Opinión
Xenoblade Chronicles 3, 111 millones de consolas… y una Switch Pro, por favor
La consola híbrida de Nintendo está en camino de convertirse en la más vendida de la historia, exprimiendo un hardware que ya salió justo en prestaciones hace cinco años.
Nintendo Switch sigue imparable. Con datos oficiales de principios de este mes de agosto, la consola híbrida se coloca con 111 millones de unidades vendidas, lo que significa que está a muy poco de superar a PS4 y a Game Boy (ambas por debajo de los 120 millones) y con opciones reales de superar los más de 150 millones de PS2 y Nintendo DS. Switch va viento en popa, en resumen.
La consola salió en marzo de 2017 con muchos atractivos a nivel de concepto (propuesta híbrida, portátil potente comparado con sus predecesoras, la idea de los joy-cons) pero con un hardware ya limitado en su momento, similar a Wii U y por debajo de PS4, que un año antes ya había recibido una revisión con Pro. Eso no nos impidió ver juegos que pensábamos imposibles en formato portátil como Breath of the Wild o Mario Oddyssey. Junto a ellos, otros nombres que siempre bajo el paraguas de Nintendo han rendido bien: desde Mario Kart hasta Smash Bros., pasando por Fire Emblem y otros.
Pero la realidad es que la potencia de la consola ha ido haciendo mella con el paso del tiempo, las resoluciones sub 720p han sido constantes en modo portátil y los 30 fps damos gracias si son estables. Si alguien se lo curraba, como Capcom con Monster Hunter: Rise, el resultado era convincente y digno de celebrarse, eso sí.
Y nos hemos plantado a los cinco años de consola, con un ritmo de lanzamientos que ya les gustaría a otras (este 2022 es especialmente prolífico mes a mes) y con juegos de altísima calidad. El último, Xenoblade Chronicles 3. Un título que pone al límite la plataforma, que mejora el rendimiento de la segunda parte y que tras más de 40 horas, el 90% de las cuáles han sido en modo portátil, me parece un milagro lo bien que aguanta. Aunque con aristas.
Xenoblade Chronicles 3 es perfectamente jugable en modo portátil, vaya por delante. Pero es un juego que luciría mucho mejor con una plataforma más avanzada. Esos enormes parajes, la cantidad de elementos en pantalla en combate, la distancia de visionado o la resolución acaban brillando menos de lo que podrían. Y no pasa nada por decir que el juego es una maravilla pero la consola a estas alturas da para lo que da.
Nintendo no compite en la carrera por la potencia de bruta desde Game Cube, le ha ido muy bien (salvo Wii U) y no es lo que buscamos en sus consolas y juegos, pero una cosa es no querer ni necesitar competir en teraflops y la otra, tener uno de los mejores juegos de 2022 a 540p. A fin de cuentas, a todos nos gusta ver y jugar de la mejor manera nuestros títulos favoritos.
En este punto, una Nintendo Switch Pro parece algo lógico en términos de rendimiento. La compañía ya ha dicho que nos olvidemos de ello en este año fiscal (31 de marzo de 2023), algo que parece entendible teniendo en cuenta que OLED tendrá año y medio para entonces. ¿Pero luego? Seis años con este hardware son muchos, de la misma manera que no creo que venga una sucesora de inmediato mientras la consola siga cabalgando en millones de juegos vendidos como hasta ahora.
Por eso, muestro mi deseo ante la idea de una Switch Pro como un movimiento similar al de PS4 Pro y One X. Sin buscar la exclusividad de algunos juegos como pasó con Nintendo 3DS, pero sí una mejora de prestaciones y rendimiento como podemos ver en Xbox Series S y Xbox Series X. Un último empujón para acabar de convertir la plataforma en la más vendida de la historia y que aquello que está por venir (Breath of the Wild 2, Metroid Prime 4) pueda lucir pero, sobre todo, rendir mejor.
Si miramos al mercado, hoy una Steam Deck con la misma capacidad interna (64 gigas) cuesta apenas 70 euros más que Switch OLED, y aunque los pros y contras de cada una difieren muchísimo (potencia, batería, ergonomía, dock de serie, etc.), sí queda claro que estamos ya en un momento en el que las consolas portátiles pueden ir mucho más allá de lo que vemos en Switch sin que el precio se dispare.
Así que con Xenoblade Chronicles 3 monopolizando mi verano y tras más de 111 millones de consolas vendidas, Nintendo, por favor: danos una Switch Pro, que quiero las mejores galas para Breath of the Wild 2.