WRC 9
WRC 9, análisis Xbox One
WRC 9 aterriza en Xbox One, PlayStation 4 y PC. Una entrega bastante continuista pero que sigue siendo extremadamente divertida de manejar.
Nos disponemos, en poco más de un mes, a analizar un tercer juego de conducción en MeriStation. En este caso hablamos de un título de ralis algo continuista pero que al menos es lo suficientemente divertido como para invertir nuestros ahorros en él. Hablamos de WRC 9, la propuesta de Kylotonn que llega a PlayStation 4, Xbox One —plataforma analizada— , ordenadores, Nintendo Switch en noviembre y para consolas de próxima generación.
En el pasado vimos que WRC 8 mejoró sustancialmente con respecto a sus antecesores, algo que se considera normal debido al tiempo de cocción que tuvo este videojuego con respecto su séptima parte. Ahora, con un año de diferencia entre el octavo y WRC 9, miramos con lupa si ha habido mejora en este último.
WRC 9 viene a ser, lo que se suele decir, el mismo perro con distinto collar. Hay novedades, sí, pero el videojuego sufre de un extrema continuidad clásica que ha logrado que antiguos jugadores de la franquicia hayan querido dejar en la estantería esta novena entrega. Sin embargo tan cierta es esta afirmación como que el juego sigue en su constante lucha anual de mejorar y mejorar.
A falta de una versión para Nintendo Switch que llegará próximamente y las dedicadas a PlayStation 5 y Xbox Series X, el contenido del videojuego es muy similar al del pasado año. Volvemos a contar con un modo Carrera muy muy recomendable donde echaréis tardes enteras en él. Hay mucho que configurar en este modo de juego, desde el desbloqueo de un fisioterapeuta que mejora el rendimiento del equipo, un asesor financiero que hace maravillas con el dinero obtenido o bien mejoras para el bólido que conduzcamos. No hay mejora sustancial con respecto a WRC 8 aunque sí hay un árbol avanzado de habilidades y alguna que otra adición. El típico modo ya recurrente en los juegos de conducción en donde empezamos de la nada hasta que somos unos pilotos hechos y derechos.
Por otra parte tenemos Temporada que viene a ser el mundial de rali pero sin la gestión de equipo, al igual que ya ocurría con WRC 8. Este modo nos permite vivir la emoción del campeonato oficial pero sin tener que distribuir nuestra logística mental entre el plano habilidoso y el estratégico que concierne a la gestión del equipo. Un modo muy apetecible y de consumo rápido con algo de chicha.
También podemos entrenar para mejorar nuestros tiempos, realizar carreras sueltas o competir con otro jugador con una sola consola. Vamos, lo que viene siendo un montón de modos para el modo sin conexión a internet que de seguro muchos agradecerán.
Para el apartado online contamos con una novedad; el modo Clubs. Una suerte de competición creada por ti o por otros jugadores donde se pueden unir un número ilimitado de jugadores. En esta manera de jugar creamos nuestros propios campeonatos o nos unimos a otros para competir entre los que estén apuntados. Podemos unirnos a un máximo de cuatro clubs por lo que el pique con otros jugadores es cuatro veces más grande de lo habitual. Sin duda, una novedad muy jugosa aunque algo falta de ambición.
Después tenemos los Eventos online, aquellos diarios y semanales donde se ofrece la oportunidad al jugador de probar desafíos creados por Kylotonn. Tanto las pruebas disponibles como los vehículos son escogidos por la desarrolladora y según nuestra posición al acabar los desafíos ascenderemos en el marcador global del videojuego.
Ni que decir, por supuesto, del habitual lobby para encontrar y crear partidas personalizadas tanto privadas como públicas. Tienen diferentes opciones de personalización y siempre es un modo de juego que permite partidas rápidas contra amigos, conocidos o foráneos bajo tus criterios o el de otros jugadores.
En definitiva, lo mismo que WRC 8 pero con alguna mejora aquí y allá —Carrera y modo Clubs— que hace que no sorprenda en este sentido pero que sigue siendo suficiente para entretener al jugador durante meses.
Sensaciones
La franquicia WRC no se caracteriza por una simulación fidedigna del manejo de los vehículos que en sus títulos aparecen, más bien por la unión de ésta y lo arcade. Para bien o para mal —según a quién se lo preguntes— la saga siempre ha sabido mezclar el realismo con lo jugable creando un control exquisito que es apto tanto para expertos como para novatos.
Con WRC 9 este apartado va aún más allá y si bien el control es prácticamente el mismo, los vehículos se comportan ligeramente diferente haciendo que los vehículos se sientan algo más reales pero, al mismo tiempo, mucho más controlables. Esto se debe también a la excelente pantalla de configuración de sus controles donde podemos ajustar prácticamente cualquier detalle que afecte a la maniobrabilidad del coche. Con ello conseguimos que pilotar uno de los quince vehículos disponibles en sus más de 100 etapas especiales sea todo un desafío —sin llegar a ser extremadamente realista— o una conducción agradable pero algo picantona. Hay comportamientos algo extraños pero viendo el cariz del título es algo perdonable.
Las mejores sensaciones sin duda se darán con un volante como periférico pero lo cierto es que con el pad se controla extremadamente bien. Como decimos, todavía hay margen de mejora en este aspecto pero todo depende de si quieren tirar la saga hacia el realismo o no, aunque desde aquí pensamos que no es necesario, lo que hay entretiene una barbaridad. Eso sí, las físicas sí deberían mejorar lo suficiente como para que no se sienta tan irreal.
Técnicamente pocho
No lo vamos a ocultar, WRC 9 todavía sigue siendo un patito feo al que le queda mucho para ser adulto. Resolución 1080p a 30fps en Xbox One y un apartado gráfico que no es ni por asomo lo que se espera de un juego de última hornada. Algunas sombras también son extrañas, hay carga tardía de elementos y popping algo habitual. Además hemos notado que la paleta de colores es algo más oscura e incluso la iluminación, haciendo que en ocasiones apenas podamos ver qué ocurre en pantalla. Recomendamos, pues, subir un poco el brillo en estas situaciones.
En el sonido no hemos notado cambio. Los coches siguen sonando bien sin demasiados alardes —tampoco hay muchos por lo que no era muy difícil hacerlo mal—, la música pasa un poco inadvertida y la traducción y doblaje al castellano es más que correcto. Aplaudimos que el tono empleado sea más serio de lo habitual alejándose de las típicas voces canis del género de conducción.
Eso sí, hay errores en el sonido a montones. En ocasiones dejan de sonar los vehículos, en otras suenan extraños, hay veces que se escuchan como a lata y en otras provocan cuelgues. Es bastante probable que en algún momento, y hasta que lo corrijan, se os bloquee el videojuego. Es algo que se ha reportado en todas las versiones disponibles así que da igual cual escojas para jugar.
Conclusión
WRC 9 es un título bastante continuista que aporta pocas novedades. Tan solo unos pocos de vehículos nuevos, tres nuevos ralis —Kenia, Japón y Nueva Zelanda— así como el Modo Clubs que no deja de ser un campeonato online poco vitaminado. Por suerte el videojuego ha mejorado en el control y ahora es aún más divertido y fácil de manejar lo que asegura diversión a raudales. Gráficamente no está a la altura pero tampoco es motivo de crucifixión.
Lo mejor
- Licencia oficial de la WRC.
- Tres nuevos ralis oficiales.
- Control mejorado. Muy divertido.
Lo peor
- Técnicamente pocho a pesar de ser un título de última hornada.
- Graves problemas con el sonido.
- La física de los vehículos es poco realista.
- Apenas novedades suculentas.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.