Vampire: The Masquerade - Swansong

  • PlataformaPS47.2PC7.2XBO7.2XBS7.2NSW7.2PS57.2
  • GéneroRPG
  • DesarrolladorBig Bad Wolf
  • Lanzamiento19/05/2022
  • EditorNacon

Bloodhunt

Vampire: The Masquerade - Swansong, análisis: Juego de Colmillos

Le hincamos el diente a los juegos de poder que la última entrega de La Mascarada nos permite vivir dentro de La Camarilla.

¿Cuántas historias hay de vampiros…? Desde Nosferatu a La Historiadora, desde Underworld a Buffy Cazavampiros, los chupasangre siempre han sido uno de los pilares favoritos del género fantástico y/o de monstruos. Las novelas de Carmilla y Drácula los presentaron en sociedad (victoriana) a un mundo casto que los usó como escapada a su sexualidad reprimida; el universo de Entrevista con el Vampiro los humanizó para las postrimerías del siglo XX y su nueva sensibilidad, volviéndolos seres trágicos capaces de amar y sentir en vez de sólo monstruos de la noche; y obras como Blade, The Lost Boys, Vampiros: La Mascarada o Buffy supieron reinterpretar esos casi 100 años de mitos readaptando a los hominae nocturna a las nuevas generaciones de sus respectivas décadas, creando una fuerte influencia en obras posteriores.

La Mascarada

Y es que lo mejor que tiene el juego de The Masquerade que Mark Rein-Hagen creó en 1991 es sin duda ese universo propio que creó, con una religión y mitologías propias, un idioma (o varios), un lore, clanes, razas, léxico… Sabbath, la Camarilla, la mascarada, dar el abrazo, Ventrue, Toreador, Asamita. Es curioso, pero en sus tres décadas de existencia, La Mascarada y su rico universo sólo han generado 11 videojuegos, y de hecho 9 de ellos datan de los tres últimos años…

Vampire the Masquerade Redeption, exclusivo de PC, presentó al mundo gamer las reglas del juego de rol -vaya pedazo de doblaje castellano tenía- en un RPG que tuvo una especie de continuación en Vampire The Masquerade: Bloodlines, otro exclusivo de PC y entrega que salió rotísima pero una obra maestra de juego como una catedral, título de culto que abrazaba el género RPG de acción y que ojalá rehiciesen para consolas como se merece.

Y desde ese 2004 y el tortuoso desarrollo de un Bloodlines que fue parcheado por la comunidad de fans, nada de nada en 15 años hasta la atmosférica visual novel Coteries of New York y su expansión Shadows of New York -ideales de jugar en sistemas táctiles como Nintendo Switch. Luego, entre 2020 y 2022 hemos tenido 4 títulos para móviles y un Battle Royale - Bloodhunt-, gratuito para PC y PlayStation 5. Y la entrega que nos ocupa, Swansong, último preámbulo antes del esperado Bloodlines 2 que volverá a ser un A-RPG.

Emem, Leisha, Galeb

El año es el 2019. El escenario de fondo es Boston. El nuevo Príncipe de la Camarilla, Hazel Iversen, ha sido elegida a ‘dedocracia’ por varios vampiros que desean controlar desde las sombras la ciudad. Pero el problema es que Hazel no se presta al trato y está dispuesta a limpiar su concejo de conspiradores valiéndose de tres personajes que, de una forma u otra, están relacionados con los miembros de ese concejo -o más bien se llevan a matar. Así tenemos a Emem, una Toreadora; Leysha, hija de Malkan con dotes de clarividencia; y Galeb, la definición de un Ventrue por excelencia. Todos se ven convocados una noche en la que un suceso hace saltar la frágil ‘paz’ que había en Boston.

La mejor forma de definir de un plumazo cómo es la trama de La Mascarada - Swansong es decir que es un Juego de Tronos contemporáneo con colmillos, porque a lo largo de las 18-20 horas que nos puede durar la campaña del juego (siempre dependiendo de tu forma de jugar), todo lo que viviremos es conspiraciones, lealtades, traiciones, enemigos que se convierten en aliados, visiones oníricas, momentos de acción y duelos en forma de diálogos e interacciones constantes.

Para quien quizás se pensara que el estudio Big Bad Wolf iba a volver al RPG de acción de Bloodlines, debemos dejar claro que Swansong no es así, sino más bien un juego que se fija en las obras de Quantic Dream y David Cage. El guión del juego te hace saltar de un personaje a otro, llevándote por escenarios que explorar -no sólo andando, sino pudiendo usar celeridad y ofuscación para trepar por zonas cual Batman-, puzzles que resolver y personajes con los que interactuar.

A Lover, not a Fighter

El juego no tiene sistema de combate, sino que toda la violencia vampírica sucede en escenas scriptadas con decisiones (o no) que tomar. Una gran parte del gameplay reside en las interacciones con los otros personajes, que se convierten en duelos de poderes. Contamos con varias barra de puntos que iremos usando en las distintas acciones del juego, ya sea en momentos de acción o de interactuación.

Por un lado tenemos el apartado de Habilidades que podemos usar como la psicología o la persuasión. Por ejemplo podemos tener dos opciones de respuesta a un NPC, en una de ellas usamos la psicología y en otra la persuasión. Tenemos 12 puntos de la barra de Fuerza de Voluntad para gastar en esta ‘tirada’, si elegimos la opción de psicología, al tener nosotros mayor dote en psicología, el juego calcula un 100% de éxito sobre el otro personaje. Si le respondemos usando la persuasión, el % disminuye porque el otro personaje nos ganaría al tener un mayor atributo en persuasión que nosotros y no nos serviría esa respuesta.

Pero hay más, ya que en un diálogo también podemos usar las disciplinas, que cambian según el vampiro que lleves. En este caso, a diferencia de las habilidades no se trata de puntos a gastar, sino que usar una disciplina genera puntos de Ansia. El Ansia -la sed para entendernos- tiene un valor que no se puede sobrepasar, lo que supone un limitador para que no abusemos de ella. Un vampiro que alcanza el límite de su Ansia se arriesga a perder el control, atacando y alimentándose del mortal más cercano -algo que resuelve estupendamente un minijuego en caso de llegar a esos extremos. Algunos mortales pueden poseer ciertos poderes -sobre todo si es un Ghoul-, pero la mayoría no tiene ninguna defensa si usas una disciplina contra ellos. Si en un diálogo generas puntos de ansia por encima del límite de tu personaje, la sed lo consumirá.

Dependiendo del éxito o el fracaso ganaremos (o no) puntos al acabar la escena, convirtiéndose algunos diálogos en minijuegos de estrategia en los que usar habilidades o disciplinas. Y tu decides si quieres perder puntos de habilidad o generar puntos de ansia cuando a veces te enfrentas a alguien a quien no vas a superar en % de éxito con ninguna respuesta. Si tu barra de puntos a usar está a cero, no podrás usar ninguna de las skills de tu personaje.

Los talentos aumentan tus capacidades Cada talento está ligado a una acción concreta. La repetición de estas acciones desbloqueará progresivamente los niveles de un talento. Estos se dividen en Habilidades (amenazante, elocuente, marionetista), Disciplina (encanto) y Cacería (ascetismo, cacería controlada, cacería bestial y comerratas). De ti depende convertir a tu personaje en un vampiro experto en dominar a los demás, pero torpe en la caza, o capaz de cumplir una misión sin cazar a ninguna presa, o cazarla pero no matarla, cazarla y matarla, o alimentarte de ratas por ejemplo.

Con tres personajes, lo ideal es que cada uno se especialice en una cosa. Lo malo es que cuando ya los tienes bien potenciados y le has cogido el ritmo al juego, entras de repente en su tercio final. Lo bueno es que, dado que tiene este estilo de decisiones y repercusiones, Swansong es muy rejugable y te permite afrontar de nuevo la trama eligiendo otras decisiones para ver cómo las escenas cambian. Sin duda, la segunda vuelta con una idea clara de cómo funcionan las mecánicas, las especializaciones, etc, se hace más interesante.

Mundo de Tinieblas

En el códice se resume todo el lore de Swansong y del Mundo de Tinieblas, desde los distintos clanes que todo fan de la Mascarada conoce -Ventrue, Toreador, Malkavian-, a las sectas -camarilla, anarquista- o a los conceptos como el vínculo de sangre, coterie, diablerie, rubor de la vida, etc.

Swansong te pone en la piel de tres personajes controlables, dos femeninos y uno masculino, cada uno con sus skills e historia, como la fecha en que recibieron el abrazo, el / la sire que lo hizo y su vida hasta el inicio en sí de la trama del juego -la de Emem Louis, la Ventrue de color que sale en la portada, parece un homenaje vampírico a la vida de Josephine Baker por ejemplo. La verdad es que merece la pena echar un rato leyendo las biografías de cada personaje y todo el lore y términos del mundo de la Mascarada. De hecho es obligado si este juego es tu primer contacto con el juego de rol de Vampiros, ya que Swansong empieza fuerte en cuanto a que te mete en la trama y el universo de un plumazo, sin intros ni prólogos. Y aunque te explica el fondo y los términos básicos, si conoces el Mundo de Tinieblas y La Mascarada disfrutarás más a fondo la historia.

Otro elemento del juego son los puzzles, desde encontrar algo a otros de varias capas que envuelven descifrar cosas, encontrar llaves y dónde usarlas, etc. El problema aquí es que hay algunos muy buenos, que exigen el uso de nuestro poder de deducción, pero otros son demasiado básicos, simples, que no aportan más que un rato extra de juego. Aquí intervienen también las barras de Voluntad y Ansia, combinados con el Auspex, perception sobrenatural. Una vez activada, agudiza tus cinco sentidos y te permite ver futuros posibles, oír conversaciones a distancia, ver objetos escondidos o rastros de un personaje.

Al igual que haríamos en una partida de lápiz, dados y papel, para descifrar un papel sumarás puntos de ansia, para hackear un código gastarás puntos de Voluntad, y por tanto o el puzzle / prueba te lo haces en un momento a costa de ponerte en una situación delicada -los ítems para ‘curar’ ambas barras escasean, y no siempre tienes a mano una presa de la que alimentarte-, o lo tienes que deducir todo a saco, dando vueltas y buscando por el escenario elementos interactivos. Hay un poco de desequilibrio en este apartado, en su diseño jugable, ya que nos hemos encontrado con pruebas interesantes, y otras que son demasiado de relleno y que preferiríamos que se hubieran quitado aunque redujesen el tiempo jugable, para que así el ritmo no se resintiera.

La Cacería. El Beso

No vamos a terminar sin antes explicar el elemento más icónico de un vampiro: su alimentación, y cómo funciona en este juego: en Swansong, para alimentarte necesitas una zona segura, que consiste en un lugar en el que nadie pueda ver como te alimentas. Puedes encontrarlas explorando las inmediaciones, y hasta que no la encuentres, no podrás enviar a una Presa a ella -ya que el indicador de esta acción sobre ellas no estará iluminado. Las presas se te revelarán de forma natural al acercarte a ellas. Lo mejor es que la presa esté aislada, ya que si la rodean testigos potenciales y la mandas a una zona segura, crecerá el marcador de sospecha sobre ti.

Al alimentarte de una presa, puedes controlar la cantidad de sangre que le chupas. Esto se convierte en un minijuego para reducir la cantidad de ansia que tienes acumulada. Si no pulsas el botón o lo sueltas antes que la barra se llene, la presa morirá desangrada. Y matarla aumenta la sospecha. Los mortales estarán prevenidos y los vampiros se cuestionarán tu respeto por la Mascarada. Si la presa sobrevive, podrás alimentarte de ella de nuevo, aunque con ello la matarás y subirá el indicador de sospecha sobre ti. Hay que tener cuidado, porque la barra se llena rápidamente, y en PS5 ademas tiene resistencia a los gatillos.

Demasiado ambicioso

Si bien necesitado de un ajuste, el gameplay es satisfactorio, lo mismo que la trama, en cuanto a sumergirte en el mundo de La Mascarada. El mayor problema del juego radica en su apartado técnico sin duda. A nivel artístico, de diseño de producción y de fotografía, The Masquerade: Swansong se luce y mucho, destacando los escenarios, el gran diseño de los personajes principales, apostando por la diversidad y la inclusión -el homenaje que le hacen a la supermodelo Winnie Harlow, que ha convertido el vitiligo de su piel en su mejor baza, con April Bosley.

Lo malo es la ejecución técnica en sí. Si bien el juego corre a 60fps estables en PlayStation 5, se nota que las intenciones y la ambición del estudio eran demasiado con respecto al presupuesto y tiempo de desarrollo. Cuando entras en el menú del juego, el modelado facial de tu personaje se luce, pero en pleno ingame no es así. Las interacciones constantes pasan a exhibir un modelado del personaje que lleves mucho menor que en la parte en que exploras y muchísimo menor que el modelo del menú. Esto crea una sensación de Uncanny Valley que rompe la tensión de los diálogos y sus mecánicas de habilidades al ver rostros que apenas se mueven, de texturas planas, de miradas vacías -y no a posta.

Las animaciones fuera de los tres protagonistas también sufren, se antojan muy mecánicas, escasas y/o robóticas. Swansong necesita un parche de animaciones y texturas, porque los diálogos son una baza constante de su gameplay.

Sonoramente no hay pegas, ya que las voces -en inglés- son estupendas, desde los protas a los secundarios. Los actores se lucen con tanta línea de diálogo, y el juego tiene todos los textos al castellano y varios idiomas más. A nivel musical, el amigo Olivier Deriviere -The Plague, Vampyr, Streets Of Rage IV- nunca suele defraudar, y aquí aplica un tema a cada protagonista -una nana a Leysha, un tema de blues a Emem-, y se deja llevar por diferentes estilos según el escenario y el momento.

Conclusión

Ambicioso sobre el papel, Vampire: The Masquerade - Swansong es de esos juegos que, como Terminator Resistance, se dan de bruces con un presupuesto que limita sus buenas ideas. Técnicamente, esta Mascarada necesita un repaso, mejorar animaciones y texturas. Y en lo jugable hay un cierto desequilibrio en apartados como los puzzles y pruebas básicas que sólo extienden la duración sin aportar nada. Pero como juego de Vampire merece mucho la pena, sobre todo en su segunda vuelta, porque el mundo de The Masquerade está realmente bien implementado. Si eres fan, dale el Abrazo y conviértete en su Sire mientras esperas la llegada del mesias Bloodlines 2.

Lo mejor

  • La traslación del universo de La Mascarada: el lore, las clases, los poderes, la sed
  • El juego de poder de la trama y los duelos que cada diálogo plantea usando tus poderes vampíricos
  • El diseño artístico es estupendo
  • Muy rejugable, gana en una segunda vuelta
  • Las voces, los actores se lucen

Lo peor

  • El apartado técnico y como lastra los buenos momentos del juego
  • Desequilibrio entre puzzles y pruebas, los hay hechos para confundir de forma absurda.
  • Si no conoces nada del lore de La Mascarada, su ritmo y la cantidad de elementos de su universo que debes ir aprendiendo pueden sobrepasarte.
7.2

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.

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