Análisis Park Beyond, la imposibilización contra el capitalismo

Ese vuelco en el estómago cuando arranca el vagón de una montaña rusa es una sensación única. La anticipación ante las subidas, bajadas, loops y giros vertiginosos nos hace temblar de emoción, incluso un poco de miedo, pero la satisfacción y la adrenalina ascienden después para construir una experiencia única. ¿Y cómo debe ser crear nuestras propias montañas rusas, nuestro propio paraíso de atracciones llenas de fantasía? Park Beyond, de Limbic Entertainment y Bandai Namco nos propone una aventura de gestión de parques temáticos con un leit motiv muy claro: la imposibilización. Disponible en PC, Xbox Series y PS5, hoy os hablamos de un título que celebra la imaginación con los únicos límites de la rentabilidad. ¿Es este un título a la altura de sagas como Theme Park o Rollercoaster Tycoon.

La imposibilización a los límites de la física

Cuando pensamos en videojuegos de gestión de parques temáticos, los primeros nombres que surgen en nuestra mente son Rollercoaster Tycoon y el eterno Theme Park. Park Beyond ha conseguido hacerse un lugar al lado de estas dos leyendas del género, y es que ha conseguido cumplir con todo lo que esperamos de una aventura de este tipo: diversión, libertad de acción, desafío a la estrategia y un ritmo en el que siempre tengamos algo que hacer y no quedarnos ociosos en exceso de tiempo.

Park Beyond ofrece un modo campaña guiado por una narrativa sencilla pero bien cohesionada: la empresa Cloudstormer ha puesto los ojos en nosotros, diseñadores de parques de atracciones que podemos dar un golpe en la mesa y crear el parque de atracciones definitivo que marcará la diferencia en el mercado gracias a nuestra desbordante creatividad y nuestro enfoque hacia la imposibilización el cual, en una especie de metajuego, también es el que marca la diferencia de Park Beyond en el propio género.

¿Y qué es la imposibilización? La capacidad de llevar una atracción clásica a un nuevo nivel de tal modo que desafía las leyes de la física y la gravedad. Con ello, tenemos en nuestro catálogo de construcción extravagancias como montañas rusas a las que incluir cañones o raíles submarinos, tazas giratorias y voladoras e incluso batallas de robots gigantes. Por supuesto, aquí entra la suspensión de credulidad y se añade cierta fantasía verosímil, de tal modo que no nos paramos a pensar si un parque temático así sería viable en la vida real.

Sin rentabilidad no hay paraíso

Por otro lado, Park Beyond nos pone un escollo muy realista: la rentabilidad y la seguridad. A lo largo de nuestra aventura empresarial con Cloudstormer, revitalizaremos terrenos y parques abandonados para transformarlos en un nuevo templo del entretenimiento. Conoceremos personajes como Lizzy, Sofía, Phil y Álex que nos acompañaran en nuestra aventura y nos guiarán a lo largo de una campaña donde el tutorial es progresivo y muy bien integrado. La misma interfaz del juego y la navegación es deliciosamente cómoda y hace que tantísimos menús sean reconocibles a simple vista, de tal modo que si pasamos una temporada sin jugar podemos recordar con facilidad para qué servía cada desplegable.

Park Beyond resulta amable tanto para gente inexperta en los videojuegos de gestión como para magnates de los parques temáticos virtuales. Poner las primeras piedras de nuestro parque será sencillo e intuitivo, así como ir edificando desde estos cimientos. Hacerse con una ruta de juego seguirá una lógica obvia: crear una entrada, construir los caminos que lleven a las atracciones, asegurar la limpieza e higiene asegurando papeleras, baños y personal de limpieza, contratar médicos y personal de entretenimiento y crear locales que ofrezcan comida, bebida y recuerdos para los visitantes. Cada local tendrá detalles de personalización muy generosos, desde los productos que ofrece, el precio y pequeños aspectos estéticos.

Pero no basta con crear sin ton ni son, sino guiarnos por una visión de negocio y aplicar ciertos conocimientos estratégicos. Debemos establecer un público objetivo entre 3 grupos de población que pueden combinarse entre ellos: adultos, adolescentes y familias. Dichos grupos tienen sus preferencias en cuanto a atracciones y comida y bebida, con lo que debemos tener esto en cuenta a la hora de elegir los servicios y ocio que ofrece nuestro parque, sin cerrar la puerta a otros públicos.

El valor de nuestro parque se mide por la diversión que ofrezcamos y la limpieza. El atractivo de nuestro parque está en constante movimiento, ya que deberemos ir añadiendo nuevas atracciones y puestos e investigando en nuevos elementos a medida que subamos el nivel. Por supuesto, entra en juego la herramienta de imposibilización, con la que podemos elegir cualquier edificio o personal del parque y darle un nuevo aire más enfocado a este concepto, para que resulte más disparatado y atractivo, con consiguientes mejoras en la rentabilidad y el asombro, que es la sensación que deja en sus usuarios.

Con la rentabilidad, llega nuestro mayor enemigo, y es que en Park Beyond debemos conciliar nuestra ambición revolucionara con el capitalismo. Por supuesto que debemos crear parques temáticos que desafíen los límites de la imaginación, pero también ganar beneficios con ello o nuestros sueños tendrán un final infeliz si pasamos más de 3 meses seguidos de pérdidas. Habrá atracciones y puestos que no den beneficios, y debemos acceder a ellos para comprobar qué es lo que falla leyendo los comentarios de los usuarios. En ocasiones, deberemos optar por decisiones duras como cerrar atracciones, incluso sin saber muy bien por qué han dejado de gustar, incluso después de imposibilizarlas.

La montaña rusa de los negocios

La seguridad también será una cuestión que se debe tener en cuenta a la hora de confeccionar nuestro parque de atracciones, en especial las montañas rusas. El personal de mantenimiento será un esencial en nuestras instalaciones, y no podremos abrir ninguna montaña sin pasar una prueba de seguridad. Ver en primera persona el recorrido de nuestra montaña rusa es una de las características más emocionantes dentro de Park Beyond, algo que no funciona tan bien en otras atracciones, ya que subirnos al Templo de Medusa hace ver una cámara girar en todas direcciones sin ningún aliciente. Realista sí, pero un ejemplo de cómo lo virtual a veces no puede simular lo analógico.

Park Beyond siempre nos tendrá con alguna tarea entre manos para llegar a los objetivos de cada misión o a los que nos propongan nuestros compañeros de Cloudstormer. Y siempre estaremos ampliando o mejorando nuestras instalaciones o revisando qué es aquello que no está dando dinero suficiente o cómo podemos llevar nuestras estructuras más allá y aprovechar el terreno de juego de las formas más alocadas. En ocasiones, nos podemos sentir algo frustrados si en los eventos hay alguna moda que por el momento no podemos ofrecer porque no tenemos el edificio especializado en dicho producto, o porque no sepamos identificar por qué exactamente una atracción no gusta lo que debería a pesar de estar orientada a nuestro público. Y, lamentablemente, los ocasionales bugs mancharán un poco una fantasía que, por otro lado, funciona casi a la perfección.

El otro gran inconveniente de nuestro viaje es el estilo artístico de los personajes y la irregularidad en la calidad del doblaje. El personal de Cloudstormer cae en lo inquietante debido a sus animaciones y personalidad, demasiado forzada dentro de sus estereotipos y, aunque la labor de doblaje al castellano en algunos es excelente, en otros resulta demasiado artificiosa. No obstante, la localización de Park Beyond sí nos parece excelente, y sí nos ha encantado la estética tanto de los mismos parques y escenarios, como las temáticas a las que podemos dirigirnos, desde la ciencia ficción, Chuchelandia, Da Vinci o el Lejano Oeste. El estilo de los menús, mimetizados en un cuaderno de dibujo con apartados y post-its, sí muestra una aspecto muy atractivo, redondeado con una fuente de letra que evoca la escritura a mano.

En conjunto, Park Beyond nos ofrece ese paseo con el que hemos soñado de pequeños y adultos de vivir auténtica magia en un parque de atracciones, al son de una banda sonora pegadiza y que cubre todas las ambientaciones que visitaremos en nuestra aventura. En una campaña que dura entre 15 y 20 horas, experimentaremos una eterna lucha que ya vivimos las personas creativas en el mundo real, entre nuestra imaginación y el capitalismo. Después, podemos crear nuestro propio campo de juego en el modo Cajón de Sastre, en el que acceder a todos los módulos y sistemas dentro de Park Beyond para crear con absoluta libertad y bajo nuestras normas. E incluso una vez apaguemos el juego, desearemos volver para ver cómo les va a nuestras montañas rusas, odiseas piratas y krakens locos.

Este juego ha sido analizado en su versión para PC Windows.