Inertial Drift
- PlataformaPC6NSW6PS46XBO6
- GéneroConducción
- DesarrolladorLevel 91 Entertainment
- Lanzamiento11/09/2020 (PC, NSW, PS4)30/09/2020 (XBO)
- TextoEspañol
- EditorPQube
Inertial Drift, análisis
Velocidades extremas, derrapes de infarto y luces de neón en el nuevo arcade de carreras de Level 91 y PQube para PC, PS4, Xbox One y Switch; lo analizamos.
Inertial Drift es lo nuevo de la editora PQube junto a la desarrolladora indie norirlandesa Level 91 Entertainment, un arcade de carreras en el que lo primordial es derrapar a la máxima velocidad y enlazar curvas de lado a lado sin respiro. Así, los amantes del drifting tienen ante sí la oportunidad de explotar al máximo su disciplina automovilística favorita a través de una propuesta desenfadada y colorida, impregnada de luces de neón, gráficos cell shading, música electrónica, vehículos ficticios especialmente preparados para los derrapes más agresivos y una jugabilidad única arcade al estilo doble stick que nos retará a superar uno tras otro los desafíos más intensos. Bienvenidos al mundo retrofuturista noventero de Inertial Drift, videojuego ya disponible en PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch; ¿vale la pena para los fans del drifting? La respuesta en nuestro análisis.
Regreso a los salones arcade
Inertial Drift nace de la idea de recuperar el espíritu de los juegos de carreras arcade de los salones recreativos, ese tipo de títulos en los que la jugabilidad pura y dura se hace con todo el protagonismo desde el primer momento en el que introducíamos la moneda o, en este caso, al iniciar el juego en nuestra plataforma favorita. Lo nuevo del equipo creativo afincado en Belfast ofrece una experiencia de juego desenfadada, algo que queda claro tras unos primeros instantes a los mandos, aunque encierra mucho más de lo que podría parecer a nivel de propuesta y control de los diferentes bólidos. Y es que más allá de la primera impresión tras superar un tutorial, quizás, demasiado accesible, chocamos de frente con la realidad, que no es otra que una exigencia en carrera totalmente inesperada y que puede suponer una ventana de acceso algo elevada para jugadores poco experimentados en un género que aboga por partidas rápidas y una continua sensación de aprendizaje.
Pero empecemos por el principio; situémonos en la línea de salida y descubramos qué ofrece Inertial Drift a nivel de contenido. Sorprendentemente, el título no llega nada escaso en opciones, con diferentes modos de juego como un modo historia, un modo desafío, un modo arcade, otro llamado Grand Prix y el mencionado tutorial, además de modos multijugador tanto a pantalla partida como en línea; desde luego, cualquier jugador encontrará su modo de juego favorito (o varios de ellos) con horas y horas de juego por delante. Pero pasemos a descubrir el verdadero eje central de Inertial Drift: el contravolanteo o drifting, la principal mecánica a dominar para salir vencedores de las diferentes carreras y pruebas en las que participaremos, sea cual sea el modo de juego al que dediquemos más tiempo.
Inertial Drift puede parecer en un primer instante el enésimo juego de carreras arcade centrado en la diversión directa y sin apenas complejidad en su propuesta de juego; nada más lejos de la realidad. El título de Level 91 apuesta por una mecánica completamente original a través del doble stick, además de los gatillos superiores de aceleración y frenado, uno a cada lado. Y eso es todo; ésta es la configuración principal a nivel de interacción con el título, un diseño básico que esconde mucha más profundidad de la que pudiera parecer a simple vista. Tanto es así, que con el stick izquierdo solamente modificamos levemente la dirección del coche para encararlo hacia un lado o hacia el otro y es el stick derecho el que se roba todo el protagonismo y el verdadero artífice de los derrapes más bestiales que nos podamos imaginar.
Y es que mediante leves inclinaciones del stick, el coche se pondrá más o menos de lado, llegando a la cruzada total en las curvas más cerradas, todo ello marcado por unas barras de intensidad inferiores que nos marcarán la fuerza del derrape, aunque debido a las altas velocidades que alcanzaremos y el frenetismo de la acción, tendremos pocas oportunidades de desviar la mirada de la calzada si no queremos perder unos valiosísimos segundos. Y ahora es cuando entra la mecánica del acelerador y el freno a través de los gatillos superiores, totalmente necesarios para dominar completamente el arte del drift y no terminar chocando contra un muro o un guardarraíl. Tanto es así, que para tomar correctamente cada curva a la máxima velocidad posible y sin salirnos de la carretera, será casi obligatorio modular los diferentes inputs, desde el grado de derrape a la aceleración o el frenado, especialmente en las curvas más cerradas y los tramos más estrechos, dando como resultado una mecánica de juego que responde al clásico “fácil de aprender y difícil de dominar”, algo que queda patente en Inertial Drift desde el minuto uno.
Eso sí, el grado de satisfacción logrado cuando uno empieza a dominar la mecánica principal del juego es sublime; pocas veces sienta tan bien pasar el parachoques delantero o trasero a escasos centímetros de un muro a velocidades extremas, más aún cuando uno no deja de enlazar curva tras curva. Aunque como decimos, la cosa empieza a ponerse especialmente seria cuando vamos saltando de coche en coche, cada uno con sus propias características y a cada cual más complicado de dominar. Y es que el salto de los coches básicos a los superdeportivos (o incluso los modelos intermedios) es exagerado, puesto que exigirán un nivel de pilotaje muy alto, demasiado quizás para un juego que apuesta por la diversión inmediata y el disfrute a los mandos.
A nivel de modos de juego destaca un modo historia que nos lleva por las diferentes pistas del juego a través de una narrativa un tanto pastelosa, todo ello a base de diálogos insulsos entre pilotos mediante ilustraciones mínimamente animadas, personajes llenos de clichés de los que querrás omitir sus diálogos para pasar a la acción. El resto de modos se basan en el desbloqueo de pilotos, coches y pistas en base a nuestra pericia al volante; eso sí, no todo será llegar a la meta en primera posición, puesto que se ofrecen las suficientes modalidades de pruebas para animar al jugador a dominar diferentes aspectos del pilotaje, desde carreras contra otros coches en pista (no hay opción a chocar, al más puro estilo fantasma) hasta contrarrelojes, pasando por carreras de estilo de derrape con puntuaciones, eliminación por distancia entre vehículos y más.
Pasando al plano técnico, Inertial Drift no se muestra especialmente brillante en su puesta en escena, aunque sí resulta efectivo, apostando por gráficos cell shading junto a una buena colección de recursos visuales, desde luces de neón en toda clase de elementos de los escenarios -especialmente en entornos urbanos-, a chispas de los golpes en la carrocería, pasando por efectos de desenfoque, de iluminación, brillos quemados y más que ayudan a enriquecer el conjunto, todo ello a través de una paleta de colores pastel que puede llegar a resultar algo empalagosa. Eso sí, el juego se mueve con soltura y no adolece de bajadas de rendimiento u otros contratiempos, dando una agradable sensación de fluidez en todo momento. A nivel sonoro se apuesta por temas decididamente electrónicos aunque demasiado repetitivos, junto con efectos de sonido que no resultan especialmente llamativos, pasando en este sentido algo desapercibidos.
Donde sí muestra su mejor cara es en sus opciones multijugador, tanto online como en local, en ambos casos para hasta dos jugadores, con la opción de disputar los diferentes modos de juego si el modo historia (de entre 4 y 6 horas, según qué medallas queramos conseguir) se nos antoja insuficiente. Incluso los más puristas podrán invertir los controles para experimentar el contravolante en toda su plenitud. El resto de números que maneja el título no están nada mal, con 16 vehículos únicos y 20 pistas en total. Los textos llegan, además, en perfecto castellano.
Conclusión
Inertial Drift irrumpe en un género algo olvidado en la actualidad dejando buenas sensaciones, con contenidos suficientes como para entretener a cualquier fan de los arcade de velocidad durante un buen tiempo y apostando por una mecánica, la del drift mediante doble stick, tan original como desafiante. Su personalidad desenfadada y despreocupada, no obstante, choca de frente con un nivel de exigencia inesperado muy temprano, abriendo todo un mundo de posibilidades a los jugadores más técnicos que busquen un reto a la altura. El resto de jugadores quizás se queden únicamente con la historia y algunos desafíos que impliquen a los coches básicos, puesto que exprimir todo el potencial de los bólidos más rápidos y potentes representa toda una hazaña.
Lo mejor
- Gran sensación de velocidad y fluidez
- Números y opciones más que suficientes
- Jugabilidad original y desafiante...
Lo peor
- ...Con una ventana de acceso algo elevada
- Diseño artístico algo pasteloso
- Banda sonora muy machacona y repetitiva
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.