Leisure Suit Larry: Wet Dreams Dry Twice, Análisis. Aventura gráfica subida de tono

A finales de 2018, los sufridos seguidores del género de la aventura gráfica nos llevamos unas de las mayores alegrías de los últimos tiempos. De manera sorprendente, sin aviso previo, nos encontramos con una nueva entrega de la mítica y añorada saga de aventuras gráficas Leisure Suit Larry, uno de los grandes iconos de la edad dorada del género. Pese a los chocantes cambios físicos del protagonista, y a una puesta al día del mensaje algo rancio y machista de la serie para dejar atrás estos elementos, Wet Dreams Don t Dry conservaba el encanto de la saga y resultó ser una genial aventura gráfica que recuperaba lo mejor del sabor clásico del género, para lo bueno y en menor medida también para lo malo, como comentábamos en su análisis. La saga, que se extensió en su momento entre 1987 y 1996 (tratamos de olvidar los lamentables spin off de 2004 y 2009...), volvía para ofrecernos una de las mejores aventuras gráficas modernas, en un título que nos conquistó por completo.

 Dos años después, y nuevamente cogiéndonos totalmente por sorpresa (absolutamente nada sabíamos de él hasta prácticamente hace un mes), el estudio alemán CrazyBunch nos trae la continuación directa de su primera incursión con nuestro ligón favorito, este Leisure Suit Larry: Wet Dreams Dry Twice, que nos ha gustado tanto o más que su antecesor, pese a, eso sí, ofrecer una propuesta totalmente continuista que casi nada ha cambiado o evolucionado con respecto a aquel. Arrancando inmediatamente después de los acontecimientos del anterior título, volvemos a encontrarnos con una aventura gráfica de corte totalmente clásico, destinada a un público adulto por sus continuas referencias sexuales (pese a que nunca llega a mostrar nada explícito), que desborda humor picantón y subido de tono y que nos ofrece un protagonista carismático que trata de dejar atrás todos esos clichés arcaicos y fuera de lugar que padecía en los ya lejanos 90.

Pese a ser continuación directa de Wet Dreams Don t Dry y arrancar inmediatamente tras los sucesos de aquel, no es necesario haber jugado ese título para disfrutar de este, aunque os recomendamos encarecidamente que lo hagáis si no lo habéis probado ya, dado que se trata de una de nuestras aventuras gráficas modernas favoritas y os va a permitir entender mejor el título que hoy nos ocupa. Dado lo bien que funcionó la fórmula, CrazyBunch apenas ha cambiado nada, para ofrecernos una aventura más larga que la anterior, pero que a nivel jugable y visual resulta prácticamente calcada a este. Pocas aventuras gráficas lanzadas en los últimos años nos han dejado un sabor tan clásico como lo han hecho estas dos incursiones modernas del bueno de Larry, y la verdad es que son dos juegos que nos encantan. Eso sí, son bastante desafiantes y emplean esa lógica alocada que tantos quebraderos de cabeza originó en varios exponentes del género en su momento.

Buscando el amor en varios lugares equivocados

La aventura arranca inmediatamente después de los sucesos de la anterior entrega. Tras desbaratar los oscuros planes de la empresa tecnológica Prune, Larry se disponía a conquistar por fin a Faith, una ejecutiva de la compañía. Sin embargo, debido a su torpeza, desencadena una explosión, en la que parece que la dama de sus amores ha perecido. Así pues, comenzamos con el señor Laffer en pleno Cancún con la perspectiva de contraer matrimonio con la hija de un importante personaje local. Sin embargo, mientras realiza los preparativos de la boda, su teléfono inteligente detecta indicios de que Faith podría seguir con vida. Dado que la boda tampoco era algo que le apeteciera demasiado (principalmente por desconocer por completo a la mujer con la que iba a contraer nupcias), Larry decide salir raudo y veloz en busca de su amada Fatih.

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Las peripecias de nuestro ligón favorito le llevarán a un archipiélago de exóticas islas tropicales, un entorno muy atractivo que difiere por completo del ambiente urbano de la anterior entrega. Este cambio nos ha gustado mucho y le sienta fenomenal a la historia, ya que además le da un toque de misticismo que nos ha encantado. Mientras busca a su amada, Larry se topará con multitud de personajes, a cada cual más pintoresco que el anterior, en una aventura que ofrece elevadas dosis de humor picante y gamberro. En sus peripecias, el señor Laffer visitará lujosos hoteles paradisíacos, conocerá las leyendas locales de los fundadores colonos de las islas, sorteará los letales peligros de ominosos templos ancestrales e incluso se topará con el KGB. El título nos va ofreciendo de manera continua momentos alocados y surrealistas, manteniéndonos siempre a la expectativa de la siguiente locura con la que nos va a sorprender.

Eso sí, como ya se ha comentado, estamos ante un título para adultos. Pese a que en ningún momento nos presenta contenido explícito, las referencias y los elementos sexuales sazonan por completo el desarrollo de la aventura, por lo que no es un título adecuado para los más pequeños de la casa. Los chascarrillos subidos de tono, diversos elementos de índole sexual, e incluso varios momentos en que los personajes intiman entre ellos (siempre de forma velada sugiriendo más que mostrando), nos dejan un título para un público adulto. Afortunadamente, ese mensaje rancio y machista de la saga se ha ido dejando atrás, pese a que en cierta medida sigue subyaciendo en la personalidad de nuestro protagonista, hijo de su tiempo, pero ello será criticado (normalmente por su fiel compañera, la IA de su smartphone) y en general el papel del género femenino es otro con respecto a las meras conquistas o intereses amorosos que eran en la etapa clásica de la serie.

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Usar pollo de goma con polea

A nivel jugable, el título tiene muy claras sus cartas. Estamos ante una aventura gráfica de las de toda la vida. Su interfaz se ha simplificado, como viene siendo tónica general en tiempos modernos, pero al final la cosa va de desplazar a nuestro protagonista haciendo click con el ratón donde queramos que vaya, entablemos conversaciones eligiendo respuestas con diversos personajes, y busquemos objetos para combinarlos o emplearlos donde sea menester de forma adecuada. Con el botón izquierdo del ratón desplazamos a Larry. Cuando pasemos el cursor con algún elemento del escenario con el que podamos interactuar, se resaltará su nombre. Pulsando el botón derecho se nos dará una descripción del mismo, y el botón izquierdo engloba todas las posibles formas de interacción, desde hablar a usar. Para evitar problemas con elementos interactuables difíciles de ver a simple vista, el temido y odiado “pixel hunting”, podemos pulsar la rueda del ratón para que se destaquen en pantalla dichos elementos. Simple y directo, y funciona perfectamente.

Como seña de distinción, Larry lleva en todo momento su móvil, el cual cuenta con una inteligencia artificial que será su compañera lo largo de la aventura y pondrá contrapartida a las salidas de tono del señor Laffer. Ubicado en la esquina inferior derecha de la pantalla, el acceso a nuestro smartphone nos posibilita acceder al inventario, y también a una muy útil lista de “tareas” a realizar, para que en todo momento sepamos cuales son los objetivos a cumplir para progresar en la aventura. Muchas de estas tareas se subdividen, y a medida que tengamos más información de como progresar con ellas, esta se irá añadiendo aquí, lo que resulta muy útil. También nos permitirá acceder a un intercambio de pareceres con nuestro terminal móvil.

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Dentro de las novedades, tenemos un par. Por un lado, en determinados momentos, se nos mostrará en el móvil un plano de un artilugio a construir. Este tendrá varias partes que deberemos aportar, por lo que habrá que arrastrar el objeto correspondiente de nuestro inventario al hueco de cada componente en función de una breve descripción. Una vez llenemos todos los huecos, pulsamos el botón construir objeto. Pero ojo, si los elementos de nuestro inventario no son los adecuados, no se fabricará el artilugio. En nuestra manos queda descifrar qué elemento es cada cual como cada una de las partes de lo que queremos fabricar. Por otro lado, en determinado punto del juego podremos desplazarnos con nuestra balsa por el archipiélago, a través de un mapa con coordenadas accesible desde el móvil.

Lo que no ha cambiado demasiado es esa dificultad “clásica” de la que hacía gala su antecesor y a la que deberemos volver a enfrentarnos en este Wet Dreams Dry Twice. Sí que es verdad que los puzles de lógica enrevesada son menores que en el anterior, pero seguimos encontrando varias situaciones cuya resolución emplea lógica muy difusa, debiendo hacer combinaciones de objetos o planteando situaciones que resultan difíciles de ver. Incluso se dan un par de situaciones donde sabemos exactamente qué tenemos que hacer, pero no damos con la tecla porque no lo hacemos de la retorcida forma que se le ocurrió a la persona que programó ese puzle. En general, la mayoría de dichos puzles son de inventario, siendo su resolución dependiente de emplear o combinar los objetos adecuados en el punto necesario. Nos ha gustado el intento de añadir variedad a esos puzles de inventario, con un par de secciones de pesquisas de información donde el peso recae en las conversaciones, e incluso un retorcidísimo laberinto que debemos superar siguiendo una complejas indicaciones.

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Otra cosa que nos ha gustado mucho es que el desarrollo es en general relativamente abierto, dejándonos varias tareas a cumplir de forma simultánea. Por lo tanto, si nos atascamos con un puzle o no sabemos cómo progresar con determinada tarea, siempre podemos tirar por otra vía y no caer en la desesperación habitual cuando nos atascamos en un título del género. La verdad es que no es una aventura gráfica sencilla, pero es bastante satisfactoria y muy entretenida. Afortunadamente, en esta ocasión contamos con la traducción de todos sus textos al castellano desde el mismo lanzamiento del título. Aunque dicha traducción es correcta, cuenta con un par de cosas a pulir, como ciertos errores (traducir “Suite” como “Traje” en vez de “Habitación”) o secciones sin traducir o pequeños errores, aunque se agradece muchísimo contar con ella de salida y aplaudimos poder disfrutarla. La duración de la aventura es algo mayor que en su inmediato predecesor, rondando las 15 horas, incluso más si nos atascamos o nos recreamos en exceso con conversaciones o combinaciones de objetos.

Atractivo pero continuísta

A nivel visual, el acabado es exactamente el mismo de su antecesor. Así pues, el título hace gala de unos atractivos gráficos estilo cartoon muy resultones, empleando una paleta de color con tonos pastel que le sienta genial. Sin excesivos alardes, el juego luce de maravilla y funciona de maravilla a nivel visual. Los personajes están muy bien detallados, y sus animaciones, un tanto robóticas, cumplen de sobra. Como ya hemos comentado, el nuevo entorno exótico donde se desarrolla la aventura es un acierto, y nos deja exuberantes paisajes que son un placer de visitar. Sí que es verdad que, al igual que ocurría en su antecesor, el título nos hace recorrer los mismos escenarios varias veces, y nos habría gustado que en lugar de esa repetición nos llevara a visitar algún otro entorno. En definitiva, a nivel técnico el juego es calcado a su predecesor, y cumple y resulta atractivo, aunque echamos de menos algo de evolución o variación en su propuesta, pese a lo atractivo de la misma.

El apartado sonoro también cumple con creces. Por un lado tenemos una buena variedad musical en su banda sonora, que además recupera varias melodías clásicas de la saga con bríos renovados. La música acompaña de forma fenomenal el desarrollo de la aventura y sabe tener presencia cuando se le necesita. Pero sobre todo nos ha vuelto a conquistar el trabajo de doblaje, en inglés eso sí, de todos los personajes de la aventura. Empezando por el bueno de Larry, cuyo doblador sabe resaltar la personalidad del personaje a las mil maravillas, todas y cada una de las voces del juego encajan a la perfección con sus respectivos personajes, como ya ocurriera en el anterior capítulo, ya que muchas de las citadas voces repiten. Da gusto ver un título del género con estos valores de producción y este mimo y cariño en todos sus aspectos.

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