Cómo acceder al contenido retro de Streets of Rage 4

Nota: si eres de los que prefieres encontrarte las sorpresas por ti mismo, no sigas leyendo.

Personajes retro

Es público y notorio que Streets of Rage 4 incorpora como extra la posibilidad de jugar con personajes del pasado, llegados directamente de los juegos originales de Mega Drive -con píxeles y todo-. El contraste con el resto de personajes dibujados del juego es enorme y el efecto queda visualmente un tanto raro, pero una vez que te lo tomas como un extra y un homenaje al pasado, es una buena forma de rejugar el título en distintos modos y con nuevos alicientes.

El juego incluye 12 personajes retro, (casi) todos los protagonistas de las tres entregas anteriores en sus distintas versiones. Podremos jugar con el Axel o la Blaze de los cuatro títulos, además de Skate, Max o el Dr Zan. Curiosamente, Roo, el canguro desbloqueable de la tercera entrega, no está jugable -aunque sí hay un guiño a él en el juego-. Para desbloquearlos deberemos acumular puntuación; cada vez que completes una fase, tu puntuación irá a un contador global en el que habrá ciertas metas que te permitirán desbloquear la plantilla completa. La recompensa final será la versión de Shiva de Streets of Rage 3.

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Música retro

Una característica muy bienvenida es que incorpora la banda sonora de Streets of Rage 1 y 2 integrada en el juego. Merece la pena escuchar la nueva banda sonora, repleta de grandes nombres, pero la banda sonora de los dos primeros títulos a cargo de Koshiro y Kawashima es simplemente inmortal y encaja como un guante pese a sus casi 30 años a sus espaldas. Para cambiar la banda sonora sólo tienes que acceder al menú de audio y activar la opción de música retro.

Enfrentamientos retro

Uno de los más escondidos huevos de pascua de Streets of Rage 4 es que incorpora enfrentamientos contra jefes de pasados juegos en sus respectivos escenarios. Para acceder a esos enfrentamientos deberemos estar atentos a las máquinas receativas repartidas por los mapas como parte del decorado. Si las rompemos no pasará nada, pero si las rompemos con un taser en la mano (guiño a los chispazos con los que algunos espabilados trataban de jugar gratis a las recreativas de antaño), nos trasladaremos mágicamente al pasado para hacer frente a algunos enemigos emblemáticos. Una buena guinda para disfrutar este homenaje a una de las franquicias más representativas de la lucha callejera.