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Ve apagando las luces

14 Joyas ocultas del cine de terror que descubrir o volver a ver en Halloween

Hacemos una selección de películas de terror alejadas de los focos mediáticos para disfrutar una víspera de Halloween algo diferente, pero igualmente de miedo.

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14 Joyas ocultas del cine de terror que descubrir o volver a ver en Halloween

En Halloween internet se llena de mil y una listas de películas de Terror que disfrutar junto a familia, pareja o amigos. Nuestra propuesta va a ser aquí algo diferente. Encontrarás cine conocido y otro no tanto que conviene conocer. Reivindicaremos también alguna película que merecería estar más presente en el imaginario colectivo y otras que, por ser pequeñas producciones, igual se han escapado de tu radar. Nuestra particular lista da cabida a igualmente a todo un clásico de nuestro cine y a una película un poco olvidada dentro de la extensa filmografía de un conocido director. Toca coger las palomitas, apagar las luces y acurrucarse junto a quien tengas al lado, que empezamos.

El fotógrafo del pánico (1960)

Película muy morbosa que lleva al límite el voyerismo del espectador. No pocos problemas le trajo a su director Michael Powell, del que se tenía hasta ese momento una imagen muy distinta. Y es que Powell empatizaba en el metraje con este asesino acomplejado que fotografiaba a sus víctimas en el momento de la muerte. Bajo la tapadera de un fotógrafo profesional, el protagonista intentaba captar el horror que supone ser consciente de los últimos momentos de vida. Y lo hacía a través de la mirada, con el reflejo aterrorizado en los ojos de sus víctimas al clavarles en el cuello el punzón que iba unido a su cámara. No deja de llamar la atención el escándalo producido cuando vemos que ese mismo año se estrenó Psicosis, donde se violentaban conceptos tan sagrados como el del hogar, familia y madre.

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El quimérico inquino (1976)

El director polaco Roman Polanski ya se había asomado al terror desde distintas vías: en Repulsión mostraba el rechazo extremo al contacto físico masculino, lo que aislaba totalmente a su protagonista en un oscuro piso; en El baile de los vampiros mezclaba tradición vampírica y humor, y en La semilla del diablo (el peor título en español de la historia por su spoiler implícito) una terrible sospecha atenazaba a una mujer embarazada en un bloque de pisos habitado por extraños vecinos (nada menos que en mítico y ¿maldito? Edificio Dakota de Nueva York). En El quimérico inquilino Polanski, también protagonista, mezcla elementos de la primera y la segunda en una historia que, por su carácter circular, puede contarse como un cuento de terror a una embalesada audiencia en una noche cerrada de tormenta.

Esta historia de obsesión contiene momentos memorables, como el del protagonista, en pleno quiebre mental y sentado frente a una ventana que da un patio interior, observando una pelota que sube y baja en vertical lentamente mientras se escuchan las risas de unos niños. La pelota poco a poco se va transformando hasta ser envuelta en una cabellera que cubre en su vaivén lo que parece una cabeza, ¿la suya? El terror psicológico es el peor de los terrores porque una vez abordado, jamás te abandona.

¿Quién puede matar a un niño? (1976)

El gran cineasta de género que perdió el Cine (así, con mayúsculas) por culpa de su éxito en la televisión. El Un, Dos, Tres, mítico concurso de continuado y apabullante éxito en aquella TVE de solo dos canales, alejó a Narciso Ibáñez Serrador del cine por pura incompatibilidad. Chicho ya había deslumbrado en 1969 con La Residencia, pero fue en 1976 cuando pasó definitivamente a la posteridad con ¿Quién puede matar a un niño? El éxito internacional fue tal que, por ejemplo, en Italia desbancó al Tiburón de Spielberg (recordemos, un film que cambió la industria del cine para siempre) del número uno de la taquilla. Chicho ponía luz sobre la habitual oscuridad que acompaña al género de terror. Una luz mediterránea, que se reflejaba en las casitas de cal blanca del pueblo al que iba a parar la desdichada pareja protagonista. Allí, sin un adulto visible, descubrían con horror que los niños habían acabado con ellos.

¿Quién puede matar a un niño? es de esas películas que sería complicado rodar hoy, una obra cuasi redonda a la que solo cabría achacarle la explicación de lo que ocurre en sus créditos iniciales. Si vais a verla, saltaos esa parte. El horror lo es más cuando nos volvemos locos buscando en nuestras cabezas una posible explicación.

Ocurrió cerca de su casa (1992)

Película belga única e insana, rodada en blanco y negro, cámara al hombro y con el presupuesto justo. Un equipo de realización de tres personas sigue las 24 horas del día a un psicópata registrando su quehacer diario. El tipo, bastante patético pero a la vez amenazador en su imprevisibilidad, presume ante la cámara de alma culta y sensible al arte mientras realiza su trabajo de cartero, alecciona sobre el número de piedras que hay que ponerle a un cuerpo que va a arrojar al rio para que se hunda (“A los enanos hay que ponerles menos porque sus huesos son más pesados”), y mata a gritos a una pobre anciana que, había notado, tomaba pastillas para la tensión (“Veis, he ahorrado una bala”).

Profundamente amoral e inquietantemente divertida, se cambió su cartel en algunos países para no herir sensibilidades. En el original, el protagonista aparecía disparando en diagonal hacia alguien fuera de cámara. Del impacto de la bala saltaba al cuadro un chupete. La alternativa que se dio por buena cambiaba el chupete por una dentadura. ¿O fue al revés?

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En la boca del miedo (1994)

No es una película poco conocida, pero sí creemos que no está lo suficientemente reivindicada. Adoramos a John Carpenter, él solo podría tener aquí un reportaje dedicado al terror. La noche de Halloween, La niebla, La Cosa, Están vivos, El pueblo de los malditos, El príncipe de las Tinieblas… En la boca del miedo es una película que gusta ver de vez en cuando. Un cuento de terror muy en la línea del mejor Sthepen King, con trazos de Lovecraft, del que cogería buena cuenta Remedy para su celebrado videojuego Alan Wake. El mal absoluto, el fin del mundo, paranoia desbocada, metalenguaje y un lugar del que es imposible escapar se traducen en un puñado de momentos que te erizan los pelos de la nuca. Una pequeña gran maravilla (otra más) del maestro Carpenter.

Calvario (2004)

De nuevo aparece Bélgica en nuestra lista. Fabrice Du Welz nos sumerge con Calvario en una pesadilla rural. Su realización, que empieza con un estilo amateur, casi descuidado, va cogiendo empaque hasta alcanzar en sus minutos finales unas cotas poéticas cercanas a la excelsa obra de Andréi Tarkovski. En medio, momentos tan deliciosamente extraños, turbadores y desencajantes como el que os dejamos a continuación. Imaginad que estáis en la cantina de un pequeño pueblo perdido y os topáis con esta escena. Nosotros nos preocuparíamos.

The Descent (2005)

Máximo agobio el que produce en esta pequeña obra de culto. Un grupo de amigas queda atrapado en unas cuevas donde hay algo más que humedad y murciélagos. The Descent es todo un despliegue de recursos en espacios mínimos. Nos trae desasosiego en grandes cantidades y el terror ante lo desconocido. La oscuridad y los planos cortos cobran protagonismo en una película difícil de olvidar. Antes y después de ella se ha explotado esa misma premisa sin acercarse si quiera a los logros aquí mostrados. Un pequeño milagro.

Coherence (2013)

Película de guion con un grupo de actores encerrados en un único escenario. Una cena entre amigos en la noche del cometa. Un apagón generado por este. Y ya todo es igual, pero todo es distinto. Película que podría encajar también como ejercicio de Ciencia Ficción sin FX, no desvelamos más de su trama porque sería estropearos la increíble experiencia que propone. La moral puesta a prueba. ¿Hasta dónde llegarías si pudieses cambiar un presente que sientes injusto e ingrato? Propuesta fascinante que recomendaréis sin descanso y a la que volveréis de largo en largo una y otra vez. Un consejo: intentad llegar a ella lo más en blanco posible.

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La invitación (2015)

Mismo escenario y contexto que en la anterior película: grupo de amigos reunidos en un piso para cenar. Absolutamente distinta en su historia y en los caminos que toma. Premio en Sitges en 2015, La invitación nos sumerge en el suspense, las trampas y los giros de guion. Dejar atrás un terrible pasado e intentar encauzar el futuro a través de acciones presentes a veces es imposible e, incluso, peligroso. Otra de esas películas para disfrutar con los ojos y los oídos bien abiertos.

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Crudo (2016)

Explícito título para lo que muestra su contenido, Crudo fue la primera película de Julia Ducournau (directora de la inclasificable y dificil de digerir Titane, Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2021), que ya coqueteó con el canibalismo en su trabajo como cortometrajista. “Es algo que está reprimido en nuestra naturaleza”, llegó a declarar en una entrevista. Esta historia sobre la adolescencia y los cambios que trae consigo, todo un terremoto físico y psicológico, es llevado al terreno del Body Horror con tintes de otros directores como Cronemberg.

El resultado, avalado por la crítica, levantó ampollas (y estómagos) en su exhibición en festivales. Justine (no sería extraño que la obra del Marqués de Sade tuviera algo que ver con la elección del nombre de la protagonista) está interpretada con tremenda convicción por la debutante Garance Marillier. Probar el sabor de la carne cruda forzada por las novatadas que sufren los nuevos alumnos de Veterinaria, despertará en ella ocultos instintos con consecuencias imprevisibles. Cuidado los que ejercéis el sadismo con estos actos en ciertas facultades, a ver si el karma os lo va a devolver algún día con creces.

La autopsia de Jane Doe (2016)

John Doe (Juan Nadie) es el nombre génerico que se pone en algunos países anglosajones a cadáveres de los que no se conoce su identidad. Su versión femenina es Jane Doe, y aquí es la absoluta protagonista sin mover un dedo. Sí, todo se centra en este enigmático cuerpo que llega a una morgue. Un solo emplazamiento y tres personajes, uno de los cuales no se mueve. Aunque la película decae en su último tercio, la claustrofobia, la tensión y el misterio precedentes bien valen la experiencia. Curiosamente, hay una película española anterior que parte de parecida premisa pero que resulta mucho más perversa y perturbadora, El cadaver de Anna Fritz (2015), de Héctor Hernández, que se convirtió en un sorprendente fenómeno de masas en un país asiático.

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Llega de noche (2017)

Tal vez la película más cuestionable de esta lista, encontramos a pesar de ello valor al que agarrarnos. Llega de noche juega al misterio y al suspense con recursos del género de terror más típicos que los ya mostrados por aquí. También es tramposa y manipuladora en su final, aunque es algo que entra dentro de los parámetros narrativos que permite el cine. Adentraos sin problemas en esta historia de desconfianza y situaciones al límite porque seguro que pasáis un buen rato (o no, dada la tensión que transmite en algunos momentos). Ya sabéis, el postapocalipsis y la supervivencia están impresos en nuestro ADN de jugadores.

Vivarium (2019)

Una pareja llega a su nueva casa en una zona residencial… de la que no podrá salir. Los intentos de escapada a pie o en coche terminan siempre frente al portal de su envenenado hogar. Extraña e hipnótica, Vivarium es una película que epata a la vez que te hace empatizar con el triste destino de su pareja protagonista. Sin sustos, sin sangre, sin momentos de insoportable tensión, el terror aparece en nuestra mente a poco que nos pongamos en el lugar de los protagonistas. ¿Qué haríais vosotros?

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Casa ajena (2020)

El Terror culminaba una década como el género cinematográfico más estimulante y versátil con joyas como His House. La película se sumaba a la ya larga lista de maravillas que nos llega, aún hoy, año tras año. Interesantísima, potente drama, muy humanista, con un trasfondo de fuerte crítica social, Casa ajena nos habla del alto precio a pagar por poder huir del infierno, de los fantasmas que uno carga en su pesada mochila. Tremenda presencia en pantalla de la actriz británica de origen nigeriano Wunmi Mosaku,

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Hemos puesto solo una imagen acompañando a ciertas reseñas porque creemos que conviene llegar lo más en blanco posible a esas películas. No veáis trailer, id directamente a verlas. Por último y como no podía ser de otra forma, esta, como cualquier otra lista, tiene sus aciertos y carencias. Os invitamos a sumar títulos que pensáis, deberían estar en ella. Aterrorizadnos con vuestras reivindicaciones. Lo estamos deseando.

Dead Space Remake

  • PS5
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  • Aventura

Dead Space es una aventura de acción y terror a cargo de EA Motive y Electronic Arts para PC, PlayStation 5 y Xbox Series que regresa tras dos generaciones en forma de remake. Isaac Clarke, un ingeniero cualquiera, emprende una misión para reparar una enorme nave minera, la USG Ishimura, solo para descubrir que algo salió terriblemente mal. La tripulación de la nave fue masacrada y la amada compañera de Isaac, Nicole, se perdió en algún lugar a bordo.

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