Grounded
- PlataformaPC8XBOXBS8NSWPS4PS5
- GéneroAcción
- DesarrolladorObsidian Entertainment
- Lanzamiento27/09/2022 (PC, XBO, XBS)16/04/2024 (NSW, PS4, PS5)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorXbox Game Studios
Grounded, análisis. Aventura en miniatura
Te contamos nuestras conclusiones finales sobre Grounded, el survival de Obsdian Entertainment que llega el día 27 de septiembre a Xbox y PC.
Parece otra vida cuando Grounded apareció por sorpresa como uno de los reclamos del Fanfest X019 en la capital de Inglaterra. Obsidian dejaba a un lado su larga trayectoria en el RPG clásico para mostrarnos de lo que eran capaces en un entorno diferente, pero con el sello característico de la compañía. El survival nos lleva a un escenario que mezcla los ingredientes de varios clásicos infantiles, como Los Goonies y Bichos, una aventura en miniatura.
Tras algo más de dos años en acceso anticipado, la versión 1.0 llega a nosotros para ser una especie de punto y seguido a su línea de contenidos. Para quienes hayan jugado las anteriores ediciones, Grounded a fecha de lanzamiento se percibe como una extensión de la oferta que ya ofrecía en los últimos meses.
Aventura en miniatura
Grounded convierte el patio trasero de tu casa en el campo de pruebas favorito de un científico loco dispuesto a darlo todo por la ciencia. Por cuestiones del destino, hasta cuatro adolescentes sufren una reducción de tamaño, momento en el que comienza una aventura donde cualquier elemento mundano se ha convertido en la diferencia entre la vida y la muerte. El césped sirve como un material sólido con el que crear férreas fortificaciones contra las plagas de hormigas; el rocío de la lluvia sobre las hojas es la mejor fuente de agua potable; y los guijarros pasan a ser ingredientes clave para poder crear herramientas. Así con todo.
Este patio, el escenario por el que transcurre todo el juego, es una zona medida y mimada sobre la que gira una filosofía de diseño clara: que el jugador aprenda a mirar hacia arriba. Mientras que la verticalidad no tiene demasiada relevancia en la media del género, Obsidian te guía de manera sutil para que mires hacia arriba en todos los sentidos. ¿Buscas un recurso específico? Localiza las señales del entorno. ¿Se te ha encomendado investigar otro lugar del patio? Alza la vista.
Todas las mecánicas de Grounded forman una armonía que envuelve al jugador en una experiencia orgánica. Por ejemplo, en uno de los momentos del arco narrativo nos encontramos en una zona gasificada. Allí una nube espesa verde ha alterado el semblante de los bichos y recursos con los que ha entrado en contacto. Mientras te abres paso te das cuenta de que el gas se va produciendo alrededor de una mole gigante que aparece en el horizonte; una bombona de insecticida cuyo tubo sufre de varios escapes. El lenguaje de Grounded ya nos hace pensar de otra forma al abordar el problema. Dadas las circunstancias, ¿cuál es el mejor material duradero y pegajoso que podemos recolectar? Lo has adivinado: los chicles. ¿En dónde podemos encontrarlos? Dado el contexto tópico de la casa unifamiliar estadounidense, bajo el rellano.
Puedes abordar la aventura como quieras. Si quieres dedicarte a completar el curso narrativo, puedes; en cambio, si lo que te gusta es sobrevivir noche tras noche, se te permite completar únicamente las tareas de supervivencia. Antes de comenzar la partida puedes elegir entre diferentes dificultades, que varían entre el comportamiento de los enemigos y de qué manera te influye cumplir con tus necesidades básicas, como beber, comer, dormir…
Entre la supervivencia y el arco narrativo
Como es lógico, la primera partida a Grounded debe girar alrededor de la campaña principal. El estudio nos pone tras los pasos del Profesor Wendell, quien ha dejado su testimonio físico por todo el jardín. Poco a poco iremos desgranando cómo llegó hasta aquí y de qué manera podemos volver a nuestro estado original, ya que vivir en el patio como figuras del tamaño de una hormiga no es una opción.
Durante las versiones beta los jugadores ya pudieron interactuar con los laboratorios, pequeñas mazmorras donde se mezcla el combate, la exploración y sencillos rompecabezas en cuanto a la manera de abordarlos. Pero estas estructuras no son los únicos obstáculos que superar: llegar hasta ellos mientras nos abrimos paso por cada zona del jardín es la gran barrera que afrontaremos.
Las primeras incursiones mantienen el interés en alto, sobre todo por el bucle jugable al que se nos introduce, es decir, aprovechar cada día, montar fortalezas improvisadas para pasar la noche, buscar recursos con los que sobrevivir… El problema es que la estructura de la campaña es excesivamente repetitiva. Una vez visto el primero, los estados por los que pasas aparecen de nuevo en el resto. Nos hubiera gustado mayor variedad durante este tramo, que es el que más tiempo toma.
Una vez completada esa ronda de laboratorios, la segunda parte de la campaña tiene una estructura bastante más lineal. De hecho, en uno de los escenarios que se estrenan aguardan dos de los jefes más difíciles del juego. La acción funciona correctamente entre el surtido a distancia y cuerpo a cuerpo que podemos fabricar. Las armas (y armaduras) se dividen en varios niveles que determinan su fortaleza. A medida que vamos aumentando nuestro nivel de ciencia (llevando nuevos objetos a las estaciones de análisis repartidas por el mapa), más fórmulas se abrirán ante nosotros.
Tu jardín, tus reglas
La horquilla de horas para completar la campaña por primera vez en modo supervivencia es amplia. En nuestro caso, tras el bagaje de las anteriores versiones, nos ha durado alrededor de las 14 horas. Es un juego duro si no logramos dar con las teclas adecuadas, y dejando a un lado por supuesto a algunas tareas optativas, como ciertos jefes y la búsqueda de todas las muelas. Muelas con las que conseguir puntos que invertir en mejorar rasgos pasivos del personaje.
Si optas por la experiencia cooperativa, hasta cuatro jugadores pueden compartir jardín simultáneamente; de hecho, en una de las últimas actualizaciones introdujo los famosos mundos compartidos, con los que tus amigos pueden jugar y hacer avances en él mientras el anfitrión inicial está fuera. Obsidian señala que puedes formar parte de hasta 50 mundos de otros jugadores. Ya quieras jugar en modo creativo, supervivencia o un punto intermedio personalizado, puedes.
Los mejores momentos de Grounded ocurren cuando las mecánicas de supervivencia intervienen por completo. Aventuras como entrar en un hormiguero oscuro con la única compañía de una antorcha, o descubrir en el interior de una maceta un jefe poderoso, aparecen como una fábrica de momentazos que se impulsa todavía más con amigos. Lástima que algunas zonas, como la mesa de pícnic o los múltiples ordenadores, estén desaprovechados. Podrían haber sido lugares de interés más relevantes de lo que son.
En Xbox Series X, versión a la que hemos tenido acceso, la imagen aparece nítida mientras mantiene las 60 imágenes por segundo constantemente. Incluso cuando se apiñan varios bichos (mantis, mosquitos, hormigas de fuego…) logra cumplir con el objetivo de framerate sin problema. El estilo visual cercano al cartoon ensalza todavía más la identidad a la que aludíamos con anterioridad. Por otro lado, llega con textos localizados al castellano y voces en inglés. Tampoco podemos pasar por alto las opciones de accesibilidad, donde destaca la posibilidad de reducir la visibilidad de las arañas para aquellos que sufren aracnofóbia.
Conclusión
Grounded es un buen ejemplo de la diversidad que podemos encontrar en Xbox Game Studios. Obsidian deja a un lado sus grandes periplos en el RPG para ofrecernos un survival para todos los públicos, pero sin olvidar a quienes buscan algo más. La identidad que logra acaparar en esta aventura en miniatura se traslada a la experiencia en sí. Estás inmerso en una búsqueda por sobrevivir que se percibe orgánica y alejada de ciertos tópicos del género. Una vez aprendes a mirar hacia arriba te das cuenta de cómo el estudio te ha guiado por su filosofía de juego de una manera sutil. El escenario es un lugar mimado y cuidado (salvo algunas zonas poco aprovechadas) en el que perderte en solitario o junto a tus amigos. Lástima que el arco narrativo termine siendo repetitivo en exceso. Su estructura deja poco margen a la sorpresa una vez descubre sus cartas.
Lo mejor
- El jardín y cómo las zonas principales proponen una aproximación diferente.
- Todas las mecánicas funcionan en armonía.
- El aprendizaje sutil de la mano de Obsidian y una vez aprendes a mirar hacia arriba.
- Las posibilidades cooperativas.
- Excelente dirección visual y sólido en lo técnico.
Lo peor
- La estructura de la campaña se hace repetitiva.
- Algunos lugares relevantes del jardín se sienten desaprovechados.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.