Análisis de Arizona Sunshine Remake, el shooter zombi en VR regresa por todo lo alto ocho años después

Arizona Sunshine fue uno de los primeros videojuegos de realidad virtual como tal centrados en la supervivencia en un mundo posapocalíptico, convirtiéndose en una experiencia que valía la pena probar pero que rápidamente hacía aguas por todos lados, especialmente por la tecnología de la época. Y es que las primeras PS VR, así como los diferentes dispositivos VR de la época para PC, no lograban sumergir al jugador en una experiencia intuitiva, con demasiados impedimentos -tanto de control como visuales- para ofrecer una aventura a la altura. Ahora, ocho años después y tras el gran nivel que demostró su secuela hace menos de un año, en Vertigo Games se han puesto manos a la obra para rehacer casi desde cero su título original, adaptando el primer Arizona Sunshine a la tecnología de Arizona Sunshine 2 y los actuales dispositivos de realidad virtual, ya sean los compatibles con Steam VR, Meta Quest o PS VR 2 para PlayStation 5. Y el resultado no puede ser mejor; y, además, con todos los DLC y extras incluidos a un precio algo más accesible a lo que nos tiene acostumbrados los videojuegos de VR.

El mejor regreso a la soleada y moribunda Arizona

A grandes rasgos, los que hayan jugado tanto al primer título como a la más reciente secuela, rápidamente identificarán que Arizona Sunshine Remake toma prestada la tecnología de la secuela para adaptar su aventura original a los tiempos actuales. Tanto es así, que si tenemos fresca la segunda parte, nos parecerá que estamos jugando a una nueva historia de la misma, aunque en realidad se trata de la misma trama y situaciones de la primera parte. Todo ello se deja notar desde los primeros compases de nuestro viaje a través de una Arizona asolada por zombis: desde la actualización gráfica al manejo de las armas o nuestro movimiento, ahora mucho más natural que en el juego original. La ambientación también ha mejorado, así como el realismo con el que aniquilamos zombis.

Arizona Sunshine Remake, como su secuela, marca el camino a seguir entre los first person shooter de realidad virtual. Un mundo a nuestro alrededor totalmente adaptado y reactivo a nuestras acciones, con la posibilidad de manipular un sinfín de objetos y elementos del escenario, unos de vital importancia para nuestra supervivencia -tales como recoger munición, alternar entre un buen arsenal de armas o consumir y almacenar comida para recuperar salud-, otros para hacernos creer que estamos en ese universo posapocalíptico que se nos muestra a través de la doble pantalla de nuestro dispositivo VR. Y es que el planteamiento de Vertigo Games es sumergirnos en un apocalipsis zombi en toda regla; y el objetivo se cumple al cien por cien.

Este remake tiene todo el sentido del mundo si tenemos en cuenta el éxito de Arizona Sunshine 2. No bastaba con un remaster del primero; la tecnología de realidad virtual ha evolucionado notablemente desde 2016, más aún respecto a las primeras PS VR. El salto es abismal y este remake se vale de todos estos avances para ofrecer al jugador un nuevo título de obligada compra si nos apetece sumergirnos en un mundo de pesadilla en el que aniquilar a todo Freddy que se cruce en nuestro camino; porque sí, los zombis se conocen como Freddys en este universo rebosante de gore, muerte y humor ácido.

La ambientación es soberbia, a pesar de que gráficamente no impresiona. Y es que tal y como sucedía con la segunda parte, las limitaciones a nivel de polígonos y texturas -al nivel de los títulos de realidad virtual de nuestros días, eso sí- quedan convenientemente suplidas por una dirección artística verdaderamente atractiva. Todo ello para potenciar una jugabilidad que se convierte en el verdadero pilar central del título. Tanto es así, que tanto el manejo de las armas como el apuntado convencen desde nuestros primeros y temblorosos pasos fuera de nuestro refugio; a partir de ahí, Arizona Sunshine Remake se convierte en un auténtico festín de headshots, desmembramientos y zombis saltando por los aires, haciéndonos sentir cual Daryl Dixon en el universo de ‘The Walking Dead’, aunque con un tono mucho más gamberro que le sienta como anillo al dedo.

Todo ello para actualizar de la mejor manera posible aquel insípido Arizona Sunshine de 2016, ahora potenciado por las bondades de la notable secuela que analizamos hace un año. Aun así, siguen presentes las flaquezas de la secuela, encabezadas por algunos desajustes en la detección de nuestras manos a la hora de manipular las armas de nuestro cinturón, la munición y la mecánica de recarga. Eso sí, el título permite configurar completamente el nivel de simulación, permitiendo elegir entre la recarga automática y asistida a una completamente manual, la mejor de todas, todo sea dicho. Aun así, nos quedaremos vendidos tratando de coger el cargador y amartillar el arma de turno en más ocasiones de la que nos gustaría, obligándonos a regresar al último punto de control tras convertirnos en el almuerzo de algún Freddy; o varias decenas de ellos.

Asimismo, podemos elegir entre desplazamiento por saltos o continuo mediante joystick, este segundo el más recomendable, lo que nos permite también jugar sentados o de pie. Qué duda cabe que la mejor configuración es la que permite movimientos totalmente libres, siempre y cuando contemos con el espacio necesario a nuestro alrededor. También cuenta con hasta cuatro niveles de dificultad, cooperativo en línea, un modo horda tan desafiante como adictivo y todos los DLC que expanden el modo campaña incluidos, lo que aumenta considerablemente su duración estándar de entre seis y ocho horas; nada mal para una aventura con todas las letras en formato de realidad virtual.

Sobre los citados contenidos extra, Arizona Sunshine Remake viene bien cargado con todas las actualizaciones que aparecieron poslanzamiento, es decir, la Vieja Mina, el Parque de Remolques y el Valle de los Muertos Vivientes, además de las expansiones The Damned y Dead Man, protagonizadas por un agente de las Fuerzas Especiales y otro superviviente, respectivamente, y que ofrecen otros puntos de vista sobre el apocalipsis. Eso sí, no se añade ninguna otra historia que pudiera conectar directamente con su secuela; con todo, el título va sobrado de contenidos, todo por 29,99 euros en PS VR 2, Meta Quest o SteamVR, con la posibilidad de pagar 9,99 euros en PC para actualizar al remake si ya teníamos el original.