis ya reconectó con la Fuerza en la época de Jedi: Fallen Order, de manera que las habilidades que recordó no se han perdido, están disponibles desde el arranque de la nueva aventura.
El Caballero Jedi se mueve en batalla con agilidad y soltura, reparte mandobles, esquiva, desvía blásteres, detiene el tiempo, se protege utilizando el sable láser y se cura gracias a BD-1. Al igual que en el original, el parry es una mecánica básica que otorga una valiosa ventaja: si lo activas en el momento justo, no solo desviarás el ataque del enemigo, sino que podrás contraatacar e incluso ejecutar al desdichado que se cruce en tu camino (y sí, hay desmembramientos humanos).
En ese sentido, los modos de dificultad afectan al tiempo de respuesta y al daño. Los desarrolladores han introducido el Modo Caballero Jedi (equivalente al normal) entre las modalidades Historia y Padawan. El más difícil es el Modo Gran Maestro.
No solo los usuarios de la Fuerza se valen de sables láser. La diferencia entre unos y otros radica en que los Jedi (o los Sith) explotan su poder para anticiparse y para desencadenar sus golpes. En el caso de Kestis, encontramos muchos combos desbloqueables que combinan las destrezas marciales con sus habilidades Jedi. Por otro lado, como en el anterior título, se puede empujar y atraer al contrincante hasta la posición del personaje. Los menos resistentes se acercarán tanto que dejarán el cuello al descubierto.
Mediante un menú de acceso rápido, el jugador tiene la opción de usar otros poderes de la Fuerza, como el de confundir a las mentes más débiles para que se revuelvan contra sus compañeros de manera temporal.
Dentro de ese mismo menú se introduce una de las novedades jugables de esta secuela: la colaboración entre Cal Kestis y sus aliados. En determinadas circunstancias, cuando personajes como Bode o Merrin lo acompañan —uno de ellos, nunca los dos a la vez—, el aliado lucha al lado del Caballero de forma independiente. Con todo, es posible dar una orden para que ejecute un golpe contra uno de los enemigos. El sistema, similar al de Marvel’s Guardians of the Galaxy, funciona y encaja con el esquema jugable planteado, si bien se echa en falta un poco más de profundidad. La sensación es que se podía haber ido un poco más allá.
Distintos enemigos requieren variados enfoques estratégicos. Los desarrolladores de Respawn se han tomado esa máxima al pie de la letra y han expandido la plantilla de antagonistas de forma notable. Por parte de la facción imperial nos enfrentamos a Stormtroopers regulares, a soldados que disparan fuego, a los que portan escudos pesados y a los que se elevan sobre el cielo para disparar los blásteres más mortíferos, por no hablar de los soldados de la purga y de otros tantos arquetipos. Droides asesinos, entre ellos muchos de las Guerras Clon, son recuperados por los piratas al servicio de Rayvis. Estos también cuentan con sus propios efectivos, y eso sin mencionar a las criaturas que habitan los planetas de la galaxia muy, muy lejana.
Cinco posturas, cinco estilos de lucha diferenciados
Uno de los elementos jugables que más ha llamado la atención desde su anuncio son las posturas. En entrevista con MeriStation, el director Stig Asmussen reconoció que era algo que habían intentado implementar en Jedi: Fallen Order, pero que se vieron obligados a recortar porque el tiempo se les echó encima. Ya nos dieron un aperitivo con la postura del sable láser doble, pero ahora se añaden cinco en total.
Según Asmussen, es posible completar la aventura con un único estilo de combate. No obstante, al añadir más opciones se abre un abanico de posibilidades muy interesante, lo que nos permite experimentar y adaptarnos a las diversas situaciones o al estilo que más encaje con nuestra forma de jugar. Le confiere al combate una visión más estratégica y variada:
La decisión de limitar las posturas a dos —se pueden intercambiar en los puntos de meditación— es entendible desde una determinada perspectiva: te invitan a reflexionar sobre el estilo que mejor se adapta a las circunstancias. En la práctica, los arquetipos de enemigos se mezclan entre sí, por lo que quizá hubiera sido mejor poder acceder a las cinco posturas en cualquier momento.
A los mandos, el videojuego se percibe más preciso que el original, mas ciertos problemas —un poco inherentes al género, también hay que decirlo— se repiten. En entornos pequeños, sobre todo cuando son cerrados, es muy complicado evitar los golpes que se suceden alrededor, más que nada por una cuestión de espacio y de poca visibilidad.
Al que haya completado el juego anterior —lo normal tratándose de una secuela—, los jefes finales no le sorprenderán demasiado, no porque sean malos ni muchos menos, sino porque el diseño jugable es bastante continuista. Como en la primera entrega, los combates se desarrollan en varias fases. Cuando la barra de vida de un enemigo baja hasta cierto punto, los patrones de ataque cambian, de modo que hay que estar bien atentos para memorizarlos y actuar en consecuencia. También hay que tener en cuenta si el jefe es Jedi o no, porque los ataques de la Fuerza no le afectarán de la misma manera. Con algunos conviene potenciar el parry; con otros utilizar una estrategia más esquiva. En general nos hemos topado con enfrentamientos cara a cara exigentes, que obligan al jugador a medir bien sus golpes. Reaccionar a tiempo es clave cuando el jefe utilizar un golpe que no se puede detener, pero a veces cuesta ajusta el timing.
Un sistema de progresión más profundo y variado
El viaje de Cal Kestis es largo, arduo y no exento de peligros. El aprendizaje de un Jedi no culmina al ser nombrado Caballero, sino que prosigue a lo largo de toda su vida. En términos jugables, esto se traduce en un sistema de progresión que sigue la línea de Jedi: Fallen Order, pero al igual que otros apartados del juego, se ha expandido.
No todos los Jedi poseen los mismos talentos. El de Cal es peculiar, puesto que es capaz de revivir ecos del pasado con solo tocar un objeto. Este tipo de coleccionable, como otros secretos, le proporcionan experiencia, que se obtiene al vencer a enemigos o cumplir tareas. En caso de morir, los puntos de habilidad se pierden, si bien se pueden recuperar al golpear al enemigo que acabó con su vida.
Tres árboles de habilidades: Supervivencia, Espada láser y Fuerza, que se ramifican a su vez en distintos subapartados. Cada cual va eligiendo el camino que más le convence, aunque como el juego es largo y está lleno de secretos, siempre se puede invertir tiempo en reforzar todos los aspectos del personaje.
Ampliar la barra de vida y de Fuerza en Fallen Order era posible mediante al árbol de habilidades o buscando fragmentos por el mundo. Eso no ha cambiado, solo que ahora ya no hace falta encontrar fragmentos. Unas recompensas especiales otorgan esta clase de mejoras, experiencia y ventajas. ¿Y qué son las ventajas? Es un nuevo sistema de perks asignables a varios slots. Al principio hay tres, pero los espacios son ampliables. Las mejoras en el combate y la progresión revisten el apartado jugable de mayor profundidad.
Una galaxia muy viva: la exploración, las plataformas y el contenido secundario suben de nivel
La estructura metroidvania formaba parte del núcleo jugable de Star Wars Jedi: Fallen Orden, de manera que el backtracking y la exploración eran puntos esenciales del videojuego. Sin embargo, la decisión de no implementar un sistema de viaje rápido provocó quebraderos de cabeza a más de uno, ya que para acceder a un área en concreto había que recorrer todo el escenario. A esto habría que añadir la dificultad de orientarse mediante el mapa desplegado por BD-1, un galimatías tridimensional de enmarañados caminos, puentes y puertas. Para la secuela, Respawn ha tomado buena nota de las quejas y ha pulido la fórmula al máximo.
El mapa de BD-1 presenta un diseño parecido, pero las indicaciones son más claras y los iconos más fáciles de identificar. Por si eso no fuera poco, entre las múltiples opciones de accesibilidad se añade una ayuda a la navegación, que muestra el camino de forma todavía más clara. El viaje rápido entre los distintos puntos de meditación (los espacios en los que guardas la partida, gestionas las ventajas, las posturas, etc) suponen un enorme paso adelante, máxime cuando el estudio se ha esforzado tanto en potenciar la exploración.
Antes, la mayoría recompensas eran cosméticas; en Survivor, los desarrolladores han llenado el mundo de objetos útiles que nos valen para mejor al personaje, como las ventajas, los viales de estimulantes o el aumento de las barras de vida y de Fuerza. Eso no se significa que se hayan eliminado los aspectos y los elementos cosméticos. De hecho, el jugador tiene la opción de modificar la ropa de Cal, el peinado o el vello facial del personaje. Asimismo, la personalización de la espada, la pistola y BD-1 en la mesa de trabajo continúa disponible.
BD-1, el simpático droide que el Jedi lleva siempre acomodado en su hombro, dispone de una nueva funcionalidad: puede rastrear el terreno para que el jugador eche un vistazo al escenario y marque los puntos de interés.
Las seis localizaciones principales se han diseñado con la idea de vertebrar los escenarios de forma orgánica. Los distintos puntos se conectan con todo tipo de pasarelas, puentes, caminos y construcciones, y como buen metroidvania, acceder a las distintas zonas depende de las habilidades que vayamos consiguiendo a medida que avanzamos en la trama. Está diseñado para volver atrás y tratar de llegar a lugares antes bloqueados.
Plataformas mucho más trabajadas
Estrechamente relacionado con ello, el apartado plataformero es otro de los grandes avances con respecto a la primera entrega. Más posibilidades, puzles, más jugueteo con la Fuerza (mover plataformas, combinarlas con otras) y nuevos elementos, como una especie de soporte volador que te impulsa hacia adelante, contribuyen a que la experiencia sea mucho más satisfactoria. El personaje mezcla sus habilidades de salto, doble salto y de impulso para alcanzar lugares lejanos, corre por las paredes, se aferra a las superficies a través del gancho y escala por superficies escarpadas y techos. A veces, debe sortear peligros como verjas electrificadas, rayos láser y otras amenazas. Las monturas aceleran el desplazamiento y sortean obstáculos que no se pueden evitar a pie.
Los compañeros no solo asisten en combate, también utilizan sus habilidades a fin de ayudar a Cal Kestis en su periplo. Bode, impulsado por la mochila jetpack, mueve plataformas, al tiempo que Merrin hace lo propio con su magia. BD-1 dispone de dos habilidades especiales que obtiene durante el viaje.
Respawn ha bosquejado un videojuego focalizado en la narrativa que trasciende la historia principal. La galaxia está preñada de pequeñas historias, que podemos descubrir gracias a las misiones secundarias. Se trata de los rumores, pequeñas pistas que nos ponen sobre aviso y que nos animan a investigar. Quizá algunas no sean demasiado complejas y sigan el esquema “de recadero” más clásico, pero son lo suficientemente variadas como para mantener el interés.
Reclutamos a ciertos personajes, que se instalan en la cantina de Greez y que ofrecen distintos servicio, como la posibilidad de jugar a un minijuego de estrategia muy entretenido. Influido por el sistema Némesis, una cazarrecompensas nos proporciona los objetivos que debemos derrotar, subjefes organizados en una jerarquía a descabezar. Tampoco hay que olvidar las Cámaras Jedi, pruebas opcionales con pequeños rompecabezas al estilo The Legend of Zelda: Breath of the Wild, aunque más sencillotes.
¿Qué ocurre al acabar la historia principal? Al finalizarla, solo habíamos completado un 56% de todo el contenido. Se puede seguir jugando sin ningún problema, pero además se desbloquea el modo Nueva Partida+, que traslada los puntos de habilidad, entre otras ventajas.
Gráficos mejorados; rendimiento muy deficiente
Star Wars Jedi: Survivor no sale para la anterior generación de consolas. Respawn ha querido aprovechar el potencial del hardware más actual, algo que se nota de inmediato en los tiempos de carga más cortos. Desarrollado con Unreal Engine 4, el título presenta escenarios abiertos —que no mundo abierto— muy amplios y detallados. Las animaciones también han mejorado un poquito (siguen siendo raras), así como la iluminación y las texturas de los objetos y localizaciones. Gozamos de momentazos de gran espectacularidad, dignos de la saga Star Wars.
En contraposición, el título está encorsetado por las limitaciones del motor. Las mejoras son evidentes, pero está lejos de lo que le pedimos a un título de nueva generación. Esto se plasma a la perfección en el modelados de los personajes y sus rostros, que tienen mucho margen de mejora.
Más allá de que los gráficos se vean mejor o peor, el problema más grave es de rendimiento. En la build de la review, el Modo Rendimiento (objetivo 60 FPS) es un desastre: caídas constantes de framerate y tearing estropean la experiencia jugable, así que optamos por el Modo Calidad (4K a 30 FPS), también con problemas, aunque más estable. En el momento de escribir el artículo, Respawn ha lanzado el parche del día 0. Pese a que el rendimiento ha mejorado un poco, todavía queda mucho trabajo por hacer.
Stephen Barton repite como compositor de una banda sonora a la altura de un producto Star Wars. El músico recupera el tema principal de Fallen Order, reviste de musicalidad las escenas y refuerza su componente dramático con partituras que se atreven a remezclar temas originales de John Williams, sin coartar su creatividad a la hora de integrar las nuevas notas. La saga creada por George Lucas siempre ha destacado en el campo sonoro y el juego tiene el privilegio de poder hacer uso de la abundante librería de sonidos. El resultado es fantástico, como no podía ser de otro modo.
Análisis de la versión PS5
Conclusión
Star Wars Jedi: Survivor va un paso más allá en todos sus apartados. Respeta la base jugable de su predecesor, pero la potencia con novedades y cambios de lo más acertados. La historia es más profunda, indaga en las situaciones traumáticas de sus protagonistas y en el concepto de familia que los une. A nivel jugable, las posturas (estilos de lucha) aportan frescura y dan forma a un sistema de combate más trabajado y preciso, que sin embargo sigue fallando en los espacio cerrados. Los planetas de la galaxia se vertebran en torno a la fórmula metroidvania, muy mejorada en comparación con la primera entrega. La comodidad del viaje rápido, las recompensas más allá de lo cosmético, la mejora en las plataformas y el contendido secundario de calidad apuntalan uno de los aspectos más importantes de la obra de Respawn Entertainment. A pesar de que hay mundos muy grandes y con distintos biomas, nos habría gustado algo más de variedad. Por otra parte, el rendimiento de la build actual es muy flojo, sobre todo (e irónicamente) en el Modo Rendimiento.
Lo mejor
- Una gran evolución de los planteamientos de Star Wars Jedi: Fallen Order
- Las posturas (estilos de lucha) aportan variedad al sistema de combate
- Una buena historia de Star Wars
- Una galaxia llena de secretos e historias secundarias unida; la exploración se ha potenciado
- La parte plataformera es mucho más satisfactoria
Lo peor
- Caídas de frames acusadas e inestabilidad, sobre todo en el Modo Rendimiento.
- La colaboración entre aliados podía haberse explotado algo más
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.