Wartales, libertad para vivir y morir por la espada

Wartales cabalga a lomos de la libertad como fundamento conceptual, la libertad que concede la desesperación y el convencimiento de que echarse a los duros caminos para buscar fortuna es mejor alternativa que sentarse a esperar a la muerte en un mundo sin esperanza. En un amplio mundo de inspiración medieval, la plaga y la guerra está sembrando el caos, empujando a hombres y mujeres a tomar medidas desesperadas. Unos buscan fortuna como mercenarios, otros se convierten en bandidos y otros simplemente buscan la forma de sobrevivir a través de su profesión.

Esta es la premisa del juego que arranca ahora su fase beta jugable en el Early Access de Steam. Baja fantasía, un mundo inmisericorde e indiferente y la ausencia de cualquier atisbo de épica o heroicidad a gran escala son algunos de los elementos que ofrece. Todo alrededor de dos pilares básicos: un mapeado enorme en el que el desplazamiento puede ser relativamente lento y para el que hay que estar equipado; y un sistema de combate estratégico por turnos, en el que hay que saber posicionar bien a tus hombres e intentar por todos los medios que sobrevivan a los encuentros, ya que cada pérdida resulta potencialmente devastadora si era un miembro con experiencia.

Esa partida destaca la ausencia de objetivos, misiones y propósitos. Al comienzo se nos hará diversas preguntas para condicionar algunas virtudes o defectos de nuestro grupo para configurar bonus y malus iniciales. A partir de ahí se te suelta por el vasto mundo, siendo tú como jugador el que decide objetivos. No hay marcadores, objetivos o misiones, a menos que quieras ir al pueblo más cercano y hablar con el emisario en la taberna, que tiene diferentes tareas con dificultad variante y recompensas a medida, generalmente basadas en acabar con bandidos e indeseables. Esta sería la vía más directa para ser un mercenario “regulado”, aunque en ningún momento se te limita a tomar este camino o se te impide abandonarlo una vez iniciado.

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Lo fundamental es conseguir pagar a tu grupo y alimentarlos. Cómo lo hagas ya depende de ti. El mundo es dinámico y se mueve al margen de tus pasos, con caminos constantemente transitados por guardias, caravanas y bandidos. Puedes convertirte en una amenaza para la ley y el orden, atacar a mercaderes por el camino, robar en las ciudades y en solitarias casas de granjeros repartidos por el horizonte. El estilo de juego y las decisiones naturales que se toman marcan nuestro lugar en el mundo y cómo el mismo reacciona ante nosotros.

Hay otros muchos elementos que considerar y diversas formas de alcanzar ese objetivo de mantener a tu grupo unido y motivado. Cada miembro puede aprender distintas profesiones y avanzar en ella a base de práctica y aprendizaje. Con la experiencia y los materiales adecuados podemos producir nuestras propias armas y armaduras, o ganzúas para colarnos en las casas; cocinar nutritivos platos para mantener calientes los estómagos y elevados los espíritus; producir pan para consumir o vender; tratar animales cazados para aprovechar sus pieles, sus dientes o su carne; producir diferentes pócimas y aceites para sanarnos o potenciar nuestras habilidades. Son sólo una muestra del variado abanico de opciones para mejorar nuestras posibilidades de sobrevivir y prosperar.

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Según progresemos podremos reclutar a más gente, mejorar las prestaciones y equipamiento de nuestro campamento y convertirnos en una fuerza más considerable en el mundo, aunque el peligro de perder algún miembro siempre acecha en el momento más inesperado; no hay enemigo pequeño. En el campo de batalla hay que estar atento al posicionamiento de las unidades, tener en cuenta habilidades y movimientos que pueden afectar a más de un miembro si están demasiado juntos, así como andarse con cuidado de no quedar rodeado o tener en cuenta penalizaciones como intentar salir de una melee con un enemigo, concediéndole un golpe libre. La única pega en estos primeros compases con el juego es que tardamos bastante en poder equiparnos con habilidades que merezcan la pena, particularmente aquellas que afectan a varios enemigos, lo que hace que el comienzo pueda resultar algo lento, especialmente en algunos encuentros contra manadas de animales.

De estas primeras horas con el juego nos quedamos con la cantidad de pequeños detalles y acciones que nos hacen pensar de que cada partida va a ser distinta y siempre vamos a encontrarnos sorpresas, agradables y desagradables, tomemos el camino que tomemos. La ambientación está bastante bien conseguida, con un mapeado repleto de detalles y contrastes climáticos que da la impresión de ser realmente grande, una invitación abierta a la exploración. La banda sonora es también evocativa y acompaña bien a nuestras jornadas de lluvia y barro por ganarnos nuestro sustento. Por otro lado, siendo un Early Access recién salido es lógico esperar una serie de problemas y facetas a medio cocinar. Cosas como modelos repetidos son esperables y no afectan demasiado a la experiencia preliminar, aunque más preocupantes son los múltiples errores totales que nos sacar del juego al sistema operativo.

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Todavía no hay un mapa de camino sobre lo que se va a implementar y añadir en esta fase de beta jugable, pero podemos atisbar ya los cimientos de un juego prometedor con una idea bien establecida que sólo ganará fuerza e interés según vaya sumando más contenido y variedad. Para aquellos que disfrutan de juegos como como Mount & Blade pero con un enfoque más estratégico, este juego puede ser una apuesta más que sugerente para tenerla marcada durante los siguientes meses o de cara a su lanzamiento final.