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Opinión

Ni en PC ni en consola. Resident Evil Village… en Google Stadia: ¿Vale la pena?

Una semana después de terminar el juego de Capcom jugamos con la versión para la plataforma de Google. Y reflexionamos de paso sobre este modelo.

Ni en PC ni en consola. Resident Evil Village… en Google Stadia: ¿Vale la pena?

A Stadia le pasa un poco como a la Realidad Virtual. Que cuando hablas de ello o empiezas a adentrarte, salen usuarios y una fanbase importante detrás a comentarte lo que no estás precisando del todo bien, como si no hiciera más de un año que uno juega y prueba títulos en esa plataforma. Pero con Resident Evil Village teníamos ganas de hacernos una pregunta: ¿Qué tal eso de jugar a la superproducción de estos primeros meses de 2021, de salida desde la nube? ¿Desde el móvil? La respuesta corta es que sorprendentemente bien.

No voy a descubrir ahora que Stadia es posiblemente –con permiso de GeForce Now- la plataforma de streaming que mejor funciona a nivel de latencia y respuesta. Sigue siendo una tecnología que para un multijugador competitivo o un juego de lucha no puede darte la precisión ni la inmediatez que precisa, pero para un juego de corte single player o PVE –como Destiny- el rendimiento es bueno. Lo curioso aquí es ver como el gran lanzamiento del mes, el juego más rápidamente vendido de la saga en Steam, llega de salida a una plataforma que aunque muchos dan por muerta, Google insiste que no hay peligro para ella.

Jugar en Stadia a Resident Evil Village significa pagar el precio completo del juego, como en cualquier otro lugar, pero no depender de una plataforma como puede ser una consola de nueva o vieja generación ni la necesidad de un PC potente para darle cabida. Se puede jugar a través de Chromecast, a través del mismo móvil que usas en tu día a día, a través de una Tablet o a través de cualquier PC. Ya sé que no estoy descubriendo nada que no hayamos explicado antes, pero pongo en contexto la idea porque mucha gente no le ve futuro y a mí me sigue pareciendo que viene de ahí, del futuro.

La comodidad es máxima. Conectas el mando, arrancas la página de Stadia y a jugar al poco tiempo. Todo, absolutamente todo, es exactamente como la versión de consola y PC. No hay nada que nos alerte que estamos ante una propuesta inferior. Simplemente, lo vamos a jugar en la nube con lo que esto supone.

Hemos estado probando el título en distintas plataformas. Empezando por PC, es donde el juego mejor rendimiento nos ha ofrecido por tener Internet vía ethernet. La latencia es inapreciable, lo suficientemente óptima como para que en el asedio al inicio de la aldea no fallemos ningún disparo salvo por limitaciones de nuestra propia habilidad y como para que la respuesta a los mandos en zona como el castillo o la presa todo funcione como es debido. El único ‘pero’ que se le puede encontrar a este formato es la comparación directa: Stadia te promete los 1080p en su versión base y los 4K en la versión Pro. Pero la realidad es que el principal escollo de la tecnología sigue siendo el bitrate.

Un juego con tantos oscuros y colores negros acaba resintiéndose más de la cuenta respecto a la versión consola jugada en el mismo monitor. Es inevitable. ¿Quiere decir que estamos ante una propuesta deficiente? Para nada. El juego luce bien, no estamos en un problema tipo ‘La larga noche’ de Juego de Tronos pero la diferencia es evidente en cuánto a nitidez. Desde Chromecast la experiencia mejora algo en este sentido, pero el resultado sigue sin llegar a la nitidez de una resolución con una consola o el PC.

Es entonces cuando damos el salto a los dispositivos móviles. En ese momento nos damos cuenta del potencial que tenemos ante nosotros. Coger el móvil, conectar un mando como el Razer Kishi (o similar, que hay varios de este tipo) y empezar a jugar a ese juego que estábamos viendo en pleno esplendor en PS5 y nuestro televisor Oled, pero ahora en la palma de la mano, es todo un espectáculo. A nivel visual, ayuda que la pantalla sea más pequeña para que luzca mejor en conjunto –aunque seguimos con el problema de las letras demasiado pequeñas- y a nivel de rendimiento, el juego aguanta el tirón. Necesitamos de un buen WiFi 5ghz (mejor si tiráis de WiFi 6 Mesh), pero si la conexión llega estable y bien, la experiencia no se resiente en casi ningún momento.

Aquí, la conexión sigue siendo imprescindible y seguimos lejos de la idea de llevarnos los Triple A donde queramos, porque ese “donde queramos” o tiene muy buena conexión o la experiencia se resiente, pero si las condiciones se dan, la propuesta se luce.

Todo esto me lleva a la reflexión inicial. Resident Evil Village en Stadia funciona bien y se ve bien. No llega al nivel de las otras plataformas, pero también que hace muy viable eso de “solo (o casi) necesitas el juego”. Sigo sin estar convencido del todo con el modelo de negocio de Stadia, y la conexión sigue siendo exigente para una experiencia óptima, pero jugarlo de esta forma (he llegado hasta la cuarta zona, ya en el tramo final) me ha hecho entender por qué cuando hablo de esta tecnología, alguien viene y me recuerda… “¡Es que esto funciona!”.

Resident Evil Village

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Vuelve la serie Resident Evil con el octavo capítulo de su historia principal a cargo de Capcom para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5, Xbox Series, Stadia y dispositivos iOS con Resident Evil Village, que tiene como objetivo crear una innovadora experiencia de survival horror como nunca antes. Años despues de la pesadilla, Ethan Winters ha conseguido cierta estabilidad y una vida normal con su familia. Una vida que no tardará en ser destruida por un héroe de antaño, Chris Redfield.

Carátula de Resident Evil Village