Surgen nuevos detalles del juego cancelado de Star Wars de Amy Henning

Los fans de Star Wars aficionados a los videojuegos jamás olvidarán la cancelación de un juego que bebía directamente de la saga Uncharted a nivel de jugabilidad y a cargo de Visceral Games (estudio que también terminó bajando la persiana), con Amy Henning (guionista de la saga protagonizada por Nathan Drake) involucrada en un proyecto conocido por aquel entonces como Project Ragtag. Ahora, años después, surgen nuevos detalles sobre dicho videojuego a cargo de Zach Mumbach, productor del título en su momento, y que ha compartido en una reciente entrevista con el canal de YouTube MinnMaxShow.

Varios niveles estaban casi terminados

Y es que el propio Mumbach asegura que Project Ragtag tenía como objetivo ser una experiencia palomitera ambientada en el universo de Star Wars y que en el momento de su cancelación, el juego estaba en una fase avanzada de desarrollo. Tanto es así, que varios niveles del juego estaban prácticamente terminados y eran jugables de principio a fin.

Tanto es así, que recuerda un nivel concreto en el que el protagonista debía huir de todo un AT-ST en una espectacular escena de persecución: “Ibas corriendo para huir de él a pie y él intentaba darte caza, pero tú eras más ágil, colándote por espacios estrechos, destrozándolo todo, chocándote y usando todas las posibilidades de destrucción del Frostbite... Habrías dicho 'guau, es como un Uncharted de Star Wars'”, asegura el productor.

Y es que Mumbach admite que el juego apuntaba muy alto y que podría haber sido “el mejor juego de Star Wars jamás creado y un posible candidato al mejor juego de su año de lanzamiento”, algo que por desgracia jamás veremos. Tanto es así, que no tiene más que palabras de admiración tanto para el guión como para los personajes, especialmente para su protagonista, según dice, un personaje a medio camino entre Robin Hood y Star Lord de Marvel.

Por último, el productor profundiza en varios aspectos que entorpecieron el desarrollo del juego, como la llegada del proyecto que después sería Battlefield Hardline (y el consiguiente baile de desarrolladores al cargo de cada juego), la adaptación al motor Frostbite o el propio cierre de Visceral Games, con el proyecto dando tumbos para finalmente quedar descartado en favor de experiencias multijugador online.

Fuente | YouTube