CoD Modern Warfare 2, impresiones sobre lo positivo y negativo de la beta multijugador

Call of Duty: Modern Warfare 2 ya ha pasado por su momento más relevante previo a su lanzamiento. La beta multijugador, que pasó durante dos fines de semana en las plataformas en las que verá la luz, permitió a la comunidad conocer cuál es el siguiente paso de la subsaga por parte de Infinity Ward.

Este anticipo es más relevante de lo habitual, ya que la fórmula marcará cómo se sentirá Warzone 2.0 una vez se publique el 16 de noviembre, fecha en la que también comenzará la primera temporada de sendos juegos. El battle royale está estrechamente ligado al multijugador premium de 2022. Repasamos las claves sobre las que giran las novedades de esta entrega.

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Las diferencias frente a Black Ops crecen

Si Sledghammer propone un punto intermedio entre las dos grandes fórmulas de Call of Duty, en pleno 2022 la diferencia entre Black Ops y Modern Warfare es más grande que nunca. La propuesta de Infinity Ward se aleja del concepto clásico de la saga para ofrecer un shooter algo más táctico, donde otros elementos externos a la velocidad irrumpen de lleno en el ritmo de la partida.

Desde 2019, el multijugador de Modern Warfare se define como un shooter donde el sonido cobra un protagonismo jamás visto en su trayectoria. La velocidad vertiginosa de Black Ops queda en un segundo plano aquí. Cada paso cuenta, cada disparo marca la diferencia al localizar a tus adversarios. La propuesta vira hacia un entorno competitivo donde más sentidos cumplen su función.

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Cambio en el radar

La relevancia del sonido impacta en la manera en la que los jugadores localizan a sus rivales, empezando desde el nuevo minimapa. De alguna manera siempre había cumplido la función de localizador, con esos conocidos puntitos rojos al disparar un arma no silenciada. En Modern Warfare 2 ningún disparo aparece marcado de tal forma.

¿Qué rol cumplen ahora los silenciadores? Pues el mismo: reducir el sonido producido al apretar el gatillo, solo que el meta gira ahora hacia uno más orgánico. Los jugadores deben permanecer atentos a las señales auditivas a su alrededor para tratar de traducir cuál es el ritmo de la partida. En nuestra opinión es un cambio en positivo, ya que hasta el momento este tipo de accesorio era imprescindible. Ahora es útil, pero hay más margen a las modificaciones del armamento. Y todo dependerá de la habilidad de quienes tengas frente a ti.

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Músculo en diseño: las tres líneas regresan

La calidad de los mapas disponibles en la beta ha sido otro punto positivo. De los cuatro disponibles en el seis contra seis podemos destacar dos: Farm 18 y Mercado Las Armas. El primero es una zona industrial con dos líneas claras a ambos lados del mapa. Sin embargo, la línea central ofrece un constante tira y afloja alrededor de un interior repleto de pasillos cerrados. Las granadas vuelan. En modos como Dominación es un auténtico lujazo porque ofrece dos estrategias muy marcadas: o bien empujas por obtener la bandera de esa zona central, o bien retienes al enemigo en ella para ir empujando en las dos a cada lado de los puntos de reaparición. Puro Call of Duty.

El segundo, en cambio, sigue la estructura tradicional de la franquicia. Tres líneas bien marcadas donde los tiempos lo marcan las coberturas. La nueva mecánica añadida a la movilidad ha creado división, y lo cierto es que necesita ciertos ajustes. Al saltar sobre un muro escalable, ahora el personaje se queda parapetado en ella mientras utiliza su arma de cinto. Esto rompe con la agilidad que había hasta el momento; contraataques relámpago (sobre todo en el battle royale) que ahora precisan de esa transición. Algo debe cambiar para encontrar el punto ideal.

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No todo cuaja

Mientras que el competitivo ofrece la calidad que esperábamos de la esperada secuela, no todas las vertientes están a la altura. El modo en tercera persona es raro. El estudio prescinde de zoom alternativo entre el disparo desde la cadera y la mirilla. Cuando pulsas el botón de apuntado, la cámara hace un recorrido completo desde la espalda del personaje hasta la mira en primera persona. Esa transición al intercambiar el apuntado resultado incómodo, a lo que le acompaña la falta de perspectiva de la vista trasera.

Tampoco llega a buen puerto el estado actual de Guerra Terrestre. El combate 32vs32 se percibe como un Battlefield descafeinado. Las tropas chocan en masa en el punto central del mapa sin tener rastro alguno de la estrategia que requiere el competitivo. Es caótico en exceso, pese a que la inteligencia artificial ayuda a rellenar los momentos sin oponentes. Pide a gritos un sistema algo más complejo.

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Camino al lanzamiento

Queda claro que el núcleo de Modern Warfare 2 sigue sólido como el primer día. El competitivo augura grandes momentos pese a que una parte de la comunidad está en contra de algunos de los cambios. Está por ver cómo funciona en profundidad el sistema de personalización, algo confuso y excesivamente limitado en la beta. ¿Cuándo sabremos más? Muy pronto. Call of Duty: Modern Warfare 2 llegará el próximo 28 de octubre a PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC.