Sí a The Last of Us Parte 3, pero después una nueva IP

Neil Druckmann ha colocado los pies en la tormentosa vorágine, en el torbellino que supone la campaña de promoción de la serie de The Last of Us, que se estrenará el 15 de enero en HBO Max. El director creativo de los dos videojuegos se ha topado de lleno con el rumor de que una tercera entrega está en marcha. Como suele ocurrir en estas circunstancias, el desarrollador se ha limitado a proporcionar una respuesta esquiva, aunque ha reconocido que todavía quedan historias por contar. ¿The Last of Us Parte 3? Sí, un sí rotundo. La cuestión, en mi caso, radica en el cuándo.

En una entrevista reciente publicada en ComicBook, el director y guionista ha recordado que trabaja en un proyecto secreto, algo que cristalizará tras la publicación del proyecto multijugador de The Last of Us. No proporciona detalles ni adelanta ninguna cuestión sobre la naturaleza del videojuego, ya que sostiene que los anuncios precipitados han dañado al estudio en el pasado —y por ende, también a sus trabajadores, especialmente a sus trabajadores—. A partir de aquí se pueden fabular toda clase de elucubraciones y conjeturas: que si nueva aventura de Ellie o Abby, que si otro Uncharted, que si el regreso de una saga clásica como Jak & Daxter, que si algo completamente fresco...

Ha llegado el momento de arriesgar con una nueva propiedad intelectual (decirlo es muy fácil, sí, pero si no lo hacen ellos, ¿quién?). Desde la generación de PlayStation 3, que nos regaló Uncharted y The Last of Us, no ha habido ninguna IP inédita por parte de Naughty Dog. Es comprensible que las marcas que funcionan se sigan explotando, y yo soy partidario de que continúen diseñando nuevas entregas de estas sagas. Dicho esto, la perspectiva de la novedad me seduce hasta límites insospechados, máxime teniendo en cuenta el enorme talento que atesora la compañía norteamericana.

El boom de la serie alimentó a bien seguro el desarrollo de The Last of Us Parte I, un remake que ha servido asimismo para poner a prueba el hardware de PlayStation 5. Ahora que Naughty Dog ha experimentado con la consola de nueva generación, puede poner en práctica todo ese aprendizaje para construir el futuro, un futuro que espero que contemple ideas únicas e historias y personajes inolvidables, como solo Naughty Dog sabe hacer (mal que les pese a algunos).

Druckmann ha dicho que no teme un caso similar a las últimas temporadas de Juego de Tronos, pues no pretenden adaptar nada más que los juegos. Mi temor es que el interés por llevar a la pantalla más historias ambientadas en el universo de The Last of Us termine por precipitar el desarrollo de la tercera parte. Al fin y al cabo, Naughty Dog no se ha caracterizado por su habilidad para diseñar proyectos en paralelo.

Quizá la experiencia y los errores del ayer sirva para sortear a los infectados y chasqueadores del camino. Si despejan la vía de monstruos y encaran otra aventura regresaré con gusto a The Last of Us Parte 3. Si hacen lo contrario, también, para qué engañarnos a estas alturas.