La ilustración hecha videojuego, un proyecto indie que ya maravilla a las redes

Matthew Lyons es un reconocido ilustrador británico cuyos trabajos han aparecido en The New York Times, The Washington Post, BBC, Google o Playboy Magazine. Su particular estilo, con diseños angulares y una paleta de colores muy medida tienen cierto aire a lo que ahora se da por denominar en el mundo del videojuego como "low poly", juegos con escenarios y personajes formados por pocos polígonos, reminiscentes de la época de las 32 bits, que se ha convertido en una moda creciente en círculos independientes. Esa asociación parece que no anda del todo desencaminada, ya que el artista lleva un tiempo trasteando con Unity en busca de trasladar su visión a lo que será un videojuego en el futuro.

Lo cierto es que el juego no tiene nombre, ni se sabe apenas nada de él, lo que dice mucho de su estado de de desarrollo y lo que queda para que se materialice en algo tangible. Pero aún así, cada vez que Lyons comparte un pequeño fragmento del proyecto en twitter logra decenas de miles de interacciones. Su última aportación, un tweet llamado a "A View of the Sea" ha logrado 46.000 "me gusta" y no es para menos. Lo que parece una bella ilustración de una terraza mediterránea de repente cobra vida cuando el personaje protagonista comienza a moverse y se asoma junto a otros personajes para ver el mar a las faldas de la mansión.

De la Ilustración al videojuego

Hay muchos elementos en los que perderse en estos segundos de vídeo: cierta nostalgia setentera en la ambientación, la forma en la que usa la luz, la brillante arquitectura que parece sacada de los tiempos dorados de Ibiza, los detalles que se pueden apreciar en la decoración, el acertado uso de la cámara o cómo los angulares diseños del edificios, plantas y personajes forman una composición fantástica, coronada por esa vista panorámica del mar. Es difícil no quedarse con la sensación de querer explorar más esos entornos, incluso sin saber la temática del juego.

Ampliar

Queda mucho para saber si este proyecto se materializará en algo, por supuesto, es muy pronto y un videojuego requiere algo más que un impecable sentido estético. Pero la forma en la que ha trasladado su estilo artístico al videojuego sin renunciar a nada de su fuerza visual es ya destacable y nunca está de más ayudar a poner en el mapa a un desarrollador independiente, especialmente cuando hace un trabajo tan singular y que ha llamado la atención a tanta gente.