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Esencia recreativa

Victory Heat Rally, alta velocidad arcade

Probamos este divertido juego de carreras, una pequeña muestra de un proyecto más ambicioso en pleno proceso de Kickstarter

Victory Heat Rally, alta velocidad arcade

En 1985, Sega lanzaba una nueva placa que revolucionaría los salones arcades llamada “Super Scaler”, aunque también era conocida como “la placa del Hang-On”, que fue el juego bandera y con el que se dio a conocer esta tecnología. Lo seguiría un nombre no menos emblemático: Space Harrier, que junto al juego de carrera de motos marcaría este año como uno de especial relevancia para la posición de la compañía japonesa en los arcades. La placa de 16 bits contaba con dos procesadores Motorola 68000, todo un lujo, y estaba diseñada especialmente para hacer rápidas operaciones de escalado de sprites, una técnica con la que se podía generar “profundidad” con sprites y lograr así juegos con trepidantes sensaciones de velocidad y tridimensionalidad, dos características que eran difíciles de aunar en ese momento con las técnicas conocidas 3D. Además, Super Scaler sería la base para crear la placa de Outrun, hecha a la carta para acomodar las aspiraciones de Yu Suzuki con el gran clásico de la velocidad arcade.

Velocidad ante todo

35 años después, dos hermanos desde Los Angeles, trabajando con un equipo repartido por el mundo, se encuentran cocinando un juego que no sólo recupera el nombre de Super Scaler, en claro homenaje, sino que busca recrear esas sensaciones de velocidad trepidante arcade en un juego rico en derrapes y cielos azules: Victory Heat Rally. El proyecto se encuentra en fase de búsqueda de financiación en Kickstarter, con buenas sensaciones (11,000 $ de 21,000 con 19 días todavía por delante), pero más allá de eso, lo más relevante para la noticia que nos ocupa es que podemos jugar por nosotros mismos una temprana demo que nos proporcionará un buen rato de diversión.

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La demo está bien trabajada, con una cuidada presentación desde el principio. El ambiente es alegre y desenfadado, un día en las carreras a orillas de la playa, con la presentadora Sally McRally invitándonos a vivir sin complejos toda la emoción de la velocidad. Una vez a los mandos del vehículo, encontramos algunas de las virtudes que impulsan el proyecto. Se reproducen efectivamente las sensaciones de jugar a un título de carreras con escalado, aunque a una velocidad endiablada y fluida, que se acopla como un guante a un control muy medido que hace que competir sea inmediatamente disfrutable. Pequeños detalles como la forma en la que la cámara se inclina cuando derrapamos, emulando sensorialmente la sensación de inercia de un vehículo real, contribuye a la emoción y sensación de velocidad.

La clave está en derrapar, una mecánica esencial tanto para controlar el vehículos en curvas como para ganar velocidad, aunque podemos seleccionar distintos modelos de agarre para encontrar el sistema más acorde a nuestras sensaciones. El abanico musical, que abarca desde temas marcadamente nostálgicos que evocan a los arcades a duro sonido techno industrial más propio de Ridge Racer; la cálida ambientación con diferentes momentos del día que cambian la iluminación ambiental o los simpáticos personajes, terminan por formar un cocktail ciertamente destacable para todos los amantes de la velocidad arcade.

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De cara al juego final se está trabajando en más mundos obviamente, nuevos modos de juego como un modo Rally continuado de ir de un punto a otro, más contenido en general, multijugador con pantalla partida y otros añadidos que le darán la entidad de un juego completo. Pero mientras podemos disfrutar plenamente de esta demo gratuita y disfrutar con las sensación de velocidad y la diversión cruda que nos ofrece.