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Dragon Ball Z

Guerreros de Leyenda: recordando la magia de tener todo Dragon Ball Z en tu bolsillo

Recordamos a Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda, un videojuego de Game Boy Color que nos permitía disfrutar del anime al completo en nuestra portátil.

Guerreros de Leyenda: recordando la magia de tener todo Dragon Ball Z en tu bolsillo

En 2002, y con Game Boy Advance ya en el mercado, la desarrolladora Flight-Plan se sacó de la manga Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda, uno de los últimos títulos de Game Boy Color... y también uno de los mejores. Debajo os contamos por qué este videojuego de Dragon Ball merece ser recordado:

Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda: el lujo de tener Dragon Ball Z al completo en tu bolsillo

Sin ningún motivo concreto más allá de haber echado un vistazo a la estantería y comprobar que todavía sigue teniendo la pila cargada, quien escribe estas líneas se ha dignado a sacar del baúl de los recuerdos a Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda. O Dragon Ball Z: Legendary Super Warriors, como se le conoció en otros territorios.

Pantalla de título de Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda
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Pantalla de título de Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda

Este cartucho de Game Boy Color podía jactarse de tener la historia completa de Dragon Ball Z: la saga de los Saiyans, la saga de Freeza, la saga de Cell y la saga de Buu. E incluso se permitía meter un escenario extra ambientado en una de las mejores OVAs de DBZ: la del futuro malo de Gohan y Trunks, en el que los Androides 17 y 18 reinan sin oposición alguna.

Había que hacer concesiones, por supuesto; por ejemplo, Raditz solo aparece en el prólogo, muriendo junto a Goku cuando Piccolo atraviesa a ambos con su Makankōsappō. El juego como tal comienza con Piccolo entrenando a Gohan niño para la llegada de los Saiyans Nappa y Vegeta. Otra de las concesiones afecta a Freeza, villano de su propio arco que aquí solo tiene su forma final, ahorrándonos el festival de transformaciones.

Raditz y Goku/Kakarot, siendo perforados por el Makankōsappō de Piccolo en el prólogo del juego
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Raditz y Goku/Kakarot, siendo perforados por el Makankōsappō de Piccolo en el prólogo del juego

A nivel jugable estábamos ante un experimento curioso. Dragon Ball, por motivos evidentes, es muy popular en el terreno de los videojuegos por sus no pocos juegos de lucha. Pues bien: Guerreros de Leyenda era un videojuego de cartas. Y bastante solvente, además.

Componiendo un mazo de hasta 20 cartas que representan ataques emblemáticos, acciones diversas u objetos de Dragon Ball Z, debemos enfrentarnos a otro personaje con tal de agotar su vida antes de que él agote la nuestra.

La vista general de las peleas era escueta
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La vista general de las peleas era escueta

Cada turno se divide en dos fases: ataque, que como su nombre implica es cuando podemos liarnos a tortas o a bolazos de energía con el rival, y defensa, que es cuando usamos objetos de apoyo, nos movemos por el terreno para cambiar nuestra posición relativa con respecto a la del oponente o esquivamos los supers del rival.

Aunque la vista de batalla general es cualquier cosa excepto espectacular, con sprites de los personajes apenas reconocibles, el juego sorprendía bastante a la hora de mostrar las animaciones en primer plano tanto de golpes normales como en la serie como de los ataques característicos de cada personaje. No faltan a la cita el Kamehameha, el anteriormente mencionado Makankōsappō o la devastadora Genki-Dama.

A la hora de realizar diversas acciones, el juego hacía gala de unos primeros planos y animaciones bastante potables para ser GBC
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A la hora de realizar diversas acciones, el juego hacía gala de unos primeros planos y animaciones bastante potables para ser GBC

Pero claro, no podemos tirar sin ton ni son los ataques más poderosos que tengamos en cada momento; el juego utilizaba un sistema de "coste", donde ciertas acciones cuestan puntos, y otras nos suman. La forma más común de ganar puntos de coste son los ataques de comando, que son básicamente quick time events.

En definitiva: a base de ir acumulando puntos de coste y gastándolos como buenamente nos parecía, teníamos un sistema de combate por turnos entretenido, con la posibilidad de distintos estilos de juego. Y la guinda del pastel eran las animaciones más que loables para Game Boy Color.

Tampoco faltan a la cita los ataques cuerpo a cuerpo, ya sea para propinarlos... y para recibirlos
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Tampoco faltan a la cita los ataques cuerpo a cuerpo, ya sea para propinarlos... y para recibirlos

Además tenía un modo Versus que, por motivos evidentes, requería de Cable Link, una segunda Game Boy Color y otra copia más del juego. No es que fuera un vendeconsolas como los títulos de Pokémon, pero quien tuviese la posibilidad de catarlo no saldría defraudado.

Por si no fuera poco, había un modo Batalla con peleas infinitas para conseguir cartas nuevas y un modo Nuevo Juego+ donde podíamos volver a participar en las 30 peleas del Modo Historia (32 si desbloqueamos el escenario extra de la OVA de Gohan y Trunks). En ambos podíamos jugar con todos los personajes y mejoras que tuviésemos desbloqueados, sin restricciones.

Y hablando de personajes: Guerreros de Leyenda tenía más de 45 distintos, incluyendo villanos y formas alternativas como los varios grados de Super Saiyan. Y no eran simples diferencias a nivel estético; cada forma única hacía que un personaje tuviese los correspondientes cambios en sus atributos, o que pudiese usar ciertos ataques definitivos respetando el canon.

Goku, Gohan, Vegeta, Piccolo, Freeza, Cell, Buu... ¡hasta las Fuerzas Especiales de Ginyu! Repetimos: todo esto en Game Boy Color era una auténtica salvajada.

¿Nappa contra Ginyu? ¿Y por qué no?
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¿Nappa contra Ginyu? ¿Y por qué no?

Otro aliciente para la rejugabilidad era intentar conseguir las 125 cartas distintas que había en el juego, aunque era una tarea prácticamente imposible de realizar sin guía. Y para añadir sal a la herida, en estos tiempos en el terreno de las guías de videojuegos había más rumores que información contrastada.

Algunas limitaciones debido al hardware tuvieron como resultado problemas a la hora de traducir el nombre de algunos elementos. Por ejemplo, suponemos que "Vi. cha. bat." significa "viejo chaleco de batalla".

Las abreviaturas eran una constante, especialmente en las descripciones de las cartas
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Las abreviaturas eran una constante, especialmente en las descripciones de las cartas

Son concesiones comprensibles si tenemos en cuenta que la traducción y localización de videojuegos japoneses a lenguas occidentales puede ser una auténtica odisea; el japonés permite transmitir la misma cantidad de información con menos caracteres, lo cual explica el exceso de abreviaturas. Estamos ante uno de estos casos. Y más si tenemos en cuenta que las ROMs de los cartuchos de Game Boy Color eran 8 MB.

No todo eran peleas: los distintos diálogos y escenas estáticas a modo de novela visual y pequeñas secciones jugables de exploración ponían en contexto la narrativa de Dragon Ball Z, dando algo más de verosimilitud al conjunto.

Entre pelea y pelea el juego nos mostraba la historia mediante escenas y diálogos
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Entre pelea y pelea el juego nos mostraba la historia mediante escenas y diálogos

Dragon Ball Z: Guerreros de Leyenda es y fue uno de los grandes imprescindibles de Game Boy Color. Además, para los jugadores de Estados Unidos tiene un encanto especial: allí el anime llegó más tarde que a España, y Legendary Super Warriors fue el primer videojuego de Dragon Ball lanzado en este territorio que mostraba el final de la saga de Buu, con Goku aniquilándolo con la Genki-Dama. Es decir, los fans de la saga residentes en Estados Unidos pudieron conocer el final de su anime favorito gracias a este videojuego ya que los episodios correspondientes no se emitieron hasta unos meses más tarde. De locos, ¿eh?

Dragon Ball Z: Legendary Super Warriors

  • GBA
  • RPG
Las aventuras de Gohan y compañía en un curioso juego de tradings.
Carátula de Dragon Ball Z: Legendary Super Warriors
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