Vampire Survivors, bienvenido a tu nueva adicción

Que el videojuego avance técnicamente no está nunca de más: mejores gráficos, presentaciones más espectaculares, tecnología de vanguardia… es todo parte del encanto de ser testigo del avance de un medio como éste, en el que confluyen tantos factores artísticos, tecnológicos y creativos. Pero siempre conviene recordar y tener en cuenta que una buena mecánica de juego, por simple que sea, puede ser lo único que necesita un título para triunfar. Tal es el caso de Vampire Survivors, una de las tempranas sensaciones de Steam en este 2022, que ya acumula decenas de miles de usuarios y una valoración “Extremadamente Positiva” después de acumular más de 2000 análisis positivos frente a una veintena negativos.

Viendo las pantallas y el tráiler la verdad es que el juego no levanta grandes expectativas. Un sprite pobremente animado de lo que parece un cazavampiros sacado de un Castlevania se va moviendo por un cutre mapeado bidimensional mientras decenas de enemigos salen a nuestro encuentro sin otra forma de ataque que acercarse a nuestra posición. Ni siquiera tenemos que atacar, ya que es automático, sólo controlamos el movimiento. Es un planteamiento que ya hemos visto en numerosas ocasiones, especialmente popular en flash dada la relativa simplicidad y facilidad de manejo. El reto es simplemente sobrevivir lo máximo posible antes del inevitable final, aunque en el caso de Vampire Survivors lo adereza con un componente roguelite que le viene como anillo al dedo.

Planteamiento simple, diversión sin miramientos

Como mandan los cánones, hay un componente de progresión transitorio y otro permanente. Nuestro personaje ganará niveles durante la partida recogiendo gemas que dejan los enemigos al morir y a cada nivel se nos dará a elegir entre diferentes mejoras y habilidades para potenciar nuestra capacidad ofensiva y defensiva. No tenemos el control de cuándo o dónde atacar, así que nuestra prioridad es conseguir una combinación que nos ayude a aguantar más tiempo, entre numerosas opciones aleatorias que irán apareciendo: bolas de fuego aleatorias, cuchillos que vuelan en línea recta, hachas voladoras que dibujan arcos ascendentes, cruces que actúan como boomerangs, barreras de ajo que dañan al enemigo que se acerca, biblias que giran a nuestro alrededor (sí, la influencia de Castlevania está poco disimulada). También hay habilidades que aumentan las prestaciones básicas del personaje: más rapidez, más resistencia, más frecuencia de ataque, más número de proyectiles… Hay que sumar el hecho de que cada uno de los personajes seleccionables tiene ciertas habilidades innatas que se manifiestan según sube niveles, por lo que es responsabilidad del jugador elegir qué priorizar para alcanzar un resultado óptimo.

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En algunas ocasiones acabaremos con combinaciones con poca sinergia que harán imposible sobrevivir a las oleadas de creciente número y dificultad, con enemigos cada vez más numerosos, resistentes y rápidos. Otras veces acertaremos a encontrar una combinación ganadora que hará que nuestros enemigos caigan por miles y podamos resistir la media hora máxima que podemos aguantar antes de que la muerte misma venga a llevarnos -en ese punto toda la pantalla está rebosante de enemigos y el mapa no se ve, sólo nosotros en el centro rodeado de enemigos que intentan desesperadamente llegar a nuestra posición mientras nuestro contador de muertes crece por centenares a cada segundo, muy satisfactorio y catártico-. Factores como los bonus para subir nivel o la distancia a la que podremos atraer las preciadas gemas serán también importantes para que podamos progresar lo bastante rápido como para afrontar los nuevos desafíos. El hecho de que sean las gemas y no simplemente matar lo que nos hace subir de nivel nos obliga a estar en movimiento y no limitarnos a esperar en un sitio a que vengan por nosotros, lo que le da un acertado toque de dinamismo.

La parte de progresión permanente está dividida en dos factores: si conseguimos ciertos objetivos en la anterior partida, como progresar un arma a cierto nivel, podremos desbloquear nuevos complementos e incluso nuevos personajes que usar, cada uno con una particularidad. También acumularemos oro con el que conseguir bonificaciones permanentes que nos valdrán para cada partida y nos permitirán tener más posibilidades de llegar antes y mejor al punto al que queremos llegar. El componente de “una partida más” es poderoso, ya que siempre hay combinaciones que nos apetece probar y las partidas son rápidas, no más de la media hora que hay ahora mismo de límite, por lo que resulta muy tentador echarse otra y ver cómo lo hacemos en esta ocasión.

Bueno, (no muy) bonito y barato

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Vampire Survivors parte de una versión gratuita vía web que podemos jugar para probarlo, siendo más limitada que la versión de pago en Early Access en Steam, que vale unos 2,39€ ahora mismo. Por ese precio encontramos un juego con más opciones que el gratuito, dos tipos de mapeado y más armas, además de la promesa del desarrollador de ir mejorándolo y añadiendo contenido. La verdad es que por el precio, las horas de entretenimiento que ofrece hasta desbloquear todo lo que tiene actualmente es una ganga que nos puede entretener horas sin darnos cuenta. No parece que el desarrollador, poncle, tenga un plan detallado de progresión ahora mismo (o que esperase el éxito que ha encontrado, ya puestos) , pero se está centrando actualmente en atajar bugs, mejorar calidad de vida y ajustes para hacer la experiencia más satisfactoria. En definitiva, uno de esos juegos que se puede recomendar sin tapujos aunque esté en Early Access y que sólo puede mejorar de aquí en adelante.