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Reforma del depósito legal

Los videojuegos pasan a formar parte de las creaciones registradas para la posteridad en España

La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados logra alcanzar un acuerdo para la reforma del depósito legal para el patrimonio cultural español.

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Los videojuegos pasan a formar parte de las creaciones registradas para la posteridad en España

Los videojuegos pasarán a formar parte de las creaciones registradas para la posteridad en España tras el acuerdo alcanzado por la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados este martes 23 de marzo de 2022, todo ello tras un acuerdo para actualizar la norma que legisla el patrimonio cultural español. Así se desprende de la aprobación de la reforma del depósito alcanzado en el Congreso de los Diputados con 30 votos a favor y 5 en contra.

Los videojuegos se incluyen en el registro legal

Así, entre las principales novedades de dicho acuerdo se encuentra la inclusión de lso videojuegos en el registro de creaciones junto a otros soportes. Ahora, y tras su aprobación, esta nueva medida pasará al Senado; una vez entre en vigor, todos los videojuegos creados en España disfrutarán de una copia que quedará en el registro, tanto digital como físico, dependiendo del formato.

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El portavoz de la Comisión de Cultura y Deporte y diputado del PSOE, Julio del Valle, ha explicado a El País que “todo está sujeto a cambio: desde los periódicos a los libros, todo lo que tiene que ver con propiedad intelectual... Eso hace que se necesiten nuevos instrumentos y nuevos recursos para que el depósito legal pueda seguir teniendo su cometido referencial para toda España en cuanto al depósito de bienes que son patrimonio del Estado”.

María del Mar García Puig, de Unidas Podemos, ha destacado que los diputados han hecho “un trabajo transversal”, en colaboración con “la Biblioteca Nacional, con la Federación del Gremio de Editores de España, las Comunidades Autónomas, la Asociación Española de Videojuegos y el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro)”, dejándose aconsejar por los expertos.

Por su parte, desde la Biblioteca Nacional se ha asegurado que actualmente no tienen los recursos necesarios para llevar a cabo esta supervisión con garantías.

Fuente | El País