Sobre Dying Light 2 y los juegos al peso, ¿más es mejor?
Destacar la cantidad de horas de juego sin justificar su extensión puede tener un efecto adverso. El caso del título de Techland es un ejemplo perfecto.
Hay ciertos géneros del videojuego que parecen obligados a durar más para ser “mejores”, hasta el punto de presumir de tener un mundo más grande u ofrecer más horas de juego que su predecesor. El caso de Dying Light 2: Stay Human, que celebraba en Twitter este 8 de enero el hecho de ofrecer 500 horas de contenido para completarlo al 100%, pone de manifiesto que quizá nos estamos olvidando de lo verdaderamente importante de un videojuego, que es si su duración —la que sea— está justificada por su calidad.
Solo dos días después, tras la avalancha de mensajes de usuarios abrumados, el estudio se ha visto forzado a aclarar la situación y revelar que, en realidad, su campaña puede completarse en veinte horas. Es evidente que la duración de una obra no determina necesariamente su calidad, pero si aquello de lo que se presume es del tamaño por encima de todo, muchos jugadores lo pueden interpretar como algo negativo, una barrera que genere rechazo. Todo va por gustos, naturalmente, que cada uno disfrute de este ocio como quiera.
Me veo reflejado en ese espectro de jugadores. Me alegro de que haya gente que esté celebrando esa ingente cantidad de horas de entretenimiento; sin embargo, para mí es ahora mismo un muro demasiado alto. Los hábitos de consumo han cambiado y lo seguirán haciendo durante los próximos tiempos. Con una oferta de videojuegos cada vez mayor y la consolidación de los servicios de suscripción a la carta con cientos de títulos a nuestra disposición, tengo la sensación de que la industria se ve abocada a reconocer la necesidad de ofrecer experiencias más cortas.
¿Significa esto que deban dejarse de lado los videojuegos de cientos de horas? En absoluto, porque el sector es muy plural y debe haber sitio para todo, pero lo que antaño podía llegar a ser positivo puede tornarse ahora en un impedimento. No tiene sentido valorar un videojuego al peso.
Series, películas, libros, videojuegos. Consumo rápido. Terminar una cosa y pasar a la otra. Esa es la realidad a la que nos acercamos. Por eso mismo creo que hoy tiene más sentido explicar al usuario por qué merece la pena llegar al final de su título, por qué merece la pena prestar atención a tu juego y no al de la competencia; no priorizar en el mensaje que nos esperan “cientos” de horas per se.
Y esto se aplica igualmente a los videojuegos single player, cada vez más caros de producir y con más tiempo necesario para su desarrollo. Ya lo dijo Shawn Layden, expresidente de Sony Interactive Entertainment: no es sostenible para nadie.
Insisto: no estoy en contra de los juegos largos. No obstante, en pleno 2022 el mensaje sobre las virtudes de un título debe ir por otro lado, priorizando siempre la calidad de esas horas a la cantidad en bruto. Tenemos una lista enorme de títulos esperándonos y, por resumirlo de algún modo, no hay tiempo que perder.
- Acción
- Aventura
Dying Light 2: Stay Human, desarrollado por Techland para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series, es la secuela de la aventura de acción Dying Light. Dying Light 2, secuela del excelente título de mundo abierto, ofrece una visión postapocalíptica y única de la edad oscura moderna, una realidad despiadada y sombría en la que hombre e infectado representan la misma amenaza. Eres Aiden Caldwell, un sobreviviente infectado. Tu excepcional agilidad y brutales habilidades de combate te convierten en un poderoso aliado y un valioso activo en este peligroso mundo.