El Star Wars cancelado de Visceral Games estaba muy avanzado
La que fuese directora del proyecto ha tenido muy buenas palabras sobre lo que pudo haber sido, según ella, un grandísimo videojuego para la saga.
La noticia de la cancelación del juego de Star Wars que estaba desarrollando Visceral Games fue una de las más sonadas a finales de 2017 a raíz del cierre de dicho estudio de EA. De ese título ha hablado ahora Amy Hennig en profundidad en una entrevista con USGamer.
No iba a ser un Uncharted de Star Wars
Este proyecto de los padres de Dead Space se encontraba en un estado de desarrollo uy avanzado previo cierre del estudio. El llamado en clave Project Ragtag era, según Hennig, mucho más que un mero juego tipo Uncharted basado en el universo de la Guerra de las Galaxias. Además, a nivel técnico apuntaba a ser todo un referente dentro de la compañía y en la actual generación de consolas al llevar el Frostbite Engine de DICE a un nivel muy avanzado; eso sí, su uso era algo obligado por EA y eso planteaba problemas al estar pensado para juegos en primera persona.
“Tuvimos que usar Frostbite porque era una iniciativa interna, algo impuesto, para que todo el mundo usase la misma tecnología. Era un motor diseñado para usarse en juegos en primera persona, no para títulos en tercera persona con escenas cinemáticas”, explica Hennig.
El juego se estaba construyendo “en tercera persona, con plataformas, fases de escalada y coberturas; todo ese tipo de cosas para las que el motor no estaba diseñado. Hicimos un gran trabajo, en algunos aspectos era pionero” seguía. Además, subraya el hecho de que estaba segura de que el motor ya estaba dando beneficios al ser compartido por todos, pero “cuando eres pionero en el uso de una tecnología no se te da la oportunidad de sorprender a nadie”, decía en tono irónico con esto último.
“Ojalá la gente hubiese podido ver más acerca del juego; la verdad es que fuimos mucho más allá de lo que se pudo ver. Y era un buen juego”, comenta. Sin embargo, de sus palabras se entiende que los motivos de la cancelación no fueron explicitados a los trabajadores, pues ella supone que se debió a una mera cuestión de números, que no les salían las cuentas. “No tenía mucho sentido en el plan de negocio de EA, parece. Durante el tiempo en que estuve allí las cosas cambiaron mucho. Así que, bueno… ¿qué puedes hacer”, apuntaba con resignación.