Avatar 2: James Cameron asegura haber descifrado el código para usar el HFR de forma óptima
El cineasta ha llevado el CGI al límite en Avatar: El sentido del agua con técnicas como el High Frame Rate para ofrecer una experiencia 3D a la altura.
Avatar: El sentido del agua ha logrado llevar al límite el uso del CGI en el cine, logrando un apartado audiovisual de escándalo a todos los niveles. Todo ello tras años de trabajo de postproducción y la aplicación de técnicas que el equipo de James Cameron ha logrado evolucionar en favor de la fidelidad visual, con el 3D-HFR como principal herramienta. Y es que según el propio cineasta, han logrado descifrar el código para usar el llamado High Frame Rate de forma óptima; así lo recoge el medio Yahoo UK tras hablar con el director de Avatar 2.
High Frame Rate en favor de un 3D más real
Así, la técnica cinematográfica conocida como High Frame Rate -es decir, imágenes con una tasa de frames por segundo mayor de lo habitual, en este caso, de 24 imágenes por segundo a 48- no es nueva, pero según Cameron, han logrado descifrar el código que les ha permitido usarla de la mejor forma posible en Avatar: El sentido del agua: “No lo veo como un formato. No es un formato como el de 70mm. Es una herramienta, una herramienta creativa. Creo que lo he pillado. Creo que hemos encontrado el equilibrio”, comenta el director.
“La regla fue que siempre que se sumergiesen bajo el agua, son 48 fotogramas. Boom. Algunas de las escenas de vuelo y de las panorámicas de escenarios se benefician de los 48 fotogramas. Si solo es gente sentada hablando, o caminando mientras hablan, con imágenes con una evolución relativamente lenta, no es necesario. De hecho, en ocasiones es incluso contraproducente, porque se ve demasiado fluido, ¿verdad? Así que el truco fue averiguar cuándo usarlo y cuándo no”, continúa Cameron.
Tanto es así, que el uso del HFR ha servido al equipo de Avatar 2 para ofrecer imágenes estereoscópicas más realistas e inmersivas, aunque reconoce que en proyecciones 2D no resulta muy beneficioso: “Lo único que podría decir de forma bastante definitiva es que los 48 fotogramas no benefician demasiado a una película en 2D. Todo gira en torno a hacer una mejor experiencia en 3D. Algunas veces, la detección de bordes que intenta hacer nuestros cerebros para descifrar la imagen compuesta provoca un efecto estroboscópico que choca con nuestros cerebros. Queríamos deshacernos de eso para hacer una mejor experiencia 3D”, concluye James Cameron.
Fuente | Yahoo UK