Cargar un coche eléctrico puede salir más caro que uno de gasolina, según la OCU
El precio medio del kWh comparado con el del la gasolina puede subir en las estaciones de carga y las apps.
Hace una semana, la marca Volvo anunciaba que para el año 2030, el 100% de su producción sólo será de vehículos eléctricos, descartando los híbridos. De hecho, desde 2019 ya no fabrica coches con sólo motor de gasolina. Y como Volvo, otras marcas como Ford, GM, Vokswagen, Mercedes-Benz, etc están potenciando su catálogo de eléctricos y buscando eliminar los motores de combustión.
Todo ello se debe a varios factores, tanto económicos como sociales y medio-ambientales, pero, ¿sale más a cuenta pasarse a los coches eléctricos según el precio del combustible? Según un estudio de la OCU, no tanto.
El precio por kWh en las estaciones de recarga
Un reciente estudio de precios realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) “en 50 estaciones de carga rápida repartidas en las principales autovías” revela el “elevado coste de la electricidad en algunas de ellas”.
Un obstáculo a la movilidad eléctrica que viene a sumarse a otra barrera: la escasez de estaciones públicas de recarga fuera de las ciudades y las grandes autovías. Según el estudio, aunque es posible encontrar puntos gratuitos de carga en algunas grandes superficies comerciales, lo habitual es pagar por la recarga de electricidad.
Las conclusiones es que sale:
De hecho, un viaje en coche eléctrico realizado entre Madrid y Barcelona, tal y como se puede apreciar en el vídeo embedido de Rafael Estefanía para el canal de Youtube de la OCU, podemos ver que puede salir más caro que si se hace en un coche con motor de gasolina en el caso de que no se cargue antes en la propia vivienda, tal y como refleja la prueba en el marco del Proyecto EVE (Electric Vehicle Experience) financiado por la European Climate Foundation.
6 euros más caro que en un coche de gasolina
En concreto, en una de las dos paradas necesarias para cargar, “la electricidad se pagó a 0,79 €/kWh con la empresa Ionity, lo que implicó un coste de 16 €/100 km, frente a los 10 €/100 km que costaría de media circular con un coche con motor de gasolina”. Es más, el coste de la carga rápida en una estación pública podría “ser incluso mayor”.
Y es que en aquellas estaciones donde resulta imprescindible el uso de una aplicación, el precio final para una misma carga puede llegar a multiplicarse x2 o incluso x3, cuando se utiliza una app distinta de la de la empresa propietaria de la estación.
Por ejemplo, mientras que en la estación Easycharger de Sarracín (km 227 de la A1), “el coste de la electricidad es de 0,30 €/kWh empleando su propia aplicación, en el caso de que se utilice la de Plugsurfing el coste alcanza los 1,10 €/kWh”.
Bajar los precios de las recargas
La entrada de tantas marcas y fabricantes en el mercado de los vehículos eléctricos propiciará sin duda una situación en la que los precios de este tipo de coches bajarán, se harán más competitivos y habrá más alternativas a los habituales Tesla. Pero según las conclusiones de la OCU, por mucho que los precios de los eléctricos bajen, el mercado y sus ventas no terminarán de despegar “mientras no exista una red de carga rápida lo suficientemente cómoda y asequible”.