Windbound: Brave the Storm, impresiones

Una isla solitaria y mágica resulta cautivadora por su belleza y peligrosidad. Si, además, se convierte accidentalmente en nuestro hogar, debemos aprender a convivir con su ecosistema y saber aprovecharlo a favor. Títulos como Summer in Mara o Deiland —ambos de Chibig Studios— nos invitan a subsistir en una tierra embelesadora mientras comprendemos su naturaleza para usarla a nuestro favor. Por su lado, No Man’s Sky nos sumerge en la inmensidad del espacio para hacernos sentirnos diminutos durante nuestra expedición. Por su lado, el estudio 5 Lives Studios, creadores de Satellite Reign, ha tomado nota de la fórmula de supervivencia en un lugar hermoso, vasto e inhóspito para ofrecernos una obra que mezcla aventura, acción, rol y supervivencia. El resultado es Windbound: Brave the Storm, que se lanzará en formato digital para PS4, Xbox One, Nintendo Switch, Google Stadia, Steam y Epic el 28 de agosto de 2020. En MeriStation hemos asistido a su presentación, hemos jugado en remoto a dos de sus episodios y hoy os contamos qué podemos esperar de un título cuyo primer contacto nos ha dejado una sensación agridulce.

Naufragio y supervivencia en las Islas Prohibidas

En Windbound asistimos a la historia de Kara, una guerrera que naufraga en un misterioso archipiélago conocido como las Islas Prohibidas, lejos de su civilización y sin compañía. La joven deberá adaptarse a su nuevo hogar, sobrevivir, descubrir los secretos de su nuevo refugio y encontrar a tribu. Pero a pesar de su infortunio, nuestra protagonista no es, en absoluto, una damisela desvalida, como nos la describen desde 5 Lives Studios: “Queríamos que fuera una superviviente nata, que conoce bien qué recursos necesita para seguir adelante”. Así, empezamos en una tierra desconocida que Kara deberá recorrer para hacerse con medios que le sirvan para sobrevivir y proseguir con su aventura. Así, deberemos recolectar plantas, cazar animales y construir objetos que faciliten nuestra estancia. El hambre será uno de los enemigos omnipresentes durante el viaje, puesto que irá aumentando a medida que Kara pase tiempo sin alimentarse. Mantenerlo a raya requerirá tener comida a mano, ya sean las bayas recolectadas de arbustos o la carne que hemos cosechado de las bestias eliminadas. La cocina, si disponemos de fuego y utensilios creados por nuestras manos, será un gran progreso para mantenernos con vida. Por supuesto, no nos convendrá mantener en nuestro zurrón víveres por mucho tiempo sin consumir, puesto que perecen al poco tiempo.

Ampliar

El sistema de artesanía y de recolección resulta bastante intuitivo porque, a pesar de estar ambientado en un mundo de fantasía, trata con bastante naturalismo algunos aspectos. Además, el menú de construcción resulta cómodo a la vista, de tal modo que con una ojeada memorizaremos qué ingredientes son necesarios para nuestro objetivo. Cuando exploremos, deduciremos fácilmente que las ramas caídas pueden servir como lanzas, o que necesitaremos hierbas altas para confeccionar una cuerda que después nos servirá para nuestra futura canoa. Las criaturas mágicas, por su lado, evocan a criaturas del mundo real, con lo que podemos deducir su comportamiento con un simple vistazo. Por ejemplo, los bichos que parecen jabalíes son agresivos y cargan, mientras que los conejos son rápidos y huidizos. Su aspecto también nos dará información sobre los recursos que generan: si tienen pelo o plumas, por ejemplo.

Asimismo, el tiempo no apremia para el jugador, más allá del consumo de alimentos o los estragos que puede causar el hambre en Kara, lo cual puede causar su muerte si no ponemos remedio. Así, cada usuario puede gestionar su dedicación a explorar y hacer del archipiélago su nuevo hogar con una amplia libertad de decisión. ¿Nos abastecemos de armas antes de construir la primera embarcación? ¿Peinamos cada isla entera en busca de recursos? ¿Debemos crear un zurrón para aumentar la capacidad de nuestro inventario, aunque desplazarnos con él consuma más resistencia? 

La embarcación, nuestra gran aliada

Ampliar

La barca se convertirá en el aliado principal e imprescindible de nuestra aventura, y el viaje a través del archipiélago será sorprendente a cada partida, puesto que los escenarios se generan proceduralmente. Construiremos y personalizaremos nuestra embarcación a nuestro gusto, lo cual, según el estudio, potenciará el aprecio que tengamos a nuestro leal compañero y vehículo. La navegación, además, huye de la simpleza del WASD para proporcionarnos una experiencia más realista. Cada tipo de navío requerirá un control específico y similar a cómo es moverse por el mar en la vida real: en un velero, debemos izar o bajar las velas y aprovechar el viento, mientras que en una balsa debemos remar para dirigir el rumbo. Acostumbrarse a nuestra vida marinera puede requerir cierto proceso de adaptación al principio que, por otro lado, puede frustrar a algunos jugadores.

Windbound, sin embargo, acusa un defecto que mina el encanto de la partida: la torpeza de su sistema de combate. Atacar a las criaturas resulta muy ortopédico y notamos cierta descompensación entre los reflejos de los enemigos, la lentitud de nuestros ataques y la escasa maniobra que tenemos, lo cual hace que la caza sea muy frustrante.

Ampliar

Misterio y misticismo

A nivel visual, el juego sí resulta muy llamativo, a pesar de las evidentes comparaciones con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. “La palabra clave es misticismo”, señala el propio estudio. Al poco de empezar la partida, se despierta la curiosidad por descubrir los secretos del archipiélago y conocer cuán imaginativo es su mundo residen allí. Sobre su historia, 5 Lives Studios asegura que Windbound posee una gran profundidad narrativa que guiará el periplo de Kara y hará que el jugador reflexione sobre sus prejuicios morales. No obstante, en los capítulos jugados no hemos podido sumergirnos lo suficiente en la historia de Kara. El único atisbo que hemos percibido son las enigmáticas pistas que se nos proporcionan tras investigar cada una de las ruinas de cada isla.

En resumen, Windbound es un título que puede resultar muy atractivo si la historia acaba cumpliendo lo prometido. Su sistema de progreso y su libertad creativa crean un buen terreno para dejar que cada jugador se explaye a su ritmo sin dejar lugar al aburrimiento. Además, su curva de aprendizaje resulta muy asequible para que conozcamos toda la estructura de recolección y gestión de recursos. Sin embargo, las mecánicas de caza pueden llegar a impacientar al usuario y hacer que pierda interés. ¿Merecerá la pena el periplo de Kara? Para resolver esta cuestión, debemos esperar a sumergirnos aún más en los misterios de las Islas Prohibidas y descubrir sus tesoros.

Ampliar