Redescubriendo Crysis: nanotraje y músculo técnico
Rememoramos las virtudes de unos de los shooters más importantes de la historia, un portento técnico que también ofrecía mucho a nivel jugable.
Si echamos la vista atrás hasta 2007, descubrimos uno de los mejores años para el first person shooter: Call of Duty 4: Modern Warfare, Halo 3, The Darkness, Bioshock y nuestro protagonista, Crysis. El juego de Crytek, relanzado hace ya hace unos años para consolas de la pasada generación -era exclusivo de PC hasta entonces- será remasterizado y lanzado una vez más para el hardware actual, incluida Nintendo Switch, durante este verano, y es una ocasión perfecta para (re)descubrir uno de los shooters que hicieron historia. Esto fue por varios motivos, principalmente jugables pero sobre todo técnicos, los cuales vamos a ver a continuación al detalle.
Jugar hoy en día a shooters en escenarios abiertos (Far Cry, Borderlands) es algo habitual hoy en día, pero por aquel entonces no lo era tanto. Fijémonos de hecho que el que más opciones daba en ese sentido es precisamente Crysis, en el que recorríamos una isla al completo en la que transcurre la historia, y cuyos entornos podíamos utilizar a nuestro favor para llevar a cabo nuestro objetivo. En este título nos poníamos en la piel de Nomad, un miembro de las Fuerzas Especiales de EEUU que va junto a varios compañeros a descubrir que ha pasado algo relacionado con artefactos alienígenas y que probablemente, los coreanos se adelanten en la investigación. Pero no lo hará a pecho descubierto, más bien todo lo contrario.
Uno de los principales atractivos de Crysis era la libertad a la hora de afrontar cada situación, algo que como decíamos, hoy lo damos por hecho, pero en 2007 era toda una novedad y casi un lujo. El nanotraje con el que estaba equipado Nomad le daba multitud de posibilidades como blindaje, invisibilidad, y otras habilidades para afrontar cada misión de la manera que prefiriéramos, misiones que dicho sea de paso, ya de por sí ofrecían mucha variedad de situaciones. Aún así, los amantes de los enfrentamientos y los disparos tenían que estar de enhorabuena, porque sin entrar en spoilers argumentales, en la recta final del juego Crysis se tornaba un poco más lineal para una conclusión de la trama más directa.
Es de esperar que la versión que recibamos este verano en PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch sea la misma que apareciera en la psada generación, eso sí, con las mejoras gráficas pertinentes. Es decir, una campaña que yendo rápido nos puede llevar unas 6 horas (8 o 9 con más calma), pero ni rastro de la expansión standalone Crysis Warhead, protagonizada por Psycho, que en el juego base cumple un papel secundario, o del multijugador competitivo, aunque es de justicia decir que aquel modo online no aportaría gran cosa en la actualidad. Por supuesto, tampoco deberíamos esperar el editor de niveles.
Potencia adelantada a su época
Otro de los motivos por los que Crysis es especial es que entonces fue todo un benchmark técnico, hasta el punto que ni siquiera equipos de gama alta podían mostrarlo en todo su esplendor. Tendrían que pasar unos pocos años para que el juego pudiera correr en la mayoría de compatibles, y aún así no era garantía. Para que nos hagamos una idea, la versión para PlayStation 3 y Xbox 360, lanzada 4 años más tarde, lucía espectacular aún con evidentes recortes técnicos: dientes de sierra, texturas que no brillaban de la misma manera (hierba, agua), una distancia de dibujado menor, algún bajón en la tasa de frames..., pero aún así, resultó una conversión más que digna para las limitaciones de ambas consolas respecto al PC.
Eso sí, cabe destacar que la experiencia de Crytek con el Cry Engine hizo que incluso se mejoraran algunos aspectos como la iluminación, dando como resultado escenas maravillosas en la isla durante las horas diurnas, pero salió peor parado en otros aspectos. La inteligencia artificial enemiga, fantástica en la versión de PC, se vio lastrada por la menor memoria de las consolas y pasó a ser no mala, pero sí más errática, ya que la de la versión para compatibles hacía gala de todo tipo de artimañas para ponernos las cosas difíciles en niveles de dificultad tampoco excesivamente altos.
Casi tres lustros después, lo mejor que podemos decir de Crysis es que, si el trabajo a nivel visual es suficiente, dentro de unos meses nos parecerá un juego completamente actual, casi una novedad. Técnicamente puede mantener el tipo, pero jugablemente no tiene nada que envidiar a otros shooters de la actualidad, aunque sus dos entregas posteriores perdieran fuelle en este sentido. Ni Crysis 2 ni Crysis 3 son malos juegos, pero sí más lineales y ni mucho menos llegaron a explotar todo el potencial que se presuponía a esta saga cuando llegó allá por el año 2007.
- Acción
Los creadores de Far Cry ofrecen el siguiente paso dentro del mundo de la acción subjetiva y estrenan el nuevo CryEngine 2 en Crysis, su nueva franquicia para la nueva generación.