Crítica de La memoria de un asesino, un thriller previsible con Liam Neeson como protagonista
La película de suspense dirigida por Martin Campbell tiene como protagonista a un asesino a sueldo que padece Alzheimer.
El actor Liam Neeson (Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma, Venganza) dijo que ya había tenido suficiente, que se retiraba de las películas de acción. Habiendo cumplido los setenta años, el intérprete no parece por la labor de hacer honor a su palabra, al menos no del todo. Y no es que La memoria de un asesino sea un filme de acción per se, pero sí conserva muchas reminiscencias de los papeles que Neeson ha interpretado a lo largo de su dilatada carrera.
Alex Lewis, su personaje, es un asesino a sueldo. Mata a sangre fría sin echar la vista atrás, pero todo cambia cuando el cártel para el que trabaja le pide un encargo que choca con sus principios. La película dirigida por Martin Campbell (James Bond 007 Casino Royale) parte del hecho de que Lewis sufre Alzheimer, una enfermedad que sirve como un catalizador más para el suspense, aunque solo se explota realmente en un par de secuencias. La retirada le sale mal porque acepta el trabajo y se introduce de lleno en toda una trama llena de intereses.
El poder que todo lo mueve
De tono visualmente sobrio, la historia tiene lugar cerca de la frontera de México. Se explora el tema de la inmigración ilegal y la explotación sexual de menores, todo ello enmarcado en un escenario donde reina la corrupción política, el dinero sucio y los sobornos por parte de los poderosos, que incluso ha manchado a las autoridades.
En este totum revolutum, la perspectiva cambia cuando el agente del FBI Vincent Serra, interpretado por Guy Pearce (El discurso del rey, Alien Coventant), comienza a investigar varios asesinatos que parecen relacionados. Se forjará una peculiar alianza entre Lewis y Serra, que por distintas razones tratarán de desenmascarar a los que verdaderamente mueven los hilos del poder. Monica Belucci forma parte del reparto y se pone en la piel de una importante empresaria inmobiliaria, que tampoco logra escapar de los clichés.
El guion, el eslabón más débil
En la labor de dirección, Martin Campbell hace un buen trabajo, que brilla en escenas bien construidas como la de las llaves del coche. Es en esos instantes cuando el suspense funciona, pero por desgracia el guion de Dario Scardapane es demasiado previsible. Después de un arranque prometedor, el filme se pierde en secuencias que ralentizan el ritmo y que nos dejan una sensación de tedio. Destellos de brillo aparte, La memoria de un asesino es un thriller que no consigue aprovechar sus elementos más interesantes, lo que lo convierte en otra película de suspense más.
Tampoco contribuye el hecho de que el personaje de Neeson sea de nuevo un hombre atormentado por su pasado que vive el presente con la desmotivación de saberse condenado a una muerte lenta y agónica, en esta ocasión desdibujada por el inevitable avance de su enfermedad mental.
La memoria de un asesino se ha estrenado en las salas de cine de España el 22 de julio.