Cat Quest
- PlataformaPC8.5IPHNSW8.5PS48.5ANDIPD
- GéneroRPG, Acción
- DesarrolladorThe Gentlebros
- Lanzamiento08/08/2017 (PC)10/08/2017 (IPH, IPD)15/09/2017 (AND)10/11/2017 (NSW, PS4)
- TextoEspañol
- EditorPQube
Cat Quest, análisis
Los gatos son de las criaturas más adorables y adoradas del planeta, y de ellos se dice en muchas ocasiones que son los auténticos amos del mundo. Es difícil decirle “no” a un producto en el que ellos tengan algo que ver, lo cual es una carta que The Gentlebros ha jugado muy bien para Cat Quest, un divertido y simplificado RPG en el que los protagonistas son dichas criaturas peludas, disponible para Android desde este mismo agosto y cuyo lanzamiento para PlayStation 4 y Switch se produjo el pasado 10 de noviembre. En MeriStation hemos jugado a la versión en la consola de Sony y hoy os la analizamos.
The Gentlebros, estudio indie ubicado en Singapur, son los creadores de esta breve aventura llena de ternura y sentido del humor. En 2016 nos habían traído para móviles y Steam Slashy Hero, un título de acción isométrico ambientado en Halloween, en el que un héroe disfrazado debía superar una serie de mazmorras de una tenebrosa mansión para recuperar los caramelos robados por los malvados fantasmas que buscan con su avaricia arrebatar el espíritu alegre de la mágica festividad. Mediante la pantalla táctil, el jugador trazaba el camino que debía recorrer el héroe, el cual eliminaba a sus enemigos mientras recuperaba los caramelos hurtados. Nuestro protagonista iba adquiriendo una serie de disfraces, cada cual le otorgaba unas habilidades diferentes. Este título, cuya dificultad rompía los estereotipos de los videojuegos de estética colorida para móviles, recibió en Casual Connect 2016 galardones al mejor juego para móviles y al mejor diseño.
Un colorido mundo gatuno
En Cat Quest, The Gentlebros nos presentan una aventura isométrica de RPG muy simplificada, colorida, tierna y en clave de humor, cuyos protagonistas son los gatos, gatbitantes del continente Felinia. Su historia es un claro y no oculto homenaje a Skyrim: los dragones, recién despiertos de su letargo, han invadido el continente de Felinia. Los únicos capaces de derrotarles son los Sangredragón, una raza de gatos con poderes destinados a tal fin. Nuestro protagonista, un sangredragón en viaje marítimo hacia Felinia, naufraga tras ver cómo el malvado gato blanco Drakoth secuestra a su hermana. El villano accede a liberar a la joven gatita si el sangredragón derrota a tres dragones que el mismo Drakoth ha liberado sobre Felinia. Puede que se trate de un argumento manido con un villano tópico —¿y acaso los villanos tópicos no son los más fáciles de odiar?, reconoce el mismo Drakoth en una secuencia a través de la cual The Gentlebros se ríen de sí mismos—, pero a lo largo de una aventura principal de unas cinco horas de duración, complementadas con 52 misiones secundarias y 62 mazmorras, descubrimos la complejidad de una trama que nos sorprenderá, cargada con un emotivo mensaje sobre la lealtad de los animales de compañía.
Un sistema RPG simplificado y fácil de dominar
Nuestro sangredragón será un gato de pelaje amarillo, mudo como solía estilizarse en los videojuegos de rol de los años 90, e irá acompañado de Spirry, un espíritu guía gatuno que hará las veces de mentor, tutorial y narrador, y que nos recordará a Navi, aunque no poseerá su insistencia. Pese a que no podremos personalizar el género y pelaje de nuestro Sangredragón —lo cual habría sido un extra enriquecedor, al tratarse de un personaje cuya personalidad no está escrita—, sí determinaremos su clase mediante la vestimenta y arma que equipemos, que potenciará la armadura, la salud y el maná.
El sistema RPG que se propone en Cat Quest está muy simplificado con respecto a otros títulos del género y puede confundirse con un hack n' slash. Nos moveremos por un continente dividido en pueblos con un pequeño número de habitantes, en los cuales habrá un tablón en el que se publicarán las misiones secundarias y un cojín que hará las veces de posada, donde sestearemos para guardar la partida y recuperar al máximo salud y maná.
Por defecto, tendremos activa la misión principal, que podemos dejar de lado para realizar una misión secundaria por vez. Si aceptamos otra misión del tablón del anuncios, abandonaremos la actual y sólo la podremos reanudar aceptándola de nuevo en su tablón original. Las misiones secundarias seguirán una trama propia, que quedará suspendida en puntos interesantes para despertar interés en el jugador y que éste vaya hilando todas las misiones que tengan que ver con ella, al mismo tiempo que gana experiencia y sube de nivel.
Disponemos de una barra de experiencia, que se rellenará con orbes azules que encontremos con bastante frecuencia en nuestro camino, o al cumplir misiones secundarias y derrotar enemigos. También tenemos barra de salud, protegida por una barra de armadura que se regenerará al permanecer un tiempo sin recibir golpes; y barra de maná que se gastará al usar magia y se recuperará al golpear enemigos. En una mochila, a la que accederemos mediante círculo, tendremos acceso a nuestro inventario, donde se almacenarán las armas, cascos y vestimentas que adquiramos durante el juego y que nos podamos equipar. En el mismo inventario tendremos acceso a los hechizos disponibles, de los cuales podemos tener cuatro activos al mismo tiempo y que lanzaremos con L1, L2, R1 y R2 según lo personalizemos. También disponemos de dinero gatuno, que conseguiremos al derrotar enemigos, cumplir misiones y recoletando monedas dispersas por el mapa. Adquiriremos nuevo equipo en cofres de tesoro y tras cumplir misiones o comprando cajas de contenido aleatorio —de dos categorías diferentes— según su precio en la tienda de Kit Gat. Cabe mencionar que no es posible vender nuestro inventario.
Los hechizos se compran en Templos Arcanos, regentados por un hechicero, y desperdigados por toda Felinia. Hay siete en total: Llamiaurada (fuego), Garrasana (sanación), Felinhielo(hielo), Miauyo (rayo), Gatón (aumento de tamaño), Gatrampa (trampa mágica) y Astromiau (lluvia mágica); y podremos subirles de nivel al invertir dinero en ellos.
Encontraremos enemigos —zorros, fantasmas, guivernos, etc— durante las misiones, en mazmorras y a lo largo de nuestro recorrido por el mapa. Estos nos atacarán cuando nos hallemos cerca de ellos y el combate se producirá en tiempo de real. Antes de recibir cada ataque, veremos en rojo el área a la que afectará para darnos una pista sobre hacia qué lugar huir. Atacaremos con nuestra arma pulsando Cuadrado y rodaremos para esquivar pulsando X.
Además de misiones secundarias, en las que conoceremos a personajes entrañables como la afectuosa herrera Kit Gat o el aguerrido Gobernador, tendremos disponibles varias mazmorras o ruinas, en la que se ocultarán diferentes tesoros y que resultarán muy útiles para subir de nivel. Para despejarlas, deberemos eliminar a los enemigos en su interior.
En las mazmorras veremos cofres que sólo podrán ser abiertos con una llave, la cual adquirermos en una misión secundaria disponible en una isla al sur del mapa. A lo largo del juego aprenderemos habilidades nuevas, como caminar sobre las aguas o volar, gracias a las cuales podremos acceder a las moradas de nuestros rivales dracónidos.
La dificultad del juego es bastante asequible, sobre todo una vez aprendemos a desarrollar una técnica contra los enemigos más poderosos, como los dragones o hechiceros, y es que el manejo resulta cómodo y los controles responden con la precisión esperada. Hay una excelente combinación de misión principal y secundarias con las que subir de nivel, y muchas de ellas contendrán información extra sobre el misterio que envuelve a Drakoth y a los sangredragones. El tono cómico que envuelve al juego resulta, además, su mayor encanto, y no faltan referencias a obras de la cultura popular —KitGat es aficionada a las series “Juego de Gatos” y “House of Cats”, y visitaremos el pueblo de Twin Peaks, dos colinas sobre las cuales pesa una lúgubre maldición— e incluso a bromas que parodian a las premisas clásicas de la fantasía épica, como una guardia real descontenta con sus irrisorios salarios y las armaduras cutres —llamadas así— con las que el rey les obliga a combatir. En este tono desenfadado hay lugar para momentos más emotivos, como el descubrimiento de la verdadera historia de Drakoth o la historia de un gatbitante que debe superar la pérdida de su ser más querido. Como huevo de Pascua, podemos conseguir una de las armaduras de Slashy Héroes, y hallaremos una isla poblada por los mismos fantasmas del mencionado juego, con un rastro de caramelos.
Un título vistoso y adorable
El aspecto del juego es colorido, alegre y bien cuidado, como una serie de animación infantil. El universo creado rebosa una deliciosa imaginación, en la que los ratones son piratas y los perros se muestran como habitantes del Imperio Lupus, el enemigo jurado de los gatos y con el que éstos se mantienen en una frágil tregua. Dicho Imperio Lupus se menciona en el juego con frecuencia, sin mostrarse, lo cual parece apuntar a una segunda parte, y es que uno de esos cánidos promete que será así “si Cat Quest tiene éxito”.
Gracias a una labor de localización magistral, este universo funciona en su versión en castellano, en la cual se han trasladado con bastante creatividad y atino juegos de palabras como “gatbitantes”, “no me tomes el pelaje” o “gatífico”.
La banda sonora se compone de una canción principal animada y que invita a lanzarse a una aventura llena de dragones y posadas, un tema más ominoso para las ruinas y mazmorras y una canción melancólica y tierna para las escenas más emotivas. El corazón se encoge cada vez que nuestro Sangredragón maúlle al ser herido, y los rugidos con los que se representa a los gatos enfadados resultarán graciosos.
Este juego se ha analizado en su versión para PS4.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.