Shin Megami Tensei III: Nocturne HD Remaster
Shin Megami Tensei III Nocturne HD Remaster, análisis
Analizamos la versión en alta definición de un juego de culto que llega a PS4 y a Nintendo Switch.
A pesar de ser una gran desconocida durante mucho tiempo, Atlus ha grabado ya su nombre con letras de oro en la historia de los videojuegos. Su mayor barrera fue salir de Japón, debido a espíritu tan nipón de sus juegos y lo difícil que es transmitir determinadas temáticas a los mercados occidentales. De hecho, uno de los principales hitos fue el del lanzamiento original del juego que nos ocupa, Shin Megami Tensei III: Nocturne, que se presentaba como una toma de contacto con el mercado occidental para ver qué tal podría responder a las grandes obras de rol que se estaban desarrollando en la ínsula nipona. Aunque sin grandes alardes, la recepción fue lo bastante buena como para que la compañía se animase a seguir lanzando sus obras.
Desde entonces, la compañía no paró de crecer gracias a los grandes éxitos que fue acumulando, sobre todo gracias a que la propia desarrolladora maduró lo suficiente para ofrecer obras cada vez mejores, lo cual se retroalimentaba con el calado cada vez mayor de sus títulos en el mercado, empezando por toda la franquicia Persona y sus ramificaciones y continuando con títulos como 13 Sentinels, Catherine, Dragon’s Crown, Odin Sphere, la franquicia Etrian Odyssey, Tokyo Mirage Sessions, los Devil Survivor… Es dentro de este panorama más prometedor que Atlus ha aprovechado para recuperar algunas de sus obras anteriores, tal y como ocurrió con algunas revisiones para 3DS, pero la apuesta más fuerte es, sin duda alguna, la de recuperar Shin Megami Tensei: Nocturne.
En su lanzamiento original de 2005, el juego ocultaba la entrega numérica de la que se trataba al ser el primer juego de la franquicia en llegar a occidente, por lo que se intentó evitar confusión en el usuario; no obstante, tras el lanzamiento de la cuarta entrega y con el quinto capítulo a punto de llegar al mercado, se ha optado por el título completo de Shin Megami Tensei III: Nocturne. En realidad, se trataba ya en su momento de una versión mejorada del juego japonés original, que en el mercado nipón se lanzaría con el título de Shin Megami Tensei III: Nocturne Maniax. Por tanto, esta versión remasterizada usa como base la mejor versión posible del juego original y, de paso, se convierte en una oportunidad excelente para que el máximo de gente posible lo pueda disfrutar, ya que, aunque originalmente se lanzó solo para PlayStation 2, esta remasterización llegará a PlayStation 4, Nintendo Switch y PC.
Un apocalipsis a medida
Toda la franquicia Shin Megami Tensei (y muchas de sus ramificaciones) gira en torno a un concepto básico que se repite de una entrega a otra: la devastación de Tokio debido a un conflicto eterno entre el bien y el mal, con el protagonista principal de cada capítulo como nexo que debe ayudar a decantar la balanza hacia un lado u otro. Tal es el argumento también de Nocturne, donde nos vemos atrapados en medio de dicho apocalipsis con el extra de habernos convertido en mediodemonio. La historia está ambientada en la actualidad (aunque en una fecha no definida) y gira en torno a la idea de que el mundo ha de ser destruido antes de poder renacer.
Nuestro objetivo será el de entender por qué hemos sufrido dicha transformación y entender el papel que jugamos en todo esto, ya que de nuestras acciones dependerá el final del juego que obtendremos (de entre los 6 posibles), de tal modo que ese renacer o, dicho de otra forma, la vida o la muerte de la propia ciudad de Tokio estará en nuestras manos. Se trata de una trampa bastante profunda que, dentro de su ambientación de futuro un tanto psicotrópico, nos presenta infinidad de debates teológicos y morales dentro del tono de oscuridad y gravedad general de la producción (aunque eso no quita que no haya ciertos toques de humor negro).
Lo más interesante de la trama del juego es, precisamente, la capacidad que tendremos para influir en los acontecimientos del juego mediante un sistema moral mucho más complejo que el tradicional, de tal forma que no todo es blanco o negro. Es decir, cuando elegimos una respuesta a la hora de hablar con los demás personajes (amigos o enemigos), dicha respuesta no marcará de forma inexorable la relación que tendremos con ellos, sino que eso vendrá definido por la filosofía vital que transmitíamos a lo largo de todo el juego. Esto hace que no todo dependa de una respuesta (aunque algunas puedan pesar más que otras), sino que tendremos que crear un personaje definido a lo largo de toda la historia para ir formando nuestra personalidad a través de los millones de tonos de grises que hay (igual que en el mundo real). De esta forma, se determinará nuestra interacción con el mundo y el final de la historia que veremos.
El sistema de juego
Nocturne se divide entre dos planos muy básicos: el mapa de la ciudad (que es muy básico y poco detallado) y las mazmorras que recorreremos. Aunque el mapa general se explota poco y da la sensación que podría dar más de sí, es en las mazmorras donde el juego brilla. Era la primera vez que Atlus abandonaba la vista en primera persona en sus juegos de rol y lo cierto es que el cambio le vino de maravilla a sus obras. Pese a ser lineales (con forma laberíntica para complicarnos un poco las cosas), todos ellos tendrán un espíritu propio más allá de lo visual, con elementos como inversiones del entorno, zonas en las que memorizar patrones para avanzar, etcétera.
En cuanto a los combates, es justo reconocer que este sistema de juego que fue rompedor en su momento para la franquicia, aunque a día de hoy ya hay fórmulas más refinadas. De hecho, fuera de la propia franquicia ya en la época se podía ver cómo algunos juegos de rol de otras compañías apostaban por dinámicas tan divertidas como la de Shadow Hearts, cuyo sistema de combate, pese a ser por turnos, nos obligaba a estar pendientes en todo momento. En Nocture tenemos un sistema bastante básico con una serie de opciones básicas entre las que decantarnos; no obstante, más allá de la simpleza inicial, lo cierto es que tiene bastante profundidad en cosas como el intentar aprovechar las debilidades de los enemigos para obtener acciones adicionales y tener ventaja en combate, algo que será fundamental en los modos de dificultad más elevados.
Este sistema se iría refinando en juegos posteriores de Atlus y alcanzaría su cénit en Tokyo Mirage Sessions y Persona 5, por lo que esta versión se antoja, como es lógico, un tanto más anticuada. Pero los combates no se limitan solo a esto. Otra particularidad es la de que nuestro equipo está formado por demonios que vamos reclutando a lo largo de nuestra aventura. Pero, a diferencia de juegos como Pokémon, no se trata de capturarlos, sino de negociar con ellos. Se trata de todo un minijuego de negociación en el que habrá quien pida un par de objetos, quien no pida nada y quien querrá ver qué miembros tenemos en el equipo, la moralidad que vayamos mostrando en nuestras decisiones u otros factores de lo más diverso. Por tanto, a veces nos será imposible conseguir a la criatura que queremos si nuestro camino dista mucho del que ella se espera.
Las criaturas evolucionan al alcanzar diferentes niveles, aunque también habrá un sistema de fusiones bastante elaborado, que es otra seña de identidad de los juegos de Atlus. Otro elemento particular de Nocturne son las magatamas, unos orbes especiales con la esencia de elementos, demonios o entidades diversas que se consumen para dar al personaje determinadas bonificaciones y debilidades, según la magatama empleada. Dichos orbes se pueden conseguir en tiendas, al derrotar a enemigos o encontrarse ocultas en determinadas ubicaciones. El tipo de magatama utilizada determinará también las habilidades al subir de nivel y, por tanto, se puede jugar con ellas para definir la evolución de nuestro personaje, así como alternar entre ellas para aprovechar las ventajas que nos aportan a la hora de hacer frente a determinados enemigos.
Lo interesante del sistema de magatamas es, sobre todo, que nos obliga constantemente a elegir qué queremos priorizar, ya que no se puede equipar todo y, por tanto, no se puede llegar a tener a un personaje superpoderoso que pueda con todo, de tal modo que tendremos que sacrificar cosas. En general, se trata de un sistema de juego variado pero que se va haciendo repetitivo con el paso de las horas, ya que su profundidad táctica brilla la primera vez que nos enfrentamos a cada tipo de enemigo, pero en sucesivos combates se limita a repetición de estrategias que funcionen.
Apartado técnico y novedades
Más allá de que a nivel artístico el juego sea una delicia, es innegable que los gráficos siguen muy próximos a lo que es el nivel de PlayStation 2. Esto no quita que no se hayan hecho auténticas virguerías a nivel técnico, desde la limpieza visual para que todo se vea más nítido y definido hasta la mejora de la cámara, pasando por animaciones más fluidas para los personajes. No obstante, no se consigue ocultar del todo el paso de los años, sobre todo en los polígonos de personajes y escenarios, en la iluminación o en el diseño de algunos entornos (grandes y con pocos detalles). La banda sonora, eso sí, es espectacular y suena mejor que nunca. El trabajo de Shoji Meguro, Kenichi Tsuchiya y Toshiko Taaki es muy variado, logrando ser épico en determinados momentos, aterrador en otros e incluso con canciones más propias de j-pop o melodías de sala de espera.
Tal y como comentábamos antes, se trata de la versión Nocture Maniax, la más completa del juego que incluye nuevas escenas, mazmorras adicionales, nuevos potenciadores, un final no presente en el juego básico y la presencia de Dante, el cual repite en esta remasterización. A mayores de eso, esta versión remasterizada incluye un modo de juego Piadoso más fácil; el juego es bastante complejo, así que el tener un amplio abanico de dificultades para todo tipo de jugadores es muy satisfactorio. También se incluye la opción de cambiar a Dante por Raidou (algo propio de la versión Maniax Chronicle Edition y que aquí estará disponible en el contenido descargable Maniax), voces en japonés o inglés y subtítulos en varios idiomas, entre ellos el español.
Conclusión
Shin Megami Tensei III: Nocturne sigue siendo un gran juego gracias a su gran historia oscura y profunda y a su elaborado sistema de toma de decisiones que vigila en todo momento nuestras acciones. Cierto es que no deja de ser un juego con más de 15 años a sus espaldas y que muchas de sus mecánicas y planteamientos se antojan anticuados, pero sigue funcionando bastante bien y sigue siendo una experiencia satisfactoria. Quizás le hubiese sentado mejor un remake que una simple remasterización, pero eso no quita que estemos ante la mejor versión posible para disfrutar de un clásico del rol que en su momento pasó más desapercibido de lo que se merecía, salvo entre los más entusiastas del género. Sin duda, un gran aperitivo antes de la llegada del muy esperado Shin Megami Tensei V.
Lo mejor
- Su argumento y sus diversos finales
- El estilo artístico
- La espectacular banda sonora
- Los combates estratégicos
- Contar con diversas opciones de dificultad
Lo peor
- Le pesan los años
- Los combates son muy abundantes y se hacen repetitivos con el tiempo.
- El mapa general podría aprovecharse más
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.