Impresiones de World War 3, el juego que quiere plantar cara a Battlefield

Poco después de que analizaramos su sorprendente interpretación de la zona de exclusión de Chernobyl, los desarrolladores polacos de The Farm 51 vuelven al ataque con otro juego de disparos en primera persona, World War 3. En este caso se trata de una propuesta muy diferente, un juego que trata de competir con otro de los titanes que aparecerán a final de año. Con sus gigantescos mapas, altos números de jugadores por partida y variedad de modos las comparaciones con el juego de EA Dice son inevitables.

A lo largo del fin de semana hemos podido probar la demostración técnica del juego, que sigue en fase alpha, y comprobar si puede tratarse o no de un serio contendiente para los grandes del género. Las buenas sensaciones generales que nos ha dado quedan desgraciadamente lastradas por una serie de mecánicas poco desarrolladas y un futuro más bien incierto. Te lo contamos con detalle debajo.

¿Un juego maldito?

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Un vistazo a la página de Steam de World War 3 revela un dato sorprendente: su fecha de lanzamiento original, allá por el tan lejano 2018. Por aquel entonces, The Farm 51 lanzaba World War 3 en Early Access, un proyecto que murió dos años más tarde cuando se dejó de vender el juego para trabajar en su reconstrucción. Ahora se nos presenta el producto final, o algo parecido, en esta alpha técnica y los cambios no han ido en la dirección que esperaríamos.

Por supuesto el primer y más significativo cambio que se ha implementado es una transición al modelo free2play. Aunque esto podría dar una vida más longeva al título atrayendo a una buena cantidad de jugadores, las pegas ya se dejan entrever. Progresar por el arsenal jugable del título es un proceso largo y tortuoso, con recompensas escuetas por buenas partidas. Las microtransacciones ya se dejan ver y el especial empeño que ponen los desarrolladores en demostrar su nuevo sistema de vestuario deja ver donde pueden estar sus prioridades.

Una vez a los mandos el juego sorprende algo más gratamente, por lo menos hasta que jugamos lo suficiente para ver las lacras también aparentes en esta faceta. La sensación al disparar es agradable y las armas responden de manera adecuada pero el retroceso deja mucho que desear. Los patrones del pequeño arsenal de la alpha eran demasiado sencillos de aprender y casi imposibles de dominar, una combinación atroz. Esto unido a un sistema de movimiento que deja mucho que desear hace que la experiencia como infantería deje mucho que desear. Esto no quiere decir que el juego sea un desastre, pero cuando el punto de comparación son juegos AAA que llevan años refinando sus sistemas es difícil no quedar algo decepcionado.

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También a los mandos de vehículos vemos problemas. A pesar de que son (quizás demasiado) poderosos utensilios en el campo de batalla, esto viene a costa de un necesario peso en sus controles. Su movimiento por el terreno es desapegado, como si levitasen malamente y no hay ninguna sensación de las toneladas detrás de cada giro del cañón. Estos problemas se ven exacerbados en vehículos aún menores como los quads, lo que nos llevó a usarlos relativamente poco. Los mapas requieren algo de refinamiento pero tienen promesa en su encarnación inicial, amplios campos de batalla con el diseño visual que la compañía ya desarrolló en Chernobylite.

Factores redentores

A pesar del tono generalmente negativo de estas impresiones, lo cierto es que sí nos vemos jugando a World War 3 ocasionalmente una vez tengamos entre manos la versión definitiva. Su precio inicial inexistente lo hace una oferta inevitable y cuando dejamos de compararlo con otros juegos del género la oferta que se nos presenta resulta más digerible. Desde luego para aquellos que no tengan otra opción de introducirse en el género de las grandes batallas merecerá la pena la descarga. Su componente visual no tiene demasiado que envidiar de otras grandes producciones y los sonidos, aunque mejorables, no chirrían en exceso. Otro factor prometedor es que esta “alpha técnica” ya corre mejor en nuestro sistema de gama media-alta que la beta de Battlefield 2042 con una calidad visual similar.

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World War 3 tiene pinta de que será un buen juego para aquellos que quieran una opción gratuita en el género o simplemente algo nuevo que probar. Dudamos de que sea capaz de mantener a los jugadores en el largo plazo a no ser que empiece a llegar un roadmap con novedades importantes. El tiempo dirá. Pero mientras jugábamos esas sensaciones al huir de una granada o matar a varios enemigos del tirón estaban ahí. Con un poco de trabajo de aquí al lanzamiento y si consiguen esquivar concentrarse en tratar de ganar dinero frente a mejorar la calidad del juego, The Farm 51 puede tener un buen proyecto entre manos. Esperemos que esta vez sea la definitiva.