Análisis de Spy x Anya: Operation Memories, puro fanservice que se queda a medio gas

‘Spy x Family’ no pasa de moda. El manga de Tatsuya Endo sigue alcanzando nuevas formas de entretenimiento en una expansión que reivindica su posición dentro de Shueisha. El anime prepara la tercera temporada, mientras que en primavera hemos visto el estreno de la película ‘Código Blanco’. Las viñetas siguen su curso y ahora le toca el turno al videojuego.

Es fácil tirar de tópicos al analizar proyectos como Spy x Anya: Operation Memories. Que si va dirigido a los fans, que si solo lo van a apreciar quienes han vivido las aventuras de la familia desde sus inicios... pero lo cierto es que es así. Es un título que cumple con su cometido: tener más contenido de la marca en otras industrias. Nada más. Hasta ahí llega su función en la fotografía de ‘Spy x Family’.

El día a día de los Forger desde dentro

El bucle del juego es sencillo. Vivimos el día a día de Anya en una especie de simulador de vida más centrado en exprimir la fachada de la licencia que añadir mecánicas que den variedad a sus sistemas. La vida como la menor de la familia Forger es sencilla. Te levantas, vas al colegio, vuelves a casa, cenas y a la cama. La monotonía del día a día cansa y por ello Anya siempre se marca como objetivo cuál es el siguiente sitio que visitar junto a sus padres.

Porque las excursiones al exterior son una de las claves del juego. Si la familia decide ir al acuario, Anya imaginará tres objetos que desea llevar al recinto para poder disfrutarlo en compañía de Loid, Yor y Bond. Estos items se adquieren en una tienda ingame con dinero que generas cumpliendo con actividades y minijuegos entre semana. Una vez de visita los puntos de interacción quedan claros. Cada objeto está en un lugar para que lo actives. En ese momento comienza una secuencia en la que te convertirás en el fotógrafo que capturará ese momento. Solo debes tener en cuenta el encuadre, el mejor momento de una escena de varios segundos y el desenfoque. Si cumples correctamente los tres requisitos obtendrás una foto excelente que añadir a un libro muy especial.

Y es que uno de los proyectos extracurriculares de la Academia Edén es completar un diario personal con recuerdos que los alumnos viven en su día a día. La idea está muy bien sobre el papel, pero hay que decir que las aventuras ahí fuera tienen bastante poca profundidad. Se limitan a momentos independientes donde la familia interactúa entre sí... pero hasta ahí. No hay un hilo conductor relevante, como sí lo hay en las Misiones Extra del manga. Ahí está de ejemplo la película, que narra una historia complementaria interesante sin romper el canon.

También hay que dejar claro que como puerta de entrada a la saga no está a la altura. Tanto en el manga como en el anime se sobreexplican los orígenes de la familia y cuál es su objetivo. Aquí directamente te colocan dentro de la vida de los cuatro como si ya supieras de qué trata todo. Por eso, más que nunca, Spy x Anya: Operation Memories está centrado casi en exclusiva a los veteranos de la licencia.

Demasiado fanservice y poca chicha

Como producto para fans hay mucho que reconocer en positivo. Hay incontables guiños a momentos concretos del manga alrededor de la Operación Strix. El minijuego del balón prisionero, por ejemplo, nos enfrenta al temible Bill Watkins, un momento desternillante cuando apareció por primera vez. También aparecen otros personajes de apoyo como Fiona y Yuri. Es consciente de lo tratado hasta ahora en la obra principal. Tomamos el control desde un punto argumental en el que se han presentado todas las cartas actuales a nivel de personajes.

Una de las claves son los minijuegos. Al caer la noche podremos sumergirnos en hasta 16 pruebas que repasan momentos clave de la serie. No solo está el balón prisionero que habíamos comentado. Está el entrenamiento de Yor con Anya, o cuando a la madre le da por cocinar. También hay dos pruebas de cierta acción sencilla con Loid y Yor repartiendo estopa frente a sus enemigos por separado. Todos muy sencillos pese a contar con tres niveles de dificultad.

Hemos realizado este análisis con un código proporcionado por Bandai Namco