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Hemos jugado a Legion

Watch Dogs, experimentación y potencial para una nueva generación

Hablamos de una de las nuevas IP creadas por Ubisoft en esta generación, y que al igual que en sus inicios, servirá para inaugurar una nueva generación.

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Watch Dogs, experimentación y potencial para una nueva generación

Durante el Ubisoft Forward del pasado domingo quedó patente que la editora gala apuesta muy fuerte no ya por Watch Dogs Legion, que evidentemente es así, compartiendo “escenario” con pesos pesados de la compañía como Assassin’s Creed o Far Cry, sino por la IP como tal. Llama sin embargo la atención que, dentro del conservadurismo habitual no ya de Ubisoft, sino de la industria en general, se trate de una licencia con la que se experimenta tanto de una entrega a otra, o al menos, sean éstas tan diferentes entre sí. Desde una primera iteración donde podíamos encontrar un sandbox más convencional y ligado a lo que estábamos acostumbrados en el género, a la próxima donde no existe el héroe único, pasando por Watch Dogs 2, hemos sido testigos de una licencia que no solo ha sufrido cambios jugables, sino lo que es también curioso, de tono, siendo estos muy radicales.

Inicio convulso, pero exitoso

La nueva generación –por la actual- iba a comenzar realmente en 2014. Tras la llegada en 2013 de PlayStation 4 y Xbox One, que tuvieron como máximos exponentes técnicos en su lanzamiento a Killzone Shadow Fall y Ryse: Son of Rome respectivamente, se esperaba que ese fuera el momento en que el nuevo hardware mostrara de lo que realmente era capaz. Títulos como Destiny, Sunset Overdrive o inFamous: Second Son debían ser los que de verdad pudieran explotar el potencial de las consolas que teníamos entre manos, pero había un juego por encima de todos que debía cumplir ese rol: Watch Dogs, presentado de manera abrumadora en el E3 2012.

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Cuando llegó el momento de su llegada, era evidente que Watch Dogs no era lo que apuntaba, como se deduce, sobre todo visualmente, en este vídeo comparativo de Digital Foundry, en el que se ponen cara a cara aquella demo y la versión final en PC. “Mucho ha cambiado, y mucho tiene que ver con decisiones artísticas de Ubisoft Montreal”, se puede leer en dicho vídeo. “Sin embargo, lo que está claro es que las características relacionadas con la GPU, como los reflejos o la iluminación –nótese cómo los faros de los coches ya no se reflejan en la lluvia- aparecen menos avanzados en la versión final”, continúan, hablando también del efecto del viento en ciertos objetos o del número de NPC, algo como sabemos clave en esta saga. Aún así, se insiste en que es prácticamente imposible igualar las condiciones climáticas y de hora del día en la demo, con lo cual la comparación es extremadamente difícil.

Con todo, la crítica supo ver los aspectos positivos de Watch Dogs, que más allá de la controversia por el downgrade, los tuvo y en buenas cantidades. “Este es el juego por el que merece la pena gastarse ese dinero ganado duramente en una consola de nueva generación”, decía contundemente el análisis de COGConnected, por ejemplo, aunque entonces se le achacaran deficiencias en el diseño de misiones –por aquella época, algo casi inherente al género- y una trama y un protagonista, Aiden Pearce, que no terminaban de atrapar. Eso sí, sus virtudes eran evidentes, y es que visualmente sí era un salto considerable respecto a lo visto en los sandbox de PS3 y Xbox 360, que no iba mal provisto de contenido y que ese elemento diferenciador que es el hackeo realmente conseguía diferenciarlo de otros juegos de mundo abierto. Como primera toma de contacto estuvo bien (80 en Metacritic), pero como decía el análisis de Giant Bomb, “¿Watch Dogs 2? Probablemente esté muy bien”, y finalmente, así fue.

Watch Dogs 2, potencial exprimido

Si bien el original no creó un consenso absoluto entre crítica y jugadores, su secuela sí fue capaz. No cabe hablar estrictamente de secuela, al menos directa, ya que cambiábamos de ambientación –de Chicago a San Francisco-, protagonista –esta vez era Marcus Holloway- e incluso de tono, con un sentido del humor muy alejado del atormentado Aiden Pearce, aunque se situaba en el mismo universo, tres años después de lo acontecido en la primera entrega. Este humor no solo era cosa de Marcus, sino de sus compañeros de aventuras en DedSec, entre los que destacaban los chascarillos del irreverente Wrench. Pero sería injusto quedarse con eso, ya que tras esta capa desenfadada encontrábamos un videojuego no ya muy notable, sino que explotaba las peculiaridades de la saga –hackeo- mucho mejor que su predecesor, y lo que es tan o más importante, divertidísimo.

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Las oficinas de Nudle en Silicon Valley –parodia del gigante de internet-, huevos de pascua referentes a Assassin’s Creed… Se apreciaba un gran gusto por el detalle en Watch Dogs 2, a lo que habría que sumar una variedad de situaciones en las misiones y sobre todo, libertad para llevarlas a cabo de diferentes maneras, muy a tener en cuenta. Ubisoft Montreal arriesgó con el cambio, tanto, que incluso se atrevieron a implementar peculiares modos multijugador totalmente integrados en la campaña, consistentes en una invasión y hackeo de datos –ya presente en Watch Dogs-, Cazarrecompensas o carreras de drones, por ejemplo.

Con todo ello, la crítica fue más unánime, vislumbrándose menos notas por debajo del notable. “Watch Dogs 2 es un libro de texto sobre lo que debe ser una secuela”, decían en Wccftech. “Las misiones son variadas e intensas, y los personajes dejan un montón de grandes momentos. Si buscas un juego con un mundo bonito, único y rico, este es tu juego”, decían por su parte en God is a geek. “Podemos decir que Ubisoft ha hecho un muy buen trabajo a la hora de crear un mundo de juego casi desde el principio, manteniendo algunas cosas del juego original como marca de la casa pero también innovando en otros aspectos como un enfoque más despreocupado, divertido y soñador, con protagonistas carismáticos que podrías conocer tú mismo en tu grupo de amistades y con los que es fácil sentirse identificado en algunos aspectos”, decíamos mientras en esta casa.

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Watch Dogs 2 aprovechó –incosncientemente- también el buen momento de Mr. Robot, una serie protagonizada por el oscarizado Rami Malek –por Bohemian Rapsody-, en la que un grupo de hackers se rebelaba frente al poder establecido. Igualmente hacían los miembros de DedSec, ya que según se narraba en el juego, la versión más moderna tecnológicamente de ctOS –el sistema operativo que todo lo controla- se había comenzado a poner a prueba en la bahía de San Francisco. Era posible llevar a cabo esta revolución a tiros, pero era muchísimo más divertido aprovechar unas posibilidades de hackeo que aumentaron exponencialmente respecto al original.

Y de nuevo, una entrega de esta experimental franquicia servirá casi para estrenar una nueva generación, aunque al igual que Watch Dogs, Watch Dogs: Legion será intergeneracional, pudiendo actualizarlo gratis cuando demos el salto a PS5 o Xbox Series X. Como decíamos antes, Ubisoft Toronto juega en esta ocasión con la premisa de que ninguno personaje en concreto es el protagonista, pero todos al mismo tiempo pueden convertirse en él, mientras que el cambio de ambientación nos lleva a cruzar el Atlántico y viajar hasta Londres, donde comenzará una nueva revolución a partir del mes de octubre.

Watch Dogs

  • PS4
  • PC
  • PS3
  • 360
  • WiiU
  • XBO
  • Acción

Watch Dogs es un videojuego de acción de estilo sandbox desarrollado por Ubisoft para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One, Wii U y PC que se desarrolla en una realidad paralela donde hay una ciudad gestionada totalmente por un sistema global bajo las órdenes de grandes corporaciones que conocen cada detalle de sus habitantes. Un grupo de hackers pretenden derribarlo en un juego que promete grandes dosis de acción y una ambientación espectacular.

Carátula de Watch Dogs
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