Un título relajado y carismático
Rune Factory 5, un híbrido entre RPG y simulador de granja
Después de una década sin un nuevo juego en la franquicia Rune Factory, este título ha llegado para ofrecernos una experiencia personalizada y refrescante
Rune Factory 5 es un híbrido entre Action RPG y simulador de granja que es muy agradable de jugar. El principal secreto detrás de esto es que te deja hacer tus cosas a tu manera cuando te apetezca: si un día sientes que te quieres centrar en el huerto, puedes equiparte la azada y la regadera y ponerte a cultivar verduras. Si te apetece más socializar con la gente, realizar misiones y recopilar objetos, puedes ponerte a hacer visitas sociales y ver qué se cuece por el pueblo. Y si te has levantado con ganas de repartir mamporros en una mazmorra, no tienes más que salir ahí fuera bien equipado y con tu mejor arma en mano y prepararte para el combate.
Este título nos pone en los zapatos de Ares o Alice, unos héroes con amnesia que han aparecido en la aldea de Rigbarth. Allí se les ofrece techo y alimento, pero a cambio de ello deberán formar parte del equipo SEED, que se encarga de solucionar cualquier entuerto que pueda suceder en el pueblo. Al principio esto consistirá en sembrar semillas, recoger objetos o hacer visitas sociales, pero pronto podremos blandir una espada y salir a la aventura. Una historia bastante sencilla sin grandes pretensiones que nos coloca en un ambiente calmado ideal para relajar la mente.
El juego nos permite avanzar como más nos apetezca a través de un sistema de progresión muy bien gamificado; es decir, que subimos de nivel haciendo prácticamente cualquier cosa, incluso andar. Ya sea arar el campo, regar las plantas, recibir ataques o incluso dormir, todo nos servirá para hacernos cada vez más fuertes y avanzar el juego de la forma que más nos apetezca. Eso sí, asegúrate de dormir y comer bien, o la fatiga reducirá tus estadísticas, o incluso podrías ponerte enfermo.
Otro aspecto que nos permite hacer de Rigbarth nuestro hogar son las Directivas, una opción que nos permite cambiar ciertos aspectos para adecuar el modo de juego a nuestras preferencias. Por ejemplo, podemos celebrar grandes festivales, tales como uno de cocina en el que deberemos poner nuestros mejores ingredientes sobre el asador si queremos ganar la competición. Esta es solo una de las maneras en que los desarrolladores se han encargado de hacer que el juego se sienta vivo; otro aspecto es que los personajes hacen su vida independientemente de nosotros, levantándose a una hora, yéndose a trabajar, volviendo a casa cuando cierran su establecimiento…
Hablando de esto, uno de los aspectos que más llaman la atención es la posibilidad de casarnos con alguno de los aldeanos de Rigbarth, y en esto se presenta una gran variedad. Y es que el elenco de personajes que nos encontraremos, además de ser muy numeroso, es también muy carismático, y siempre habrá alguien que destaque para cada jugador. Lo mejor de todo es que en este título se han incluido matrimonios entre personas del mismo sexo, lo cual no solo otorga más variedad a nuestras elecciones, sino que ayuda a representar mejor a la audiencia a la que va dirigido este juego.
Desde el punto de vista Action RPG, Rune Factory 5 nos ofrece un nutrido abanico de armas, hechizos (aquí llamados Runas) y técnicas que usar en combate. Al igual que realizar tareas diarias sube nuestras estadísticas, también podremos mejorarlas empleando un tipo determinado de arma muchas veces. Esto es importante, ya que algunas batallas contra jefes pueden llegar a resultar un desafío; aunque, si te parece que el juego es demasiado fácil o difícil, también te permite cambiar el nivel de dificultad para amoldarlo a tus preferencias. Tampoco te olvides de cortar los tocones de leña o de minar los minerales que te encuentres, pues se trata de objetos que podrías usar para forjar nuevas armas o crear nuevos muebles.
Quienes ya hayan jugado a Rune Factory 4 en Nintendo 3DS hace una década sabrán muy bien qué esperar, aunque este título nos ofrece bastantes mejoras mecánicas como para hacerlo todavía más accesible que el anterior: por ejemplo, ahora es mucho más difícil romper o desperdiciar objetos gracias a la forma en que están almacenados y se usan, lo cual puede resolvernos más de un quebradero de cabeza. Sin embargo, también incluye todo lo que hizo grande a su predecesor, por lo que los que disfrutaran de este se encontrarán con una experiencia familiar.
Sin embargo, el aspecto más llamativo es el salto a las tres dimensiones, que no se ha llevado a cabo de la forma más impresionante posible. El aspecto visual es bastante sencillo, y se centra más en mostrar un panorama colorido y acogedor que en alardear de una gran potencia gráfica. Las texturas pixeladas y los polígonos picudos aparecerán bastante a menudo en nuestro campo de visión, muchos escenarios se sienten vacíos, y de vez en cuando sufriremos algún desagradable frame drop, por lo que será mejor que nos acostumbremos a estos elementos si queremos disfrutar de Rune Factory 5.
Otro problema que es difícil de obviar es que el título no está traducido al español, por lo que deberemos jugarlo en inglés, francés o alemán. Parece mentira que en plena década de los años 20 todavía haya juegos que lleguen sin localizar, y sin duda este será un problema para muchos jugadores que no se desenvuelvan bien con el inglés. Por otra parte, lo bueno es que las voces están disponibles tanto en inglés como en japonés, lo cual alegrará mucho a los fans de la marcada estética anime de Rune Factory 5.