Impresiones finales de Roller Champions. Marcando canastas en patines

Estadios abarrotados, voces que corean los nombres de sus héroes y la emoción que solo se vive en un evento deportivo. Roller Champions es la nueva apuesta de Ubisoft por el género, un título de tipo free-to-play que nos permite participar en partidas PvP por equipos (tres contra tres). Los jugadores se colocan los patines y se deslizan por la pista con un único objetivo en mente: marcar los tantos de la victoria. MeriStation ha tenido la oportunidad de acceder al juego final solo unos días antes de su lanzamiento, así que os acercamos nuestras sensaciones tras atarnos los patines y competir durante más de dos horas.

Ya comentamos en nuestro primer avance que Ubisoft Montreal (en colaboración con los estudios de Winnipeg y Prune) han construido un título que se apoya en la personalización de los personajes. Al igual que en otros proyectos de la compañía francesa, es posible vestir a nuestro deportista con todo tipo de atuendos y complementos, que se van desbloqueando a medida que vamos completando partidos y progresando. El juego funciona bajo un modelo free-to-play, de modo que se pueden comprar elementos cosméticos. La personalización es uno de los primeros pasos nada más arrancar.

¿De qué va Roller Champions?

El concepto de Roller Champions es bastante original. Para el que no lo haya seguido de cerca, plantea partidos sin límite de tiempo que finalizan cuando unos de los equipos anota cinco puntos en total. La particularidad es que los miembros de ambos conjuntos van en patines y deben recorrer pistas circulares, aunque con variaciones que afectan a la jugabilidad (diferentes cuestas y formas).

El funcionamiento de las partidas es simple: una vez que nos hacemos con la pelota, damos vueltas al estadio y recorremos cuatro puntos de control, que equivalen a una vuelta completa. Desde ese momento, la canasta se abre y podemos apuntar y lanzar la bola para marcar tantos, aunque si lo hacemos en esa primera ronda solo anotaremos un punto. El juego nos invita a arriesgar, porque si conseguimos dar dos vueltas los puntos se multiplican: 3 tantos. A la tercera, el premio es aún más gordo: 5 puntos y victoria automática.

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La cosa no tendría ninguna miga si el equipo contrario se quedara como un pasmarote y nos dejara marcar libremente las canastas. Pero no, una de las características principales de este videojuego es que ejecutamos todo tipo de derribos. De hecho, más allá de las reglas que hemos planteado anteriormente, no se establece ninguna normativa adicional. Vale todo con tal de marcar, no hay faltas ni interrupciones innecesarias. El juego solo se detiene cuando uno de los equipos marca. Entonces, la pelota vuelve a ponerse en juego tras la repetición. A los placajes básicos se le unen otras acciones especiales que debemos ir dominando y teniendo en cuenta para la estrategia general. Si un jugador contrario tiene el balón en su poder nos lanzamos contra él y se lo intentamos arrebatar.

No seas chupón o lo morderás el polvo

Salvo que los rivales sean bots —nada exigentes por lo que hemos visto, por cierto—, lo más atractivo de las partidas es idear estrategias para parar los pies (o los patines, mejore dicho) a los contrincantes. Tampoco vale con guardarse la pelota para uno solo, pues a nada que el rival tenga algo de habilidad te la quitará de las manos en un abrir y cerrar de ojos.

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La colaboración resulta por tanto esencial. Pasa la pelota en el momento adecuado y utiliza el terreno para ganar velocidad o frenar cuando la situación así lo requiera. A veces, si el equipo contrario tiene la posesión o está a punto de quitar la pelota a un compañero, igual es más inteligente volver a atrás y realizar un oportuno placaje. Incluso puedes liberarte de los moscardones que están intentando robar la pelota a tu aliado y ralentizar su avance durante un par de segundos.

La experiencia en Roller Champions nos ha parecido divertida y fresca, pero nos queda la duda de si los conceptos jugables aguantarán en el medio o largo plazo. Aunque en tan solo dos horas dominamos los movimientos básicos (frenar, acelerar, realizar placajes, esquivar, saltar y encestar), todavía nos faltan horas de juego para domeñar al completo las mecánicas que plantean. Y pese a ello, no estamos seguros de si la experiencia jugable tendrá el recorrido necesario para un producto de tipo free-to-play, concebido para seguir funcionando durante muchos años. El juego nos ha recordado un poco a Knockout City, pero este último inició su andadura con un modelo de negocio diferente. Más adelante se volvió free-to-play y cambió su planteamiento en ese sentido.

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Todos los jugadores que inicien el programa por primera vez accederán a un tutorial en el Skatepark, un espacio donde practicar las técnicas antes de sumergirse de lleno en los partidos por equipo. En cuanto a los modos de juego, hemos probado tanto el partido rápido como la partida personalizada. En este últimos se nos permite seleccionar los integrantes de los dos equipos y el estadio, todos ellos en México. Lo que todavía no hemos podido probar son los partidos clasificatorios, ya que solo un número reducido de jugadores ha tenido acceso a esta build, lo que dificulta encontrar partida en el matchmaking. Además, es necesario completar una serie de partidos para desbloquearlo.

Roller Champions estará disponible gratis (free-to-play) a partir del 25 de mayo en PS4, Xbox One y PC. La versión para Xbox Series X, Xbox Series S y PS5 funciona a través de la retrocompatibilidad. Por otro lado, llegará posteriormente a Nintendo Switch y Google Stadia. Cabe destacar que el título introcuce progresión y juego cruzado, por lo que puedes intercalar entre las distintas versiones.