Assassin's Creed Valhalla: El Asedio de París, impresiones finales de la segunda expansión
Eivor viaja a Francia en un nuevo contenido de historia que introduce novedades y un arco argumental inédito.
Carlomagno reinó en Frankia y estableció una línea monárquica que continuó fluyendo a través de sus descendientes. Unos años después de los asedios protagonizados por el caudillo Ragnar Lothbrok (trató a toda costa de conquistar el territorio), los clanes nórdicos volvieron a revolverse en el corazón de la Francia medieval. Bajo la corona de Carlos III El Gordo, París y sus aledaños vivieron una tiranía agónica. Assassin's Creed Valhalla se abre a nuevas historias en El Asedio de París, la segunda expansión del pase de temporada, que retrata una nación hundida en la miseria y la corrupción.
Las calles de París se parecen poco a las que recorrimos en Assassin's Creed Unity, una entrega que transcurre durante la Revolución Francesa del siglo XVIII. Casi un milenio antes, en el siglo IX, las viejas ruinas romanas han sido sustituidas paulatinamente por nuevas construcciones. La ciudad de la luz todavía es ciudad de oscuridad, puesto que la peste se contagia por toda la urbe y las alimañas caminan con libertad. Ubisoft Montreal se inspira claramente en A Tale Plague: Innocence cuando introduce a las ratas como una de las novedades principales de este DLC.
No, no podemos controlar a los grupos de roedores con poderes ni matarlos, pero sí espantarlos con las armas para que se escondan. Entonces, debemos buscar algún objeto para tapar los agujeros. Esa misma estrategia que nos salva de sus colmillos la podemos utilizar a la inversa para acabar con enemigos: si liberamos a las ratas, estarán encantadas de dar un mordisco a cualquiera que pase por la zona, incluidos los soldados enemigos.
Inglaterra y el peligro de la invasión francesa
Toka desembarca en Inglaterra con el fin de pedir ayuda a Eivor, el líder del Clan del Cuervo. Sigfried y sus vikingos luchan contra el rey de Frankia y necesitan sangre fresca para el asedio que tienen planeado. Mientras tanto, el protagonista de Assassin's Creed Valhalla tiene otras preocupaciones en mente. Le han llegado noticias de que Carlos El Gordo es un monarca loco (y devoto, en apariencia) que tal vez esté planeando la invasión de Inglaterra, el nuevo hogar de Eivor. Ante esa situación, decide viajar a París para evitar que el rey haga realidad sus ambiciones.
El Asedio de París presenta una historia principal interesante que sabe explotar su premisa y profundizar en los personajes y en las motivaciones de cada uno. En cierto modo, los vikingos han sido retratados históricamente como brutos cuyo único interés es derramar la sangre de sus enemigos, pero Ubisoft Montreal ha intentado humanizarlos. No solo luchan en cruentas batallas, sino que también se manejan en el terreno de la diplomacia. En esta ocasión, Eivor se esmera en hablar con todas las partes, puesto que considera la guerra la última opción. En cambio, Sigfried se decanta por quemar la ciudad hasta los cimientos, movido por la venganza.
La dimensión moral y los conflictos éticos se materializan de forma palpable en el personaje de Toka, que no rehuye la batalla, pero sí expresa sus dudas y su pena por la muerte de inocentes, especialmente los niños. Hay un momento concreto en la que comunica sus dudas al respecto, porque recuerda que dentro de los muros fortificados de París hay pequeños jugando que morirán abrasados por el fuego de la guerra. Esa inocencia se retrata igualmente en el hijo del rey Carlos, un muchacho de mente despierta que vive oculto de su padre mientra su madre lo protege del juego de tronos. Piensa que será un soberano mucho más querido que su progenitor, que inspira miedo entre su pueblo.
Oportunidades de asesinato, una mecánica acertada y necesaria
Una de las cosas que menos nos gustó de Assassin's Creed Valhalla (y de otras entregas recientes) es que los asesinatos suelen seguir siempre un esquema parecido. O tomamos al objetivo por sorpresa o este escapa o presenta algo de resistencia con la espada. Al final, muchos se limitaban a eliminarlo y a huir rápidamente de la escena del crimen. En El Asecio de París, el estudio canadiense ha implementado las oportunidades de asesinato. Consisten en buscar una serie de pistas que abren distintas opciones para matar al objetivo. Además, la muerte se muestra en pantalla con una animación especial diseñada ex profeso para cada una de esas ejecuciones. Sin llegar al nivel de Hitman ni mucho menos, el jugador tiene ahora la opción de conocer más al personaje que va a asesinar, sus historias, la gente que les rodea y sus circunstancias.
Las misiones de los rebeldes son misiones especiales con distintos objetivos adicionales que debemos cumplir (similares a las Exigencias Reales de La Ira de los Druidas). A medida que completamos las tareas, Eivor ganará puntos de Infamia que desbloquea nuevas mejoras, artículos cosméticos, armaduras y enemigos cada vez más complicados.
El mapa y los escenarios, por su parte, no destacan tanto. Se parecen demasiado a los de Inglaterra, aunque Francia tiene un tono algo más oscuro que lo diferencia. No en vano, nos encontramos zonas como las alcantarillas, en cuyas aguas los cadáveres putrefactos flotan exudando el aroma de la peste. En cuanto al tamaño, es un poco más pequeño que el mapeado de Irlanda de la primera expansión.
No había ocurrido ni con el juego base de Assassin's Creed ni con La Ira de los Druidas, pero esta nueva expansión presenta severos problemas de framerate en PS5. En ciertos momentos (por ejemplo, en el mismo asedio de la ciudad), los FPS caen de forma muy pronunciada. Suponemos que este es un aspecto que se arreglará en un futuro parche, al igual que el mensaje de error relacionado con las partidas guardadas que ciertos usuarios han experimentado.
El Asedio de París es un contenido muy a tener en cuenta. La trama argumental posee el empaque necesario, implementa nuevas habilidades y mecánicas, que en conjunto, alargan la experiencia durante más de diez horas. Por lo demás, la jugabilidad se mantiene intacta, con todo lo bueno y todo lo malo que ello conlleva.
- Acción
- Aventura
Assassin's Creed Valhalla es una nueva entrega de la saga de aventura y acción histórica a cargo de Ubisoft Montreal y Ubisoft para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5, Xbox Series y Stadia ambientada en la era vikinga. Ponte en la piel de Eivor y lidera a tu clan desde los gélidos páramos de Noruega hasta un nuevo hogar en los exuberantes campos de la Inglaterra del siglo IX. Funda tu asentamiento, conquista esa tierra hostil cueste lo que cueste y gánate un lugar en el Valhalla. La Inglaterra de la era vikinga es una nación fracturada, plagada de ruines señores feudales y reinos en guerra, pero bajo ese caos yace una tierra rica e indómita que aguarda a que alguien la conquiste.