El mundo de Juego de Tronos antes de La Casa del Dragón, ¿quién y cómo se construyó el Trono de Hierro?
La nueva serie se estrenará el próximo 22 de agosto y tendrá como protagonista principal a la familia Targaryen.
La Casa del Dragón, la nueva serie ambientada en el universo de Juego de Tronos, es una precuela argumental de la serie de HBO. Varios siglos antes de la caída del Rey Loco, Aerys II Targaryen, muchos otros miembros de su familia se sentaron en el Trono de Hierro. Esta silla tan incómoda como peligrosa se fabricó utilizando las espadas de los enemigos de los Targaryen, pero ¿quién fue el que ordenó que se construyera?
Fuego y Sangre, otro de los libros escritos por George R.R. Martin, narra toda la historia de los Targaryen en Poniente. De hecho, la primera temporada de la serie está basada en uno de estos períodos históricos. Sin embargo, para saber quién colocó el Trono de Hierro en la Fortaleza Roja de Desembarco del Rey hay que volver al principio
Fue Aegon Targaryen, el primero de su nombre, rey de los Ándalos y de los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Protector del Reino, el que construyó el trono como un símbolo de su poder. Además, se convirtió en el primer soberano de una nueva dinastía que reinó durante 300 años, antes ser despuestos por Robert Baratheon.
¿Quién era Aegon Targaryen y cómo construyó el Trono de Hierro?
En la antigua ciudad de Valyria, los Targaryen eran solo una de las varias familias que tenían dragones. Ni siquiera se encontraban entre los señores de los dragones más poderosos. Con todo, Daenys la Soñadora tuvo una visión en la que vio como Valyria caía presa de una maldición. Solo los Targaryen sobrevivieron y se trasladaron a Rocadragón. Pasaron dos siglos y apenas se preocuparon por Poniente, hasta que Aegon El Conquistador decidió reclamar el trono.
El Señor del Dragón desembarcó en Poniente y fue coronado dos años después en el Septo Estrellado de Antigua, aunque la conquista no se produjo de la noche a la mañana. Los Siete Reinos no estaban unidos y había claras muestras de inestabilidad, por lo que Aegon tuvo que enfrentarse a rebeliones, por no hablar de la situación religiosa: la Fe prohibía las prácticas de los Targaryen, que se casaban entre hermanos, algo contemplado como abominable y herético. Este problema fue uno de los más complejos tras la muerte del rey y el reinado de sus descendientes.
Aegon El Conquistador era un jinete de dragón experimentado que montaba sobre Balerion, conocido como el Terror Negro. Fue precisamente esta bestia la que exhalo su aliento ígneo para moldear las espadas del Trono de Hierro, todas ellas recogidas de los enemigos abatidos durante la época de conquista de Aegon. A pesar de que el fuego deformó los filos, estos todavía pinchaban, como bien comprobó Maegor Targaryen, hijo del primer soberano, que murió en ensartado en las espadas de su propio trono (no se sabe si se trató de un suicidio o de un asesinato).
El Trono de Hierro fue un símbolo del poder real, un recordatorio constante sobre las consecuencias de traicionar al dragón. Más adelante, a las espadas le acompañaron los cráneos de los dragones muertos, que decoraban la estancia de la Fortaleza Roja. Desembarco del Rey, la capital, sirvió como su lugar de reposo durante siglos, una ciudad que se construyó por orden de Aegon Targaryen y que floreció pocos años después como capital de los Siete Reinos.
La primera temporada de La Casa del Dragón se estrenará el próximo 22 de agosto en HBO Max. El coshowrunner Miguel Sapochnik ha dejado caer que la serie se convertirá en una antología, por lo que podrán explorar otras eras de la saga en futuras temporadas. No en vano, el autor George R.R. Martin ha reconocido que ya están pensando en la Temporada 2.