Kings Bounty II, impresiones. ¡Ya lo hemos jugado!

Dicen que lo bueno se hace esperar, y la magia requiere su propio ritmo y proceso para tomar cuerpo y crear prodigios. Así ha sucedido con King’s Bounty II, previsto para el pasado marzo y que se ha visto retrasado. Actualmente, el título se encuentra en su fase final, para la cual el estudio está puliendo los últimos detalles. Finalmente, en MeriStation hemos tenido acceso a las primeras horas de un juego que promete superar a sus predecesores. Después de la presentación a la que asistimos anteriormente, hoy os compartimos nuevos detalles de este título de rol y estrategia que pone su mirada en fenómenos de masas de la fantasía como Canción de Hielo y Fuego, The Witcher y El Señor de los Anillos. El próximo 24 de agosto lo disfrutaremos en PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.

Grimdark puro

“El aspecto de King’s Bounty II, al igual que su narrativa, se inspira principalmente en películas de fantasía como El Señor de los Anillos y La Historia Interminable”, confirman desde 1C Entertainment, quienes también mencionan obras grimdark como The Witcher y Juego de Tronos. “Los anteriores títulos de King’s Bounty, al igual que la saga de Heroes of Might and Magic, son también muy buenas referencias: un brillante estilo medieval, pero con más refinamiento y sofisticación. Sin embargo, aspiramos a un estilo más adulto que las entregas anteriores de King’s Bounty”.

Nada más adentrarnos en King’s Bounty, sentimos una inevitable reminiscencia a títulos de fantasía grimdark como Dragon Age. Controlamos a nuestro personaje en tercera persona, y exploramos un vasto mapa mientras proseguimos con nuestra misión principal y, a su vez, se nos ofrecen diferentes secundarias. La ambientación nos trae un país en el que la magia forma parte de la vida cotidiana, y donde problemas sociopolíticos como el racismo entre humanos y enanos, la opresión por parte de las autoridades y las diferencias de clase son la tónica del día a día. 

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A lo largo de la partida, se nos ofrecerán decisiones sobre qué partido tomar y que afectarán tanto al desarrollo de la historia como del propio personaje. Contaremos con cuatro pilares: Astucia, Fuerza, Orden y Anarquía, que se potenciarán según los bandos a los que apoyemos con nuestras elecciones y con nuestro enfoque a la hora de resolver conflictos. Cada uno de estos valores determinará las habilidades que vayamos desbloqueando para nuestro personaje.

Asimismo, las decisiones no se limitarán a opciones de diálogo: habrá misiones en las que debamos escoger a quién matar, a quién salvar, y esto determinará cómo nos ven los demás y cómo se perfila la personalidad de nuestro protagonista. También influenciarán detalles como a quiénes contratemos para nuestro ejército, de tal modo que si nos inclinamos hacia la necromancia para incluir a no-muertos en nuestras filas, nos arriesgaremos a comprometer la cohesión y lealtad de otras tropas más ortodoxas.

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Un mundo vasto y frío

A falta de acceder a la versión final, comprobamos una estética hiperrealista en la que, a pesar de no lucir el acabado de un título de última generación, sí cumple con solvencia. Encontramos escenarios muy vivos y repletos de detalles, que nos da la sensación de diferentes ecosistemas envolventes para una aventura con todo el sabor de la espada y brujería clásicas. Es en la misma historia donde las intrigas políticas y la amenaza de la magia prohibida aportan un giro maduro y amargo. Todo queda complementado por una banda sonora solemne y que, por otro lado, peca en ocasiones de repetitiva; y una localización excelente que tiene en consideración incluso los mismos letreros dentro de la partida.

Nos encontramos en Nostria, donde nuestro protagonista deberá restaurar la paz en un país ahogado en corrupción y víctima de poderes oscuros y peligrosos. Escogeremos entre tres personajes con su trasfondo propio y, por supuesto, sus propias habilidades: Aivar, antiguo caballero y mercenario que cumple con el rol del guerrero clásico de un juego de rol y, además, se convierte en el personaje más asequible para una primera partida. Katharine, la condesa y hechicera sedienta de conocimiento; y Elise, paladina bendecida con poderes divinos y que protegerá a su propio pueblo.

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Durante las primeras horas de juego sí sentiremos que el juego se ve afectado por un escollo habitual en los videojuegos de rol: el ritmo a la hora de presentar un universo desconocido y vasto, y sus mismos personajes. Al principio, tendremos la sensación que los acontecimientos van demasiado lentos, y la información complementaria del lore a través de escritos que encontraremos en nuestra exploración hace que sintamos de forma distante el mundo que nos envuelve.

Asimismo, nos encontramos en un mapa muy vasto que, por otro lado, notamos al que le falta vida, aunque se percibe la intención de crear dicha ilusión en el jugador. Sí, tenemos una trama llena de intrigas y magia, con un protagonista con voz propia. Sí, tenemos personajes no jugadores que participan en el desarrollo de la historia. Y también en las localizaciones observamos personajes que interactúan entre sí en conversaciones casuales, y algunos de ellos con invitación para adquirir una nueva misión. No obstante, falta un paso para sentir que nos encontramos ante una ambientación genuina. Aunque se cumple la máxima del grimdark en la que no hay buenos ni malos, sino diferentes escalas de grises en una moral ambigua, echamos de menos cierto carisma tanto en nuestro mismo protagonista como en los demás. Aunque el lenguaje audiovisual está bien presentado para presentar la narrativa, no podemos evitar sentir la historia algo distante para involucrarnos emocionalmente con lo que sucede en Nostria.

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Una mente estratega, la clave para la victoria

A pesar de las carencias de su narrativa, King's Bounty II sí brilla en un sistema de combate por turnos muy profundo en el que nos obligará a pensar cada movimiento. En nuestra aventura, deberemos acudir a los puestos de reclutamiento para adquirir tropas. No sólo deberemos tener en cuenta las habilidades de nuestro ejército, sino su posicionamiento moral para que su predisposición en el combate sea óptima. 

Una vez entremos en combate, se nos presentará un mapa dividido en casillas hexagonales en el que deberemos distribuir nuestras tropas antes de dar comienzo a la batalla. Aquí deberemos tener en consideración las ventajas e inconvenientes tanto de nuestras unidades como de las del contrario, y los turnos de intervención para planear muy bien cuándo atacar, defenderse y movilizarse. Además, los elementos del terreno servirán tanto de cobertura como impedimento a la hora de desplazarnos. Cabe mencionar que, tanto en las fases de exploración como de combate, dispondremos de una interfaz muy intuitiva y cómoda, de tal modo que de un solo vistazo tendremos acceso a todos los elementos y menús sin que nos invada la pantalla con exceso de información.

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En cuanto a nuestro héroe, también podrá participar en la batalla con sus ataques especiales que iremos desarrollando a medida que suba de nivel. Cada combate requerirá una táctica bien planificada. Si nos metemos en una batalla con inferioridad numérica, o decidimos improvisar demasiado, es muy posible que nos vayamos con la derrota, y rearmarse no será tan sencillo. En efecto, la contratación de tropas requiere dinero que podremos conseguir con otras misiones, y sabotearnos la partida será más fácil de lo que parece.

Dentro de poco más de un mes, podremos disfrutar plenamente de un título que deleitará a los amantes de la fantasía oscura y, en especial, a quienes gusten de usar una mente astuta a la hora de combatir. King's Bounty II nos sorprenderá con su mayor hechizo, que es un desafío justo para jugadores tácticos y no impulsivos.