Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Cine

Fall, crítica. Un angustioso thriller a 600 metros de altura

La película de Scott Mann logra dejar al espectador sin aliento y mantener la tensión durante gran parte del metraje.

Fall, crítica. Un angustioso thriller a 600 metros de altura

En Fall colindan vértigo, miedo y adrenalina, un cóctel explosivo que lleva a algunas personas a arriesgar su vida en actividades de auténtico peligro. Hunter (Virginia Gardner) y Becky (Grace Caroline Currey) protagonizan este angustioso thriller dirigido por Scott Mann, una película que juega con la tensión y que deja al espectador firmemente aferrado a la butaca.

Han pasado meses desde el fallecimiento de Dan (Mason Gooding), el marido de Becky, pero ni siquiera su padre James (Jeffrey Dean Morgan) ha sido capaz de consolarla. Ahogada en alcohol, la joven ha perdido las ganas de vivir. Es entonces cuando Hunter regresa para proponerle una aventura de las que no se olvidan nunca: escalar una vieja torre de televisión de más de 600 metros de altura. ¿El objetivo? Confrontar los miedos para vivir al límite y cicatrizar las heridas del pasado.

¿Algo más que una forma de superar el miedo?

Las razones que motivan a los dos personajes parecen obvias a simple vista, aunque los secretos subyacen y se desarrollan a lo largo del filme. El conflicto emocional que atraviesan ambas mujeres no me parece demasiado atractivo, pese a que la relación entre las dos protagonistas y el personaje fallecido crea dinámicas interesantes que agudizan la tensión en momentos clave del filme.

Fall retrata una realidad incuestionable del mundo contemporáneo: la necesitad enfermiza de compartirlo todo en las redes sociales. Hunter representa ese perfil de persona que no puede dejar de grabar vídeos, hacerse selfis o mirar los likes de su Instagram, incluso en el borde del precipicio. La crítica resulta evidente, pero la actitud del personaje deja entrever la máscara que utiliza para ocultar un “yo” que no desea exponer en público.

Ampliar

La película funciona muy bien desde el preciso momento en que las mujeres empiezan a escalar la torre. Salta a la vista que la estructura está abandonada y a punto de resquebrajarse, pero eso no evita que Hunter y Becky inicien el ascenso.

Mann maneja la tensión con gran acierto tanto a la hora de exponer las imágenes como a la hora de presentar las diferentes situaciones. Sin cobertura de móvil y sin puntos de apoyo para el descenso, se ven obligadas a utilizar todo su abanico de habilidades. Sin embargo, la confianza y las fuerzas merman con el paso de las horas y las opciones de ser rescatadas se diluyen rápidamente.

Fall se estrena en las salas de cine el próximo 7 de octubre.