Barcelona prueba contenedores ‘smart’ que saben si reciclas o no
La basura te juzgará. Se trata de un contenedor inteligente para uso orgánico y debes identificarte para usarlo.
Hay quien recicla, hay quien no. Hay quien se toma la molestia de tener varios cubos de basura en casa para dividir entre plástico, papel, orgánico, cristal, etc, y luego ir echándolos en sus respectivos contenedores. Y hay quien lo echa todo a un solo cubo y lo tira tal cual a un solo contenedor.
Y como no, la tecnología ‘smart’ actual, la misma que ha hecho inteligentes a coches, electrodomésticos o persianas, quiere hacer lo mismo con la basura.
Contenedores inteligentes de basura
Imagina la escena: bajas a la calle con tu bolsa de basura (orgánica), te plantas frente al contenedor, sacas el móvil, el contenedor lo lee como si estuvieras pagando en una tienda, te reconoce y te permite echar la basura. O si no es con el móvil, metes un código numérico personal e intransferible. No, no es algo que sucederá en un barrio alternativo de New York o París, sino en el barcelonés barrio de Sant Antoni.
Como leemos en el site 324 cat, el barrio de Sant Antoni en Barcelona tiene los primeros contenedores inteligentes de la ciudad -de uso orgánico para la prueba- y, para hacerlos funcionar el usuario deberá identificarse con algún medio como el móvil, una clave o incluso una tarjeta. De esta forma el contenedor registra la actividad de cada vecino y lo que tira.
Todos los contenedores inteligentes en el futuro
Este identificador permitirá estudiar bonificaciones en la tasa de residuos en función del volumen que se reciba, premiando así el esfuerzo del usuario/a por ello. Según el diario, el nuevo contrato del servicio de red municipal prevée que todos los contenedores de basura de la ciudad incorporaran “las características tecnológicas necesarias para funcionar como inteligentes en un futuro”.
El contrato, adjudicado a FCC, Sorigué, Valoriza y Urbaser, lo ha ratificado el Ayuntamiento. Entrará en vigor en 2022 y durará 8 años, más dos de prorrogables, por un importe de casi 300 millones de euros anuales. En total, más de 2.300 millones para hacer de Barcelona una ciudad con contenedores smart de reciclaje.
Esta medida traerá consigo que se instalen un 25% más de contenedores de reciclaje y, por el contrario, se reducirá un 17% de los actuales. Esto llevará consigo más cambios, ya que el clásico contenedor de basura orgánica de color marrón, dejará de estar asociado al de reciclaje -que es de color gris, y se colocará junto a otros de reciclaje como los de papel, vidrio o envases.
¿Cómo veis esta opción? ¿Es un buen cambio, una buena medida de cara al futuro? ¿O el hecho de tener que identificarnos para tirar la basura plantea un escenario más digno del Gran Hermano de George Orwell?