Shin Megami Tensei III Nocturne HD Remaster, impresiones. El retorno de un clásico
Probamos las dos primeras horas de la versión final de Shin Megami Tensei III en su retorno en formato HD.
Atlus es, sin lugar a dudas, una de las desarrolladoras de juegos de rol japonés más importantes de todos los tiempos. A lo largo de más de tres décadas de historia, dejó una cantidad ingente de obras inolvidables en el mercado nipón, aunque es cierto que en Occidente le costó más abrirse camino y llegar a despuntar como se merecía. El problema, en gran medida, radicaba en el estilo marcadamente nipón de sus producciones, tanto a nivel de narrativa y diseños como a nivel de jugabilidad y estilo de juego. No en vano, gran parte de sus obras son muy exigentes y requieren una paciencia importante que, hasta hace muy poco, los usuarios occidentales no estaban muy preparados para aceptar.
De hecho, pese a que Atlus siempre contó historias profundas y elaboradas, con personajes desarrollados de manera exquisita, el acceso a sus obras era bastante complejo por la parte jugable, de tal modo que franquicias excelentes se quedaban como obras de nicho para un público minoritario. No obstante, poco a poco fueron encontrando la tecla para facilitar el acceso a sus obras a todo el mundo y, en los últimos tiempos, han dejado de ser una empresa de nicho para convertirse en una compañía que acapara premios con cada producción y a la que cada vez prestan más atención los jugadores.
Posiblemente, la evolución más clara de la propia compañía la podemos ver en la serie Persona, que pasó de tener una primera trilogía (el primer juego y las dos partes de Persona 2) muy de nicho y desconocida incluso a día de hoy para, con Persona 3, empezar a ampliar horizontes y, tras el gran éxito de Persona 4, terminar de explotar la fórmula con un Persona 5 que tuvo ventas multimillonarias e infinidad de reconocimientos y premios internacionales.
No obstante, son numerosos los éxitos y grandes juegos de la compañía en los últimos tiempos, más allá de Persona: 13 Sentinels, Catherine, Dragon’s Crown, Odin Sphere, la franquicia Etrian Odyssey, Tokyo Mirage Sessions, los Devil Survivor… Y, en este momento en el que los aficionados de la compañía esperan con ansia Shin Megami Tensei V, aprovechan para recuperar una de sus mayores obras maestras, sobre todo porque pasó injustamente desapercibida en su momento.
Shin Megami Tensei III Nocture HD Remaster es, tal y como su propio nombre indica, la tercera entrega de la franquicia insignia de Atlus, a partir de la cual se derivan prácticamente todas sus obras clásicas (la serie Persona, por ejemplo, pertenece a los Shin Megami Tensei). Resulta curioso, eso sí, que ahora sí figure en el título que es la tercera entrega, ya que originalmente la versión para PlayStation 2 se lanzó sin dicho número y solo como Shin Megami Tensei: Nocturne, debido a la poca relación que había con los dos anteriores.
Hemos podido jugar a las primeras horas de esta remasterización, después de haber jugado al original en 2005 (unos añitos después del lanzamiento), y es preciso destacar antes de nada la bocanada de nostalgia que supone volver a revivir esta historia con estos personajes. Quienes disfrutamos de la obra original en su momento nos encontramos aquí una adaptación de alta definición muy satisfactoria que cuida todos los detalles importantes: mejora de texturas, efectos de luces y sombras, entornos, personajes y objetos más definidos… Cierto es que no parece que se hayan cometido grandes locuras a nivel técnico y que cumple lo que promete el propio título, ya que se trata eminentemente de una simple remasterización de los aspectos técnicos del juego base original.
No obstante, es justo reconocer que le sienta de maravilla y que no le hace falta mucho más. El estilo artístico del juego está adaptado a las limitaciones y exigencias técnicas de PlayStation 2 y cualquier modificación profunda de sus elementos básicos supondría alterar las sensaciones y el espíritu propio que tiene Nocturne. Tal es así, que la simpleza de los escenarios según los estándares modernos no tarda en pasar desapercibida ante la espectacularidad de su narrativa y sus personajes. No queremos entrar en demasiados detalles para que quienes no pudieron disfrutar el juego en su momento descubran de primera mano todos los secretos que oculta la producción.
Por dar unas pinceladas básicas de la puesta en escena, la franquicia Shin Megami Tensei (y la gran mayoría de sus ramificaciones) gira en torno a un mismo concepto que también es el pilar básico de la narrativa de esta entrega: Tokio se ha visto devastado por un conflicto cósmico entre el bien y el mal y el protagonista, un simple estudiante de instituto, se ve atrapado en medio. La particularidad de Nocturne es que se ve convertido en medio demonio y su objetivo será entender por qué ha sufrido esa transformación. Las acciones del jugador determinarán varios resultados posibles del juego, de tal modo que el renacer, la vida o la muerte de la propia ciudad de Tokio estará en nuestras manos.
Los combates por turno, un pilar básico
Del mismo modo, Nocturne también hace uso de otro pilar básico, los combates por turnos en los que la clave es descubrir siempre las debilidades de los enemigos para evitar que contraataquen. Además, el reclutamiento de demonios para que se unan a tu causa y combatan junto a ti será fundamental en el juego, con la posibilidad de fusionarlos para obtener formas más poderosas.
Este era, precisamente, el punto más peliagudo del juego en su momento, ya que era implacable en la dificultad de los combates y exigía una importante inversión de horas llegar a comprender todas las debilidades de los enemigos y tener equipos lo suficientemente adaptados a las circunstancias y lo bastante poderosos para hacer frente a los rivales. Consideramos, por eso mismo, un gran acierto el selector de dificultades de esta remasterización en alta definición, de tal modo que habrá modo difícil, mono normal o modo Piadoso, pensado para quienes quieran disfrutar eminentemente de su maravillosa narrativa y no se desenvuelvan bien en los combates. El nivel de dificultad se puede cambiar en cualquier momento, de tal forma que podemos adaptar nuestra experiencia de juego a nuestras necesidades en cada momento.
Entre otras novedades, se añade la opción de dejar el juego en suspensión, una nueva rama de historia con un personaje invitado de otra ramificación de Shin Megami Tensei y traducción al español (el original llegara íntegramente en inglés). También es importante destacar que el juego cuenta con la presencia de Dante, de la franquicia Devil May Cry, en lo que fuera una colaboración que creíamos que no íbamos a ver en esta remasterización por cuestiones de derechos pero que, afortunadamente, se ha mantenido.
Tal y como decíamos, hemos jugado tan solo a las primeras horas de Nocturne y tampoco queremos hacer un análisis pormenorizado del mismo, pero ya ha sido capaz en las primeras horas de hacernos sentir de nuevo esas excelentes sensaciones que tuvimos cuando lo jugamos por primera vez.
Sigue siendo el mismo juego con abundantes mejoras técnicas y añadidos que lo convierten en una obra mucho más redonda y pulida, pero consigue encandilarnos una vez más para disfrutarlo y probar nuevas posibilidades de juego. Su exigencia jugable se ve atenuada para que los nuevos jugadores que así lo deseen puedan disfrutar de la narrativa y, en general, se trata de una experiencia amoldable a las necesidades de cada jugador con el fin de que cualquiera pueda disfrutarla. Desde luego, aunque haya cosas que sí se notan un tanto anticuadas, en general parece que no pasó el tiempo por este título y estamos deseando poder sumergirnos plenamente, una vez más, en este universo tan espectacular.
Shin Megami Tensei III: Nocturne HD Remaster
- RPG
Shin Megami Tensei III: Nocturne HD Remaster es un RPG a cargo de Atlus y Sega para PC, PlayStation 4 y Switch en forma de videojuego remasterizado. El mundo está sumido en el caos, y su futuro dependerá de las decisiones que tomes en un Tokio en ruinas convertido en el escenario de una revolución demoniaca. Tokio, año 200X. Un estudiante de instituto disfruta de una vida pacífica ajeno al caos que está apunto de asolar el mundo.