Assassin's Creed Valhalla acierta al apostar por un mundo más reducido

Más no siempre es mejor. Esta es una lección que las empresas de videojuegos no han terminado de aprender. Tampoco algunos jugadores, que piensan que todas los títulos nuevos tienen que ser más grandes que todo lo anterior. De cara a la galería, queda mejor decir que tu producto tiene un mapa de miles y miles de kilómetros cuadrados, pero el problema es rellenar esa vasta extensión con mecánicas y contenidos que no se sientan repetitivos. No soy de los que me quejo de Assassin's Creed Odyssey, un título que todavía sigo jugando de forma regular. Sin embargo, valoro positivamente que Ubisoft haya decidido que su próximo videojuego, Assassin's Creed Valhalla, no sea tan extenso como el anterior.

Al menos eso asegura Malek Teffaha, responsable de comunicación de Ubisoft en Oriente Medio: “Que conste que no va a ser ni el juego más largo ni el más extenso de la serie”, escribió en un tuit. De acuerdo con su mensaje, no han hecho oídos sordos al feedback de los jugadores, algo que en Ubisoft suelen tomarse muy en serio (y si no que se lo digan a Ghost Recon: Breakpoint, producto que ha mejorado en base a los intereses de la comunidad).

No quiero inducir a equívocos. Estoy seguro de que lo nuevo de Ubisoft Montreal (y de otros 14 estudios colaboradores) será grande, muy grande. Su concepción como una aventura RPG en un mundo abierto se mantiene inalterable. De todas formas, depende de cómo lo planteen. Es posible que algunos elementos que en Odyssey podían hacerse repetitivos se puedan limar mejor en Valhalla. Porque cualquier videojuego que dure decenas de horas tiene el peligro de caer en el tedio, de que se le vea el cartón, por así decirlo, ya que hasta las mecánicas más frescas y divertidas pueden hacerse plomizas con el paso de las horas.

Bajo mi punto de vista, uno de los aciertos del juego anterior es que supo revestir las misiones secundarias de narrativa. Es verdad que no todas las historias eran igual de interesantes, pero había algunas que lograban colorear al personaje con acierto, ofrecer datos que completaban a la protagonista (o al protagonista, para los que eligieron a Alexios en lugar de a Kassandra). La influencia de The Witcher 3 es en ese punto muy palpable. No obstante, entiendo que para una parte de la comunidad, Assassin's Creed Odyssey resultara inmenso y casi inabarcable.

Lo que me cansa es ese afán de hacer las cosas grandes por hacer, sin sentido alguno. En parte, es comprensible, teniendo en cuenta que hay usuarios que desdeñan los títulos cortos y valoran su valía en función del tiempo que tardan en completarlos. Todo esto, hay que analizarlo en el contexto del videojuego actual. Decía Yu Suzuki, legendario creador de sagas como Out Run, Virtua Fighter o Shenmue, que a pesar de que los mundos abiertos están de moda, a él le gustaría hacer algo más acotado en el futuro, mejorar otros aspectos dentro de un mundo más pequeño.

No creo que los mundos abiertos sean el problema en sí. Muchos títulos de este estilo han aportado lecciones valiosas que han ayudado a dar pasos en firme. La nueva generación de consolas también tendrá algo que decir al respecto, no solo en términos visuales, sino también en mejoras como en la velocidad de los tiempos de carga.

Y sin embargo, equilibrar el tamaño del mapa y las mecánicas que ofrece el videojuego son temas que los estudios tendrían que tener muy en cuenta. Está por ver en qué dirección se moverá Assassin's Creed Valhalla, pero si Ubisoft Montreal consigue pulir la fórmula a costa de parcelas de terreno, tal vez estemos ante un producto aún más redondo. Más no es mejor necesariamente.