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El mejor hardware, en el peor momento

GeForce RTX 3070, análisis

¿La mejor entre las mejores? Analizamos una propuesta que llega en un momento complejo y se postula como la GPU perfecta.

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GeForce RTX 3070, análisis

Las nuevas RTX 3080 y 3090 no van a ser el mejor negocio para NVIDIA y sus ensambladores. No lo serán igual que no lo fueron las 2080, las 1080 y demás “flagship” del fabricante. Como ya es habitual, volverán a ser las 70 las tarjetas más vendidas, las que marcarán dónde queda el listón tecnológico de la generación. La compañía presentó sus nuevas tarjetas para España y su fecha de lanzamiento y hemos podido probar la 3070 a fondo y tenemos claro que llega para quedarse mucho tiempo.

El negocio está en la gama media, allí donde la mayoría de los usuarios podemos aspirar. Las demostraciones de fuerza de las 3090 están bien para saber hasta dónde alcanza esta tecnología, pero, como usuarios, lo que nos interesan son productos donde las prestaciones y el precio estén compensados; los que podríamos denominar una compra inteligente. Y ahí es donde la 3070 es LA tarjeta a seguir.

NVIDIA dio un golpe sobre la mesa con su serie RTX 30 y puso por fin a nuestro alcance posibilidades muy comprometidas para anteriores generaciones, como pueden ser la iluminación RTX y la resolución 4K. Lo que a principios de este año era un sueño inalcanzable para la mayoría de los jugadores, esta generación de GPU lo ha acercado hasta el punto de que el escalón previsto entre el estándar de los 1080 y el futuro de los 4k, va a ser mucho más fugaz de lo que todos preveíamos.

Tanto con su potencia bruta, como con su arquitectura, la Serie 30 promete un salto gráfico notable, que se hará aun más evidente a medida que los desarrollares de juegos aprendan a aprovecharlas. Y dentro de la serie, tras ver los precio finales y los rendimientos, la inmensa mayoría de las miradas se dirigen a la pequeñita de la familia, la 3070. Lo tiene todo para atraer nuestra atención y desde su misma presentación se adueñó del mejor eslógan publicitario: Mismos rendimientos, a mitad de precio. La todopoderosa 2080Ti y sus 1300€ aplastados por la más barata de la nueva serie, una tarjeta de solo 519€...

Tan solo un puñado de días después, AMD protagoniza una contraofensiva. Es algo también clásico desde incluso antes de la llegada de la propia AMD, cuando el aspirante Radeon era firmado por una ya histórica ATi. La diferencia hoy es que, por fin, parece que el combate va a ser realmente equilibrado, disputado, de esos que resultan tan interesantes para el espectador.

Así que, con toda la información sobre la mesa, tras una semana usando la 3070 Founders Edition facilitada por NVIDIA, podemos valorar, desde todas las perspectivas, qué es lo que este fabricante nos propone para esta generación.

La tarjeta:

De fuera hacia adentro, la Founders Edition diseñada por NVIDIA es la más elegante y atractiva de las muchas gráficas que hemos visto. Un bloque de aluminio, en dos tonos de grises, dos ventiladores de 80 mm, el perfil de aluminio en forma de “S” que la rodea… sin grandes logos, sin RGB… Es realmente atractiva a la vista. Y muy pequeña y ligera!

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Si bien sigue ocupando dos slots, sus dimensiones son bastantes contenidas, limitándose a 242x112x40 mm… Eso son 43 milímetros más corta que las 3080, una diferencia de tamaño que las hace compatibles con la mayoría de nuestras cajas. Unas dimensiones que quedan bien retratadas si nos fijamos en el peso de la tarjeta, ligeramente superior al kilo (1035gr), trescientos gramos menos que la 3080 y menos de la mitad de peso de la gigantesca 3090 (2160gr).

En su lomo se disponen tres conexiones DisplayPort 1.4a, cuyo caudal de datos permite jugar, mediante compresión DSC, en 4k a 144Hz, o en 8k a 60 Hz, y una única conexión HDMI 2.1, el próximo estándar en conexión multimedia. Los 48 Gbps de este puerto (frente a los 18 del HDMI 2.0) permitirán no tener que comprimir la señal mediante DSC para alcanzar esas mismas configuraciones. Por supuesto, cuenta con la consabida compatibilidad PCIe 4.0 (además del actual 3.0), que pronto se convertirá igualmente en estándar para las nuevas placas madre.

El consumo TDP es de unos contenidos 220W, un valor similar a las “viejas” RTX2080 y que queda muy lejos de los 320W de las RTX3080. En marcha, el sistema de disipación/ventilación de NVIDIA se muestra muy efectivo, aunque sin grandes alardes. Se comporta como una tarjeta bastante silenciosa, incluso cuando más se le exige. Además, el sistema de disipación y ventilación mantiene un techo de temperatura que ronda entre los 70 y los 75 grados centígrados. Los ensambladores de las diferentes marcas seguirán haciendo sus propios diseños y ganarán clientes con mayores ventiladores, RGB y disipadores de formas agresivas, pero hay que reconocer que este diseño de NVIDIA es realmente efectivo.

Parte de esta satisfacción que nos genera el diseño se pierde por la utilización de la conexión de 12 pines; primero, por su ubicación, que rompe completamente la estética de la tarjeta y, segundo, por la inclusión de un más que necesario adaptador a 8 pines que acaba por hacer discutible la propia necesidad de esa conexión.

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Centrándonos ya en el corazón de la tarjeta, ese Ampere GA104, lo pondremos en perspectiva respecto a su competencia directa con sus hermanos en la siguiente tabla:

 2070 
2080 
2080Ti3070 
3080 

Transistores (miles millones)

 10,8 13,6 18,6 17,4 28
Frecuencia Base MHz14101515135015001440
Frecuencia Boost MHz16201800154517251710
Núcleos CUDA23042944435258888704
VRAM GB GDDR6  8  8  11  810 GDDR6X
Bus memoria bit 256 256 352 256 320
Ancho banda GB/sg 448 448 616 448 760
Consumo en W 175 225 250 220

 320

Comprender esta tabla se nos antoja fundamental para saber ubicar adecuadamente estas 3070 en el mercado. Si las ponemos en perspectiva respecto a la que podríamos considerar su predecesora, observamos grandes diferencias respecto al número de transistores, que casi se doblan gracias a la evolución en la tecnología de fabricación. Recordemos que la anterior generación (Turing) se fabricaba con tecnología de 12nm, mientras que Ampere se basa en los 8nm que ha alcanzado el fabricante Samsung. Si bien la mayor diferencia se encuentra en los núcleos CUDA, que pasan casi a triplicarse, una circunstancia muy indicativa de hacia dónde quiere llevar NVIDIA el futuro del hardware gráfico.

Por el contrario, observamos que las 3070 tienen exactamente la misma memoria, y en la misma cantidad y frecuencias, que las 2070 y que las 2080. Por supuesto, la nueva arquitectura con fabricación de 8nm y el mayor número de núcleos de cálculo, aun sin ver un solo benchmark, convierten a la 3070 en favorita, pero ¿Qué ocurre cuando la enfrentamos directamente con la tarjeta que ha venido a batir, la 2080Ti?

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Si cruzamos 3070 y 2080Ti podremos comprender exactamente cómo evoluciona un procesador. Vemos cómo la “vieja” 2080Ti tiene tres Gigas más de memoria y con un caudal de datos superior, 352 bit frente a los 256 bit de la 3070. Esto permite que el ancho de banda sea notablemente superior, 616GB/sg frente a los 448GB/sg de la 3070. Por otra parte, la 2080Ti cuenta con mayor número de transistores, casi mil millones más, aunque para contenerlos, siendo fabricados en 12nm, requiera un tamaño del DIE que casi dobla al del 3070. En cuanto a frecuencias, esos 200 MHz extra de la 3070 son otro punto que suma a su favor gracias a los citados 8nm.

Y ahora pongamos a la 3070 frente a su hermana mayor, la 3080. Once mil millones de transistores más, cerca de tres mil núcleos CUDA extra y unos jugosos 10GB de memoria GDDR6X (recordemos que la 3070 lleva GDDR6, idéntica a la de la anterior generación Turing). Una memoria que de 320bit que llega a los 760GB/sg, frente a los 448GB/sg de la hermana pequeña.

Rendimientos

Atender a esas cifras es necesario para dar el adecuado valor a los rendimientos de la 3070 hoy. Después de una semana con la tarjeta podemos confirmar que efectivamente se iguala en prestaciones a la 2080Ti. No obstante, las diferencias entre ambos hardware existen y se hacen mayores en atención al software utilizado y su configuración.

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Así, la 3070 bate fácilmente a las 2080Ti cuando la resolución es más baja (1080), que cuando le exigimos el máximo (4K). La cantidad de memoria se convierte en una ventaja para la 2080Ti. Por el contrario, juegos de última generación, donde la exigencia de memoria ya empieza a cuestionar los 8Gb de la 3070, se ven beneficiados por un mejor aprovechamiento de sus numerosos núcleos de cálculo, compensándose los rendimientos.

Por otra parte, lejos de los juegos, el software de vídeo profesional es un gran devorador de RAM y la 2080Ti vuelve a marcar ligeras ventajas.

En todo caso, no hay discusión y lo anunciado por NVIDIA sobre esta 3070 se confirma; literalmente destroza a la 2080Ti. No aventajándola en rendimientos, como hemos podido comprobar, sino porque consigue esos rendimientos con mucha menos energía, menos temperatura, menos ruido y, sobre todo, a un precio muy inferior. Si sacamos el cociente que indica el valor de cada cuadro obtenido en el software que sea, respecto al coste que nos supone en cada tarjeta, la 3070 arrasa a las 2080Ti. Y eso sin contar la proyección que tiene este hardware más nuevo ante un software que, poco a poco, se va a optimizar para exprimir al máximo su arquitectura.

Cuando cruzamos la 3070 con la 3080 nos adentramos en un terreno mucho más interesante. La maniobra de NVIDIA de comparar 3070 y 2080Ti ha sido muy acertada de cara a mandar el mensaje a los compradores de que ofrecen por 519€ la potencia que ayer costaba 1300€. Es tal la diferencia, que realmente ambos hardware nunca podrán competir de igual a igual. Es más, aun costando lo mismo, la ventaja de la 3070 sería igualmente clara.

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Con ese panorama, cualquier comprador que esté convencido por la marca verde, tendrá sus dudas entre dos productos: 3070 y 3080.

Partimos de que en esta generación Ampere se da una circunstancia siempre deseada, pero que no es nada habitual. La diferencia de precio entre una 3070 y una 3080 tiene una relación directa con la diferencia de sus rendimientos. Ahora mismo, con los precios recomendado, la 3080 cuesta entre un 25 y un 30% más que la 3070 y esa es más o menos la diferencia de rendimientos que hay entre ambas.

No obstante, esa es una diferencia coyuntural, muy ligada al software actual. A medida que lleguen nuevos juegos, con mayor exigencia gráfica, las diferencias van a aumentar. Es una apuesta fácil de acertar observando los 2Gb extra de la hermana mayor y su ancho de banda que casi dobla al de la 3070. Lo mismo ocurre con los núcleos CUDA y mayor cantidad de transistores. A medida que los desarrolladores aprendan a sacar más rendimiento a estas arquitecturas, las convertirán en determinantes y la 3080 llegará mucho mejor armada a ese momento.

Además, la mejor noticia que nos trajo NVIDIA con esta serie 30 es que las 4K no están tan lejanas. Con esta 3070 hemos jugado a casi todo en 4K con unas frecuencias por encima de 60FPS, pero la 3080 ya se muestra como una tarjeta mucho más adecuada si lo que pretendemos es comprar un monitor con esa resolución nativa.

Dicho en pocas palabras, la 3080 se consolida como un hardware mucho más redondo que esta 3070, con mucha mejor proyección y vida útil… con la única desventaja que suponen esos 200€ de diferencia.

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Y llegó AMD

Hubiéramos podido analizar este producto sin atender a lo propuesto por su competencia, pero no sería coherente con el objetivo de estos artículos. Y es que solo unos días después de la presentación de NVIDIA, AMD lanza su nueva generación gráfica y, a falta de poder tenerlas en las manos, esta vez parece que sí se va a dar una lucha encarnizada. A diferencia del hardware de NVIDIA, que ya hemos podido probar, del de AMD solo tenemos sus cifras teóricas y muchas dudas, pero queda claro que estamos ante unos meses muy interesantes.

Si bien hay cuestiones que sí resultan equiparables, como la cantidad de memoria y su caudal de datos, las frecuencias, los precios… se trata de arquitecturas muy diferentes. Del mismo modo, cada fabricante hace propuestas diferentes que solo el tiempo pondrá en valor. Desde NVIDIA la apuesta que más nos gusta es la del RTX, un terreno en el que lleva más tiempo que AMD y donde tiene una mayor experiencia y “know how”.

Algo similar ocurre con el DLSS 2.0 y su “magia”. No somos pocos los convencidos de que la gran revolución de las RTX no fue el Ray Tracing en sí, sino la Inteligencia Artificial aplicada a la mejora gráfica. No nos lo creíamos con aquella primera versión que introdujo la serie 20, pero hay que reconocer que esta versión 2.0 de la DLSS hace maravillas y rompe por primera vez la lógica de que para obtener más cuadros por segundo es necesario un hardware más potente. Además, NVIDIA cuenta con “extras” como RTX IO, Omniverse Machinima, NVIDIA Broadcast…

En el campo rival, AMD alinea una tecnología igualmente prometedora, como es el “caché infinito” que soluciona de forma transversal los techos que la actual tecnología se estaba encontrando con el ancho de banda de la memoria.

Sin embargo, la gran baza de AMD está por llegar y es su baza de ser el único fabricante que diseña y produce CPU y GPU. La simbiosis entre Ryzen y Radeon es realmente prometedora.

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Conclusiones

Las 3070 probablemente sean uno de los hardware más interesantes que ha lanzado NVIDIA. Su propia concepción, como la tarjeta con mejor precio rendimiento dentro de la gama de tarjetas que representan el mayor salto tecnológico desde GeForce, la convertirían en todo un objeto de deseo.

Todo está a favor de la 3070 para ser nuestra favorita. Todo, menos algo fundamental: el momento en el que llegan al mercado.

Ese momento no puede ser peor para este hardware porque confluyen demasiadas corrientes negativas hacia NVIDIA. Por un lado tenemos un planeta completamente ralentizado por la pandemia del COVID-19. Desde la propia concepción del hardware y el software, su fabricación, distribución… todo está funcionando sensiblemente peor que en una situación normal.

Esa situación no hace más que agravar el evidente problema que NVIDIA tiene para responder a su fuerte demanda de producto. La producción en 8nm de Samsung parece que no alcanza la velocidad deseable. Algo similar ocurre con la memoria GDDR6x, cara y complicada de producir. Todo ello confluye en una realidad: no hay tarjetas NVIDIA a la venta y, las que lo están, se ofrecen por precios muy superiores a los que les corresponde.

Así pues, aunque estuviéramos convencidos de comprar nuestra RTX 3070, no podríamos.

Tampoco es el mejor momento para esta tarjeta tras los anuncios de AMD. De salida, el fabricante rojo promete tener hardware suficiente para responder a la demanda. Su memoria GDDR6 es más barata y accesible, TSMC no parece tener problemas de producción con su litografía de 7nm y en cuestión de días empezaremos a ver Benchmarks que realmente pongan en su lugar a toda la familia de hardware gráfico que se disputará nuestros corazones y bolsillos en 2021. En definitiva, recomendar hoy la compra de una 3070 es bastante imprudente.

Si echamos la vista adelante, aún nos asaltan más dudas. Y es que las expectativas propuestas tanto por NVIDIA como por AMD suponen un paso adelante tan grande, que la pequeña de la serie 30 puede quedarse atrás demasiado pronto.

Su talón de Aquiles es su memoria. 8GB de VRAM es más que suficiente para la práctica totalidad de los juegos actuales, no obstante, vemos que juegos como el inminente CoD Black Ops Cold War, Assassin's Creed: Valhalla, Watch Dogs Legion… o no tan nuevos, como Battlefield V, en sus configuraciones de máxima calidad gráfica están consumiendo cerca de 6GB de VRAM. Eso aún permite margen para los 8GB de la 3070, pero ¿hasta cuándo?

Y esta es la carencia técnica; la real. Hay otra carencia que resulta aún más preocupante y es la comercial. Una vez que el mercado cuente con ambas generaciones de tarjetas gráficas, el panorama mostrará unas 3090 con 24GB GDDR6x, unas 3080 con sus correspondientes 10GB GDDR6x… todas las nuevas Radeon con un mínimo de 16GB GDDR6… y la pequeña 3070 con sus 8GB GDDR6. Aunque la diferencia de esos 8GB entre una GeForce RTX 3070 y los 16GB de una Radeon 6800 no sean aún determinantes en nuestros ordenadores, sí que parecen ser demasiado sobre el papel. Es una cifra que llama demasiado la atención de un posible comprador.

Con ese panorama, la presentación de RTX 3070 con mayor cantidad de RAM no puede hacerse esperar demasiado. Aun sin conocer los rendimientos de las nuevas Radeon 6800 y 6800XT, la necesidad de NVIDIA de presentar unas hipotéticas 3070 Super o 3070 Ti nos parece más apremiante que nunca.

En definitiva, NVIDIA nos ha presentado un producto excelente. Una tarjeta que, en cualquier otra situación, supondría una recomendación a ojos ciegos; un acierto fijo para cualquier comprador. Sin embargo, el momento es tan excepcional que esa recomendación no puede ser tan indiscutible.

La falta de unidades a la venta obliga a algo que, de otro modo, también sería la posibilidad más inteligente: esperar.

Este 2020 terminará marcado en rojo por decenas de circunstancias extremadamente negativas, pero también será el año en el que el mercado gráfico dio un importante paso adelante. Queda ver cómo el mercado se asienta. Cómo los distintos productos de cada fabricante encajan entre sí. Cómo se desenvuelven con el nuevo software y sus diferencias de rendimientos provocan los consabidos ajustes de precio. Y será entonces, sin esperar demasiados meses, cuando veremos si esta RTX 3070 es realmente la compra imprescindible que nos pareció en su presentación.